lunes, 26 de abril de 2010

Gimnasia para la compasión



En el programa Redes de ayer, “Cambiar el cerebro para cambiar el mundo”, el monje budista Matthieu Ricard hablaba de la importancia del entrenamiento mental para la compasión y el altruismo sobre la razón.

Nos formamos académicamente durante 15 años para una profesión, afirmaba, nos disciplinamos para aprender a tocar el piano o para montar en bici, y nos extraña saber que la mente también precisa un adiestramiento para su mejor rendimiento y en nuestro beneficio.

El entrenamiento mental, la meditación y otras técnicas (la economía de los pensamientos nocivos no es sólo una técnica budista, sino también de algunas religiones: oración y contemplación) hacen que podamos tener a la mente como nuestra amiga y no como nuestra mayor enemiga.

Sin embargo, mucha gente, continuaba asegurando Ricard, califica esta posibilidad como un lavado de cerebro, pero “¿Qué es la libertad sino el control de nuestra vida?”.

En la conversación con Punset, el monje indicaba que creemos erróneamente que la libertad interior es algo que se conquista sólo con desearlo, algo totalmente incierto. La mente se entrena como cualquier músculo del cuerpo, y…

“Si no nos gusta denominar a esta acción entrenamiento mental podemos decir que es un tipo de gimnasia para la compasión”.