miércoles, 30 de diciembre de 2009

TERAPIA DE LA CONCIENCIA



“La culpa la tiene sólo el tiempo. Todos los hombres se tornan buenos, pero ¡tan despacio! (Robert Browning)

Todos los hombres nos tornamos buenos, señala la cita de Browning. Y lo hacemos tan despacio como el tiempo que necesitamos para izar nuestras conciencias. Podemos, incluso, recorrer toda una vida dormidos, sin hacernos cargo de nosotros ni importarnos el desarrollo colectivo.

Los conflictos entre las personas se deben, sobre todo, a las discrepancias que se generan por los distintos grados de conciencia, por existir atentos o por hacerlo despistados. Convivimos en el mismo "tiempo" y "espacio", pero no entendemos de igual modo la vida.

Las personas más despiertas deben contribuir a hacer inapreciables esas diferencias desde la comprensión y el amor, no desde la “salvación” o el “rescate” de los “perdidos”.

A mayor nivel de conciencia mayor responsabilidad universal.

A menor nivel de conciencia mayor necesidad de responsabilizarse de uno mismo.

De otro modo, avanzaremos muy despacio, o permaneceremos estancados y preguntándonos constantemente de quién es la culpa

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(Ahora, me examino y medito sobre el trabajo que me toca realizar...).

lunes, 28 de diciembre de 2009

La Matriz de la Vida




He descansado de Internet en los últimos días. Aparte de estar en familia y comer más de lo normal (¡grrrrr! Ahora toca eliminar grasas…), he visto algunas películas que tenía pendientes. Una de ellas es El guerrero pacífico, adaptación del best seller de Dan Millman. Muy buena y muy recomendable para adolescentes y jóvenes, por ejemplo.

Otra película que me ha resultado muy interesante es La Matriz de la Vida, un documental sobre la nueva ciencia de la curación, en la que médicos y profesionales de la salud aportan sus puntos de vista sobre los campos de energía del cuerpo humano, los mecanismos del efecto placebo y las curaciones espontáneas, entre otros temas. El internacionalmente reconocido Sanador Eric Pearl, de cuyo libro hice esta reseña , también participa en la película.

He ido tomando nota de lo que más me ha impactado en ella:

“La enfermedad es información desordenada”, indica uno de los investigadores. "Si corregimos el modo en el que obtenemos y transmitimos esa información podremos llegar a la sanación".

Somos más poderosos de lo que pensamos, el milagro empieza con el cambio de pensamiento, y en la coherencia está el estado de resonancia natural. La curación - indica una doctora- es restaurar los mecanismos de autorregulación del cuerpo. Como médico es a lo máximo a lo que se puede aspirar.

La actual crisis global incluye a la sanitaria. Atacamos a los organismos invasores, y ese es un modelo bélico por el que el cuerpo no quiere pasar. Apuestan por la necesidad de una revolución no centrada en la enfermedad sino en la curación. Esa revolución ya ha comenzado, abanderada por miles de investigadores en todo el mundo, que están contribuyendo a ello.
Este nuevo método de curación propugna que el gen ya no es la principal solución a todas las enfermedades, porque está subordinado a un sistema exterior de información (se indica cómo determinados estudios han demostrado que hijos adoptivos desarrollan enfermedades familiares, siendo su genética, evidentemente, de otra procedencia). Así que se ha de tender a una terapia del pensamiento.

La energía está en el espacio, como un telón de fondo. Y nosotros no es que estemos en ese campo energético, sino que somos puntos de luz. Estamos conectados más allá de los confines del Cosmos.

Nos encontramos, se afirma, en el umbral de cómo se produce, transmite y mejora la enfermedad, mediante lo que denominan “Medicina informacional”. Lo esencial es que, aparte de dejarse ayudar, el enfermo se responsabilice de sus actos y sepa que las emociones positivas regeneran y las negativas degeneran. Muestra ejemplos muy significativos.

Una película muy recomendable. Me ha gustado más que ¿Y tú qué sabes?, aunque cuando la vi también me ayudó a comprender que la realidad que creemos “ver” no es tal.

Aquí os dejo un trailer de La Matriz de la Vida.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

RISAS Y PAZ

Últimamente estoy concentrada en la redacción de un tema del que no quiero dispersarme y escribo menos directamente en el blog, pero, como véis, lo alimento con cosas que me llegan o encuentro en la Red, que pueden aportar información para elevar la conciencia.




Éstas son algunas de las frases capturadas de esta conversación entre Federico Mayor Zaragoza y Buenafuente, sobre la necesidad de un cambio en el mundo:

“¡Todos en pie de paz! Todos del lado de la paz”.

“Hay que sustituir la fuerza por la palabra”.

“La salvación está también en tener a mujeres en la toma de decisiones. Con sus decisiones la paz es posible” (ejem, no lo he dicho yo… :-).

“Hay imposibles hoy que pueden ser posibles mañana”.

“Hay que comunicar lo que uno siente más que lo que uno piensa”.

“De mi experiencia me queda que cada persona es un gran monumento. Cada persona es capaz de crear, de hacer lo inesperado”.

En un ambiente de humor y sabiduría, Federico hace referencia a una preciosa cita de Teresa de Calcuta, que escogí también para mi libro:

“Todo lo que hice en mi vida para ayudar a los demás es solamente una gota en el océano, pero si no lo hubiera hecho al océano le faltaría una gota”.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi carta para el 2010: año redondo



En enero del 2009 publiqué esta entrada referida a la carta de mis deseos, que vengo haciendo cada año desde hace unos cuantos. En ella escribo mis propósitos e intenciones primordiales. Cada mes de diciembre subo la escalera hacia la habitación en la que conservo la carta, abro el armario y levanto la tapa del cofre que la guarda con emoción, porque intuyo lo que puede haberse hecho efectivo, pero no recuerdo con precisión su contenido.

Siempre que tengo algo en mente, un proyecto, un sueño o un trabajo que requiere planificación, escribo los principales puntos y acudo a ellos cada vez que avanzo algún paso para continuar firmemente. Hacerlo me tranquiliza y me anima a conseguir un objetivo que es aun intangible, pero que sé que puede materializarse si le pongo ganas y creo en él. Son pequeños planes de mi “negocio” personal.

Pero esta carta es algo más, es un programa lleno de ilusiones del año que se aproxima. Supone, además, un regalo para mi crecimiento, porque indica que me respeto (persigo lo que quiero) y me responsabilizo (no reclamo que otros hagan lo que a mí me corresponde).

Acabo de abrir el sobre cerrado de mis deseos para el 2009, y he comprobado que se han cumplido en un alto porcentaje. A grandes rasgos, sin dar detalles muy personales, puedo contar que pedía:

- Ser más consciente del ahora.

- Dejar ser a algunas de las personas que me rodean y no creerme su salvadora.

- Comprender más a quien quiero pero no comparto su comportamiento.

- Tener mayor sentimiento de prosperidad.

- Y cuestiones más concretas como que la editorial aprobara la publicación de mi segundo libro o aspectos relacionados con mi salud y serenidad.

Al evaluar el resultado de mis “peticiones”, he constatado qué es lo que debo reforzar; he aprendido algunas cosas en este año y sé que puedo hacerlo. Ahora, redactaré la carta de los deseos para el 2010 teniendo muy cerca la anterior, comparando, para mejorar pero, sobre todo, innovando.
En esta carta no puedo pedir para otros, es mi carta, pero lo que obtengo de ella salpica positivamente a mi alrededor.

La vida nos ofrece todo un arco iris de posibilidades; sólo tenemos que elegir los colores de nuestras vivencias, combinarlos adecuadamente con los escogidos por otras personas y disfrutar todos de la tonalidad final.


jueves, 17 de diciembre de 2009

¿Quién soy Yo?



En los comentarios de la entrada anterior hablábamos del verdadero yo, que siente y vibra ante el arte y la creatividad. Releía hace unos días un texto de Antonio Blay, que versa sobre la investigación del “Yo”. He realizado una síntesis de él, porque creo que puede ayudarnos a comprender nuestra verdadera identidad, de la que deriva todo lo demás:

¿Quién soy yo?

Yo no soy el cuerpo, yo tengo el cuerpo

Cuando digo Yo, este Yo, ¿es el cuerpo?. Yo desde que soy pequeñito que digo Yo y tengo la impresión de ser siempre Yo. Pero mi cuerpo cuando yo era pequeñito era un cuerpo pequeñito y luego el cuerpo ha ido creciendo; ha ido creciendo y se ha ido cambiando todo él un montón de veces, toda su constitución, todas sus moléculas, sus células, todo. Ha ido cambiando, o sea que el cuerpo se va cambiando, pero yo sigo siendo yo.

Yo no soy mis sentimientos y emociones

Entonces, ¿si no soy el cuerpo, qué seré? Quizás seré todo mi mundo de sentimientos y emociones y aspiraciones (...). Cuando yo examino, veo que ocurre igual, en un momento dado tengo unos sentimientos, en otro momento tengo otros totalmente distintos; y hay otros momentos en que tengo la impresión de no tener ningún sentimiento. Y en cada caso soy Yo que tengo sentimientos, soy Yo que siento esto o siento lo otro o no siento nada. O sea que la noción de Yo subsiste totalmente idéntica haya unos sentimientos o haya otros o no haya ninguno. Lo cual quiere decir que la noción de Yo no es los sentimientos.

Yo no soy mi mente ni mis pensamientos

Si no soy los sentimientos quizá podemos ir un escalón más arriba y quizá soy mis ideas (…). Con las ideas ya se ve que no, ¿verdad?. Con las ideas ocurre lo mismo: ahora tengo unas ideas y luego tengo otras, acepto unas creencias luego acepto otras, luego no creo nada.
Yo no soy ninguno de los movimientos de mi mente. Mi mente piensa constantemente, maneja imágenes e ideas y elabora juicios; pero soy yo quien maneja la mente

Entonces si no somos el cuerpo, si no somos nuestro mundo afectivo, si no somos nuestro mundo mental, ¿qué queda?, no queda nada.

Yo soy sujeto, no objeto
En otro orden de cosas más profundo, (...) nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras sensaciones físicas (...) son vehículos de expresión. Tanto mi cuerpo como mi afectividad o mi mente son importantísimos, pero son instrumentos, no son yo mismo. Yo no soy ninguna de las cosas que puedo ver o sentir o pensar. Yo no puedo ser nada que sea.
un objeto para mi conciencia, porque yo estoy al otro extremo de la conciencia. Soy el sujeto que ve. Soy el sujeto que vive. No soy el objeto percibido, sea externo o interno. Yo soy el que no se mueve, soy un centro de conciencia inmóvil alrededor del cual va desfilando todo; pero yo me confundo (me identifico) con cada cosa que desfila.

El Yo es un vacío, aparece de momento como un vacío
Lo que pasa es que es una pura esencia, y esta pura esencia para nuestra mente y nuestra experiencia habitual aparece como si fuera, de momento, una oscuridad, un vacío, una ausencia, no una presencia.

Si hay una posibilidad de descubrir qué es ese Yo, ha de ser solamente estando atentos al vacío, estando atentos al no cuerpo, al no sentimiento, al no idea, estando atentos al silencio. Esto sólo puede practicarse correctamente cuando existe una urgente demanda interna.

De este Yo surge todo, porque este Yo es el potencial. Y de ahí surge toda capacidad de conocer, toda capacidad de sentir, toda capacidad de acción.

Una vez se llega a conocer, a descubrir, a realizar este Yo, está todo realizado. Porque todo lo que puedo llegar a vivir no es nada más que un aspecto particular de lo que Yo soy".

(Antonio Blay)


Fuente: http://www.antonioblay.com/ (mis disculpas por trocear y pegar textos de diferentes párrafos, aunque siendo fiel a todas sus palabras. Éste es el dosier completo, elaborado por un grupo de trabajo que se ha basado en los escritos de Blay:
Juan Ramón Jiménez lo explicó también en verso:


"Yo no soy yo

Soy éste,
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera”.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

martes, 15 de diciembre de 2009

La educación del siglo XXI



El último programa de Redes, (clicad sobre “Redes”, si queréis verlo), ofrece información sobre unas interesantes jornadas celebradas en Washington para debatir sobre la educación de los ciudadanos en el siglo XXI. Allí se encontraron personalidades del mundo de la ciencia y de la tradición contemplativa (aparentemente dispares, dice Punset, pero cada vez menos).

Dalai Lama propone una educación encaminada a una actitud mental compasiva, basada en el cuidado de las emociones. El resultado de esta esmerada educación sería la desaparición del concepto de tú y nosotros por el del mundo entero como parte de mí mismo. La compasión, indica, lleva a la paz interior, a la confianza y reduce el estrés, tan perjudicial en las sociedades desarrolladas.

Termino con esta frase de Bacon, que viene a colación. Ambos, el link del programa y la cita, me han llegado simultáneamente, por distintos caminos, como pidiéndome a gritos que los uniera:-)

“El hombre que se muestre solícito y cortés con un extranjero demuestra que es ciudadano del mundo”.

( Francis Bacon)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Cantar con el Alma


Vengo de un Concierto de Navidad, con motivo del décimo aniversario de la Coral Camerata Abulense. Además de la extraordinaria actuación del coro, ha cantado, como soprano y solista invitada, Raquel Adanero, compañera de trabajo y una de mis mejores amigas.
Ella canta con el alma, y eso se ha apreciado (además de por los intensos y prolongados aplausos), por la total quietud del público, por el vello erizado y por el deseo de que no finalizara su actuación.


El verdadero artista resplandece, transmite y regenera.

¡Enhorabuena, querida amiga!

Gracias a la crisis...


Por una vez, me gusta hablar de la crisis. Comprobaréis por qué, cuando leáis los párrafos del filósofo Jordi Pigem, que comparto con vosotros y que proceden de una entrevista en la Revista Namaste, en la que nos muestra la oportunidad insólita de cambiar el mundo. Ha escrito un libro, Buena Crisis (Kairós), en el que refleja la solución que, según el texto de la Revista Namaste, se puede resumir en dos líneas: "acabar con el divorcio entre el ser humano y el resto de la naturaleza y empezar a buscar la felicidad en la creatividad, la solidaridad y las relaciones humanas". ¡Buena receta!

Para leer la entrevista completa, clicad AQUÍ. Extracto una selección de sus respuestas:
“La palabra crisis viene de un término médico empleado para describir el momento en el cual el paciente se sana o empeora. Si se sana, se decía tradicionalmente que el paciente había tenido una crisis feliz, favorable o una buena crisis”.
“La bonanza económica y la posibilidad de consumir cada vez más eran como un soborno a nuestra consciencia que nos hacía ignorar los problemas terribles del mundo, a nivel de derechos humanos y de crisis ecológica, por ejemplo. Creíamos que como yo cobro a final de mes y me puedo comprar lo que quiera, el sistema funciona”.

“Del mismo modo que hemos creído que la economía es la clave del bienestar de una sociedad, creíamos que el consumo era la clave del bienestar humano. Ahora sabemos que no es así. Y al desmontarse todo este sistema de creencias, todos los problemas que ya estaban ahí, pero que la sociedad prefería ignorar, ahora nos miran a la cara”.

“Ahora el sistema se desmonta y nos damos cuenta de que tenemos la oportunidad insólita, increíble y privilegiada de poder cambiar el mundo”.

“Pocas generaciones han podido sentir que sus decisiones pueden afectar el futuro, no solo de su comunidad local sino del conjunto de la Tierra

“La visión holística del mundo lleva por naturaleza a sistemas de gobiernos mucho más descentralizados. El poder está en las comunidades locales. Se trata de una sociedad en donde no hay estructuras jerárquicas, no hay personas que lideran al conjunto de la población, sino que cada uno es capaz de tomar mayor responsabilidad por lo que hace y consume, por su impacto en la comunidad local y en el conjunto de los ciclos de la tierra”.

“Todo esto comporta fomentar la participación ciudadana y la recuperación de maneras autosuficientes de vivir. Recuperar oficios que se estaban perdiendo, recuperar variedades agrícolas locales que se estaban abandonando. Hay que fortalecer estas comunidades locales y dejar que las estructuras más globales sean solo como un paraguas protector, no como una pirámide que acumula el poder en su cúspide. Sería un poder que emerge de abajo a arriba, no de arriba abajo”.

“La visión holística nos revela que todas las cosas están íntimamente relacionadas y todo depende de todo lo demás. Es una visión mucho más compatible con la idea de red. Cada acto, como una piedra que cae en un estaque, genera ondas que luego se van expandiendo. En esta crisis, las pirámides se derrumban y las redes se fortalecen. Todos sabemos que las estructuras piramidales ya no funcionan”.

“De esa percepción primordial del mundo, en la cual nos sentíamos instintivamente hermanos de las plantas, los animales y los astros… hemos pasado a una visión mecanicista en la que consideramos que lo único real es lo que se puede medir, lo que se puede cuantificar. Eso da lugar a un mundo que puede ser controlable y eficiente en muchos sentidos, pero donde todo lo que no es cuantificable, todo lo que tiene que ver con la creatividad, la imaginación, el arte, la espiritualidad, nuestras relaciones, el amor… todo ello se percibe como una cosa accesoria y poco importante. Si creemos que lo más propiamente humano es un añadido, creamos un mundo inhumano y hostil”.

“Dos premios Nobel de Física del siglo XX, Schrödinger y Wigner, independientemente llegaron a la conclusión de que ciertos experimentos de física contemporánea solo podían explicarse satisfactoriamente si pasamos a considerar que el fundamento de la realidad no es la materia y la energía, sino la conciencia y la percepción. Eso significa un giro de 180 grados en cómo vemos el mundo desde hace siglos. Y esto no lo dicen maestros espirituales, sino premios Nobel de Física”

“La física ha descubierto cosas que los propios físicos no son capaces de asimilar en su vida cotidiana. La visión del mundo que emerge de la física cuántica borra la visión de que existen entidades separadas

“Nuestra cultura todavía no ha sabido integrar lo que hace ya cien años comenzó a emerger de la física cuántica y más recientemente de la neurobiología”.

“Sí, la confianza es parte de este proceso. Si nos sentimos separados del mundo y separados los unos de los otros, la única manera efectiva de actuar es controlar y competir. Es una actitud basada en la desconfianza. Pero la palabra confianza puede tener la connotación de ingenuidad. Yo usaría la palabra participación, en el sentido de que nos sentimos parte de una red de ciclos, de una red inagotable de múltiples ciclos y de ese modo podemos sentirnos parte del conjunto del universo y parte del milagro continuo de renovación de la vida”.

“Pasar de esta actitud de control a una actitud de fluir es lo que te permite dejarte guiar por tu creatividad.

“La economía convencional sigue ignorando que depende de la naturaleza”.

Me ha costado seleccionar estos párrafos de entre tanta sabiduría, así que os aconsejo que leáis la entrevista completa.

Me cabe la satisfacción de comprobar que gran parte de los temas abordados han sido tratados en este blog, desde mi humilde percepción, pero que concuerdan por completo con esta filosofía: responsabilidad, confianza, creatividad y unidad como base del cambio positivo.
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Esta es la információn sobre el autor en El jardín del libro:
"Jordi Pigem (Barcelona, 1964), es doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona. De 1998 a 2003 fue profesor en el Masters in Holistic Science del Schumacher College y la Universidad de Plymouth (Inglaterra). Fue asistente de Raimon Panikkar en la publicación de sus obras en castellano, catalán e inglés (1995-1996). En los últimos años ha sido profesor invitado en la Universidad de Barcelona y ponente en diversas universidades, entre ellas las de Columbia, Oxford y Venecia. Autor de varias obras importantes. Coordina la edición catalana de la Opera Omnia Raimon Panikkar. Autor también de más de doscientos artículos (algunos de los cuales han sido publicados en alemán, italiano y japonés). Premio de Filosofía del Institut d’Estudis Catalans (1998) y Premio de Ensayo de Resurgence y la Scientific and Medical Network (2006). Colabora habitualmente, entre otros medios, en COMRàdio, Resurgence (revista decana de la ecología en inglés), Agenda Viva y en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia".

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jueves, 10 de diciembre de 2009

Responsabilidad individual

Al hilo de mis últimas entradas en las que he tratado de expresar cómo hemos de asumir nuestra responsabilidad individual en el resultado global, añado este extraordinario vídeo en el que E. Tolle nos explica brillantemente el modo en el que nuestro estado de consciencia determina la realidad que vivimos y transmitimos (vivimos un momento de lo que se ha dado en llamar "salto cuántico"). En el vídeo se refiere también, de un modo claro -directo a la Fuente, como él suele decir- al efecto de la inconsciencia, el sufrimiento, y la importancia de transformarlo. Escuchadlo, por favor:

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Liberados de las apariencias



Cuanto más se afianza en mí la filosofía del poder de la bondad, la transparencia y la colaboración limpia, con mayor facilidad llego al núcleo de las personas, hasta el punto de verme, por ejemplo, en una reunión de trabajo imaginándome cómo serían de pequeños los convocados y llegando a sentir su ser esencial por debajo del corsé. Me pierdo en ese mundo no contaminado de seres diminutos en su forma, pero grandes y libres en lo profundo (con los años, el mal ejemplo y las elecciones erradas, a veces transformados en enemigos de sí mismos).

(Un fragmento de algo que estoy escribiendo)

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hasta el fondo



Esta mañana he estrenado unas zapatillas de estar en casa. Me las he comprado confortables y bonitas. Dudaba si tirar otras con las que se me torcía un pie, y finalmente lo he hecho. ¿Para qué voy a conservarlas si me hacen mal? Así que, con mucho cuidadito, las he depositado en el cubo de basura y las he dicho: “Ahí os quedáis, guapas”.
Esta acción que nos parece tan sencilla en el plano físico, nos resulta muy difícil - tanto que para muchos imposible- en el plano psicológico. Arrastramos, años y años, creencias que nos llevan a comportamientos y, a su vez, a sufrimiento, tan sólo porque no nos proponemos tirar lo que no sirve en nuestra mente y renovarlo con lo que nos hará sentir bien.
Me detengo a observar las actitudes y las acciones de las personas cuando conozco su procedencia, quiénes han sido sus antepasados y los que aún viven del árbol familiar. Aprecio calcos en la forma de hablar, en las reacciones ante determinados problemas y en el tipo de relaciones que se establecen entre ellos. Veo que perpetuamos los mismos errores de quienes nos han “enseñado” y que, como nadie está siempre en lo cierto, arrastramos toda una herencia psicológica, en parte dañina, quizá durante siglos. Lo más curioso es que quienes conviven con más conflictos se atan más a ellos, como si esa fuera su identidad, de modo que si se liberaran de ellos, sólo les quedaría la debilidad y el vacío. Ellos son porque tienen problemas. De lo contrario, no serían.
Me gustaría saber qué es lo que hace que unas personas decidan borrar la tinta negra de su vida, las líneas torcidas, las faltas de ortografía de una historia familiar, y por qué a otras les cuesta tanto hacerlo y prefieren seguir repitiendo patrones que sólo les llevan a laberintos de comunicación, batallas y, en muchos casos, a una mala salud física y psíquica.
Algún motivo habrá para querer dar el salto, salir del bucle, vivir tu vida y no la que te dicen que vivas. Lo cierto es que cuando lo haces no sólo limas lo que te sobra, sino que también, como consecuencia de profundizar en ti y en tus raíces, encuentras tesoros que nunca pensante obtener.

No voy a contar lo que he renovado en mí ni lo que sé que me queda por transformar (ese es un trabajo muy personal y el juicio directo, aunque en un momento determinado necesitas hacerlo, luego ya no es productivo). Pero sí diré que desde que decidí bucear en aguas profundas descubrí que, entre lo que debía trabajar, encontré aspectos heredados muy positivos, antes desconocidos o que daba por hecho que me pertenecían sólo a mí. Quizás fueron los que me impulsaron a trabajar las sombras que los oscurecían.


viernes, 4 de diciembre de 2009

"Volvemos al primer punto"



Abro el buzón, encuentro el número 128 de Psicología Práctica y echo un vistazo al editorial. Pepa Castro escribe:
“El psicólogo Antoni Bolinches ha escrito el interesante libro Recetas para cambiar el mundo. Propone una revolución social a través de la Psicología”.
Sí, me parece extremadamente interesante, porque hace tiempo que pienso que la transformación del mundo debe ser ascendente y no sólo comandada. Tal y como lo he dicho por aquí, de muy diversas maneras, uno debe preocuparse por modificar lo que le impide evolucionar y, en la medida en que lo haga, llegará a encontrar su espacio. Así, del mismo modo que con muchos pequeños pasos se recorren largos caminos, la suma de muchas personas satisfechas consigo mismas y con la función que desempeñan en esta vida podrá llegar a consolidar un mundo renovado y limpio.
Me siento en el sofá y busco ese artículo dedicado al libro que ha llamado mi atención. Me basta leelo para saber que comparto lo que dice (no así tantas personas que critican duramente a la sociedad, sintiéndose ajenas a su propia responsabilidad en el caos). Estoy de acuerdo por completo con el criterio de su autor: pretende facilitar el cambio social a través de la actitud personal, partiendo del cuestionamiento de los valores. Cuando se le pregunta por la política, responde:
“Sólo hay dos maneras: o que los políticos se conviertan en buenas personas, o que las buenas personas se dediquen a la política. Pero, para eso, en cualquier caso, hay que hacer una revisión de los valores imperantes en la sociedad, así, volvemos al primer punto, el de la revolución psicológica o revolución interior de cada uno”.

El libro:
Antoni Bolinches
Recetas para mejorar el mundo
Editorial Debolsillo (244 págs.)


miércoles, 2 de diciembre de 2009

Gotas de lucidez



Me llega, del boletín de proverbia.net, una cita de Émile Chartier (1868-1951), filósofo y ensayista francés, que firmaba con el seudónimo “Alain". Esta es la cita en cuestión:
“Se dice que las nuevas generaciones serán difíciles de gobernar. Así lo espero”.
Me gusta, busco otras citas suyas y encuentro algunas que no tienen desperdicio. Las comparto con vosotros:
El hombre que tiene miedo sin peligro inventa el peligro para justificar su miedo”.

“El aburrimiento es lo que queda de los pensamientos cuando las pasiones son eliminadas de ellos”.

“Nada tarda tanto como aquello que no se empieza”.

“Nada hay más peligroso que una idea cuando no se tiene más que una”.




lunes, 30 de noviembre de 2009

CONFIANZA


Se nos ha educado para creer que todo es muy complicado, que hay que luchar mucho para conseguir muy poco, y que, una vez alcanzado, tienes que ir con cautela, porque pueden quitártelo. De cualquier modo, dicen, acabarás perdiendo, porque esta vida es injusta.

El mensaje debiera haber sido otro muy distinto:

Las cosas son más fáciles de lo que parecen; debes imaginar lo que quieres e ir por ello, decidido, sin miedo y disfrutando del proceso. Una vez logrado tu propósito, compártelo, con las manos abiertas, y cuanto más des más tendrás, aun cuando acaparar nunca sea tu objetivo.


domingo, 29 de noviembre de 2009

Mundo caduco



A la pregunta "¿Saldremos de la crisis?":


“No es una crisis dentro del sistema,
es la crisis del sistema mismo”.


(José Luis Sampedro, en una entrevista del programa de hoy Página2)

¿Seremos capaces de crear un mundo nuevo?


jueves, 26 de noviembre de 2009

La televisión, o el “trance inducido”


Hace tiempo teníamos proyectado, una amiga y yo, elaborar una programación de televisión totalmente distinta a la actual, con la finalidad de que esa ventana abierta a tantas personas emitiera algo de luz. Habíamos pensado en programas, informativos, series e, incluso, concursos que despertaran, en lugar de adormecer, y en los que se potenciara la cara buena de las personas y del mundo.
Tengo que revisar aquel primer borrador, que no sabíamos muy bien cómo encaminar, porque desconocemos ese campo, pero que partía de muy buenas intenciones. Lo dejamos porque teníamos otros asuntos que acaparaban nuestra atención, y no se puede estar a todo, aun más con algo tan ambicioso. Pero no lo descartamos. Ahí está. Me ilusiona, al menos, intentarlo en algún momento, aunque las barreras con las que nos encontraríamos quizá nos desilusionaran.
Lo cierto es que no sé si nosotras, pero algo hay que hacer con la televisión. Cada vez es más común escuchar: “Como la tele es un rollo, me pongo a leer” (algo hemos ganado, entonces) o “Me aburre y me voy pronto a la cama”. Pero, en realidad, hay demasiada gente (niños, y es una pena) “tragándose” todo lo que pongan y, por tanto, dejándose manipular.
Pero no voy a seguir argumentando sobre ello, porque mi exposición quedaría pobre comparada con la de este texto, extraído del libro Un nuevo mundo ahora, del maestro Eckhart Tolle. Es un poco largo, pero merece la pena leerlo para saber por qué caemos por debajo del pensamiento, en lugar de elevarnos sobre él:
Televisión
Ver la televisión es la actividad de ocio (o, más bien, inactividad) favorita de miles de personas en todo el mundo. El estadounidense medio, cuando llega a los sesenta años de edad, ha pasado quince años mirando una pantalla de televisión. En otros muchos países las cifras son similares.
A mucha gente, ver la tele le resulta “relajante”. Obsérvate con atención y verás que cuanto más tiempo pasas pendiente de la pantalla, más se reduce la actividad pensante, y durante largos periodos, estás mirando el programa de entrevistas, el concurso, la serie cómica e incluso los anuncios, sin que en tu mente se genere ningún pensamiento, o casi. No sólo no te acuerdas ya de tus problemas, sino que te libras temporalmente de ti mismo, ¿y qué va a ser más relajante que eso?
Entonces, ¿Es que mirar la tele crea espacio interior? ¿Hace que estés presente? Por desgracia, no. Aunque tu mente puede estar largos periodos sin generar ningún pensamiento, se ha conectado a la actividad pensante del programa de televisión. Se ha conectado a la versión televisiva de la mente colectiva, y está pensando sus pensamientos. Tu mente está inactiva, pero sólo en el sentido de que no está produciendo pensamientos. Sin embargo, está absorbiendo continuamente pensamientos e imágenes que llegan a través de la pantalla. Esto induce a un estado pasivo, como de trance se susceptibilidad intensificada, no muy diferente de la hipnosis. Por eso se presta a la manipulación de la “opinión pública”, ya que los políticos y los grupos de interés, así como los anunciantes, lo saben y pagarán millones de dólares para pillarte en ese estado de inconsciencia receptiva. Quieren que sus pensamientos se conviertan en tus pensamientos y, por lo general, lo consiguen.
Así que cuando ves la televisión la tendencia es a caer por debajo del pensamiento, no a elevarse por encima. La televisión tiene esto en común con el alcohol y algunas otras drogas. Aunque proporciona cierto alivio del peso de la mente, también pagas un alto precio, la pérdida de conciencia. Al igual que esas drogas, tiene también un fuerte carácter adictivo. Coges el mando a distancia para apagarla y, en lugar de eso, empiezas a recorrer todos los canales. Media hora, o una hora después, sigues mirando, sigues cambiando de canal. El único botón que tu dedo parece incapaz de apretar es el de apagado. Sigues mirando, generalmente no porque algo interesante te haya llamado la atención, sino porque precisamente no hay nada interesante que ver. Una vez que te has enganchado, cuanto más trivial, y menos interesante sea, más adictiva resulta. Si fuera interesante, si incitara a pensar, estimularía tu mente para que volviera a pensar por sí misma, que es algo más consciente y preferible a un trance inducido por la televisión. En ese caso, tu atención ya no estaría totalmente cautivada por las imágenes de la pantalla.
El contenido del programa, si tiene algo de calidad, puede contrarrestar, en cierta medida, y a veces deshacer, el efecto hipnótico, aturdidor, del caso televisivo”.

martes, 24 de noviembre de 2009

El camino de la Paz


Encontré este proverbio chino, allá por el 2003, en La Brújula Interior, de Álex Rovira, y lo coloqué en un lugar visible para releerlo de vez en cuando y recordar lo esencial:

"Si hay luz en el alma, habrá belleza en la persona;

si hay belleza en la persona, habrá armonía en el hogar;

si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación;

si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo".
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"Deseo y creo en el cambio individual para lograr un cambio global. Al contrario suele ser manipulación".

sábado, 21 de noviembre de 2009

Todo está bien



"El secreto de la vida es aceptarla simplemente tal cual es".

(San Juan de la Cruz)


Aceptar, que no es lo mismo que resignarse.

No resistirse a lo que hay, que no es lo mismo que abandonarse.

Permitir.

Tomar conciencia de que lo que es... es lo que debe ser... en este momento y en todos...

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viernes, 20 de noviembre de 2009

El árbol de las debilidades


Esta mañana he leído un manifiesto con motivo del “Día Internacional contra la violencia de género” (aunque será el próximo 25 de este mes). El acto se ha celebrado en el Ayuntamiento de mi pueblo, a instancias de la Delegación Provincial del Gobierno (Castilla y León). Ha sido un encuentro emotivo, en el que se ha recordado a las cuarenta y nueve mujeres que han perdido la vida este año, a manos de los que se dicen llamar “compañeros sentimentales”.
De regreso a casa, venía pensando en la raíz de todo este problema, y sólo lo encuentro en la debilidad interior de todos, de las víctimas, que no sienten su fortaleza y, por tanto, viven en la sumisión y el miedo y, por supuesto, en la pobreza de espíritu de los verdugos, que vuelcan su propia frustración en ellas, sirviéndose de la mayor de las cobardías: la fuerza bruta. En su caso, esa pobreza les ha llevado, incluso, a un desequilibrio mental del que no saben cómo escapar.
Y descendiendo en ese pozo de negrura… la mala educación, la flaqueza de quienes han dirigido deficientemente, desde niños, a esas pobres mujeres y hombres que de adultos se ven en ese bucle de violencia. Quizá, tampoco ellos tomaron conciencia de la importancia de trabajar sus carencias para poder dar ejemplo a sus descendientes, para hacerles sentir un profundo respeto por sí mismos y, por extensión, por el género humano.
Es tan necesario mirarse por dentro, que no hay un modo mejor de asegurar la convivencia humana en paz, entre otras tantas cosas…

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Estrés, ya no me engañas


Ramiro Calle, tal y como se indica en su Web es Pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo "Shadak". Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapeuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia”.

Uno de los primeros libros que leí cuando supe que necesitaba información para la mente y el espíritu fue Ante la ansiedad y el estrés, de ese autor. Recuerdo que estaba en el jardín, dispuesta a devorarlo, cuando tuve que dejarlo porque sólo leer lo que me proponía para relajarme me hacía sentir peor. Era algo así como cuando desfalleces de cansancio y deseas dormirte, pero no puedes hacerlo de puro agotamiento. Pero volví a abrirlo, leía unas páginas cada día, hasta que comprobé que lo que antes me alteraba, ya me iba reconfortando. Después comencé a asistir a clases de Yoga, que me dejaban como la seda, y a escuchar CD de relajación. (sí, CD, no me como ninguna letrilla ni apóstrofo (que no apóstrofe) alguno :-), que las siglas no tienen plural).

Os recomiendo la escucha, en silencio y a solas, de este tipo de relajaciones guiadas, que te transportan a espacios apacibles o te invitan a hacer un recorrido por tu cuerpo, mientras la mente descansa y se limpia de tanto pensamiento tóxico que permitimos circule por ella.

Recuerdo especialmente una grabación de Ramiro Calle, en la que me llevaba a un estado “Alfa”, concentrándome en las palmas de mis manos, hasta que sentía un hormigueo y una ligereza, que me liberaba de 20 kilos de estrés.

Ahora, varios años después, cuando he accedido a la lectura de La Reconexión, he vuelto a experimentar en mis manos la energía universal, que me calma cuando aquel malestar que me dominaba llama tímidamente a mi puerta queriendo manipularme con alguna de sus artimañas: JA...




domingo, 15 de noviembre de 2009

TODOS TENEMOS MIEDO

“Un domingo, a las dos de la madrugada, me llamaron para que fuese al pabellón psiquiátrico a ver un paciente que estaba fuera de sí. Yo nunca había visto a este paciente, que acababa de ser internado la tarde anterior con un diagnostico de esquizofrenia aguda. Diez minutos antes de que fuera a verle había arrancado la moldura de la puerta de la habitación donde estaba encerrado. Cuando llegué miré por la mirilla de la puerta y vi a un hombre de casi dos metros de altura, que debía de pesar unos ciento treinta kilos. Estaba corriendo desnudo alrededor del cuarto, diciendo disparates y enarbolando el enorme trozo de madera que acababa de arrancar, del que sobresalían varios clavos. La verdad es que no sabía qué hacer.



(…)
Mientras miré por la mirilla de la puerta empecé a darme cuenta de cuán asustado estaba el paciente y de lo asustado que estaba yo también. De pronto, se me ocurrió que él y yo teníamos un vínculo común que nos unía: ambos teníamos miedo.


Sin saber qué cosa podía hacer, le grité desde el otro lado de la puerta:
- Soy el doctor Jampolsky y quiero entrar a ayudarle, pero estoy asustado. Temo que usted pueda hacerme daño o que yo pueda hacerle daño a usted, y me pregunto si acaso no estará usted asustado también.


Al oír esto, el paciente dejó de decir disparates, se volvió hacia mí y dijo:

- ¡Desde luego que estoy asustado!

Continué gritándole y diciéndole lo asustado que estaba yo, y él me contestaba a gritos lo asustado que estaba él. En cierto sentido nos convertimos en terapeutas el uno del otro, y a medida que seguimos hablando, nuestro miedo se fue desvaneciendo y nuestras voces se fueron calmando. Finalmente, él me permitió entrar solo en el cuarto; hablé con él, le di un medicamento para tomar por vía oral y me fui.

(…)

Una vez que decidí ver a este paciente como mi maestro y no como mi enemigo, él me ayudó a reconocer que quizá todos estamos igualmente desquiciados y que la única diferencia estriba en la forma en que se manifiesta nuestra demencia”.


Esta bella historia pertenece al libro de la imagen, Amar es liberarse del miedo, del doctor Gerald G. Jampolsky. He decidido dedicarle esta entrada, porque es una obra muy especial para mí. Me ayudó a entender muchas cosas en un momento complicado de mi vida, en el trabajo, en la salud de alguien muy cercano y en ciertos síntomas de malestar que iba experimentando y que denotaban que estaba somatizando todo lo que sucedía. No estaba preparada para tanto, por entonces, y su contenido - sencillo, pero directo a alma- me serenó, me centró y me dio confianza en la vida.

Es un libro basado en las enseñanzas de Un curso de milagros, que afirma que...

"Sólo hay dos emociones, el Amor y el miedo. La primera es nuestra herencia natural y la segunda es una fabricación de nuestra mente".







miércoles, 11 de noviembre de 2009

Desde dentro hacia afuera




Cada vez me intereso menos por lo que pasa.
Y más sobre lo que nos pasa.
Porque eso es lo que hace que las cosas pasen.

(Dudaba si poner una imagen de una ciruela pasa :-) Si lo hubiera hecho, no habría pasa-do nada…)
Zejio nos ha regalado, en su comentario a esta entrada, este vídeo de Krishnamurti (La crisis está en el interior). Estoy absolutamente de acuerdo con su planteamiento, así que lo añado.
"Uno representa, como ser humano, al resto de la humanidad"

"Queremos orden en el mundo, externo, pero si no hay orden interno… no es posible":

lunes, 9 de noviembre de 2009

Un poco de autoestima



La cantante Concha Buika brilla allá donde canta o deja salir de su boca palabras llenas de humanidad y respeto por sí misma y por el mundo. Ya le dediqué esta entrada, en su día: Concha Buika, Vida Vivida . Hoy, en la entrevista concedida a La Contra, deja caer frases como las que entrecomillo en esta entrada, que curan el alma y despiertan a la vida. Creo, como ella, que quien supera el victimismo comienza a “fabricarse una historia maravillosa”. El victimismo hace daño a quien lo sufre, pero también esparce mucho dolor fuera de sí:

“El victimismo es una cara de la culpabilidad. Eres víctima hasta que la edad, el estómago o la conciencia te obligan a crecer”.

“Me comprometí a quererme, cuidarme, honrarme y respetarme en la salud y en la enfermedad hasta el final”.

“Si lo que necesitas es una historia maravillosa, fabrícala, píntala, cántala, cuéntala”.
Y sólo hay una forma de que el victimismo desaparezca, el trabajo de la autoestima:
- Mírate al espejo cuando te levantes y siéntete digno, fuerte, libre, capaz de todo.
-Sal a la calle y camina con elegancia y firmeza, sin prisa por llegar, pero seguro de alcanzar tu destino.
-Trata con las personas conservando tu dignidad y ofreciendo tu sabiduría. Ponte en su lugar, pero no permitas que te manejen.
-Cuando recuestes tu cabeza en la almohada, dedícate unos minutos para saborear tus éxitos y aprender de tus debilidades.
-Reconcíliate contigo y con el mundo, si lo necesitas, y descansa sereno y deseoso de que amanezca un nuevo día, en el que no seas víctima ni verdugo, sino un ser humano completo que ha dado consigo mismo.
¡Felices sueños y un alegre despertar!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Amiga, tus fragmentos se han unido para siempre

Acabo de enterarme del fallecimiento de una amiga, de la que hace tiempo no tenía noticias. Fue corta nuestra amistad, pero intensa. La conocí, hace años, en el blog de Sánchez Dragó y, a partir de entonces, nos comunicábamos con largas charlas telefónicas. Hace tiempo colgué un texto suyo en una entrada, de un belleza y profundidad sin igual. Ahora quiero rendirle un homenaje repitiendo aquella entrada. Ella sabía que somos inmortales, pero yo he sentido enormemente su partida aunque esté en otro lugar más seguro:


(Publicado en noviembre de 2008)

Ayer me envió una amiga unas reflexiones personales, que creo merecen ser publicadas. Ya que ella no tiene intención de hacerlo, le he pedido permiso para sacarlas a la luz en este blog.
Gracias, amiga, por "escapar" entre tus fragmentos...
Yo ¿Soy?
"Me he pasado la vida intentando juntar diversos fragmentos para formar con ellos un todo. Ese todo podría llegar a ser mi identidad. Pero los fragmentos, por alguna razón, no logran ensamblarse nunca del todo. Siempre quedan grietas, fisuras, y el todo no termina de aparecer.
Con frecuencia me he preguntado: ¿Quién soy yo? Y nunca he sabido responder. Cuando tenía dos años, un buen día me vi a mí misma desde fuera y me pareció raro ser aquella niña de dos años que no levantaba un palmo del suelo. Sentí verdadera extrañeza ante mi situación. “Así que estos señores, estos desconocidos, son mis padres, y esta calle es la calle en la que vivo..., pero ¿de dónde he salido yo?”. Ahora me doy cuenta de que mi intento de reunir los pedazos: “yo soy la que...” era ficticio. Yo creía querer reunirlos, pero en realidad siempre he procurado que no se unieran del todo, porque una vez unidos formarían una coraza de la que no podría escapar.
¿Escapar? ¿Escapar a dónde? Escapar al TODO. A eso que es la vida y que nos une a todos. Los fragmentos que yo creía ser elementos constituyentes de mi identidad, en el caso de unirse, sólo formarían una cáscara, una carcasa, un habitáculo. Así que en pro de la respiración cósmica y por una voluntad sabia más allá de mi razón los fragmentos han permanecido discretamente separados. No hay Yo. Sólo hay Ello y Ello es un flujo/reflujo de la Inmensidad.
Lo que acontece es anécdota. Acontece algo y bien podría acontecer todo lo contrario. Daría igual, La entidad que mi cerebro llama “Yo” seguiría existiendo con un argumento o con otro.Pienso en las montañas. Las montañas son pliegues de la tierra y siguen siendo montañas tanto si llueve como si hace sol. Montaña es un concepto. Es la capacidad de montañizar de la tierra. No hay diferencia entre una montaña y otra, aunque su altura y contextura varíen. Pero a los humanos eso no nos gusta. En seguida les ponemos nombres y las individualizamos. Volcamos en lo que vemos nuestras ansias de identidad, que nacen de un deseo incontrolable de apoderarnos de lo que no es nuestro. Podemos llamar a una montaña “Manolita” y creer que se trata de un lugar especial, con una configuración concreta y que por lo tanto la montaña cae presa de la identidad con la que la dotamos a través del nombre.
El ser humano quiere definir y delimitar para poseer. Ahora que veo que respiro a través de las grietas que quedan entre los mal llamados por mí “MIS fragmentos” me doy cuenta de que la tarea en realidad consiste en la NO IDENTIFICACIÓN. Desposeerse de todo y ser en TODO.Mil anécdotas, mil historias. Mil argumentos. Nada de eso es Yo. Y Yo no está triste por haberlo descubierto. Se está riendo a sus anchas de ser un invento del conjunto de neuronas con las que nací.Hay neuronas jugando en cada cerebro humano. Miles de neuronas inventando identidades. Saludemos a nuestras neuronas dejándoles claro que no nos creemos nada de lo que nos están contando. Y menos lo de la identidad. Pero vivimos en esa religiosa creencia. ¨Yo soy el hijo de... el nieto de... el padre de... el médico, el pintor, el abogado, el profesor, el barrendero, el carnicero, el deshollinador...” “Estos son mis padres, mis nietos, mis hijos, mis sobrinos...” ¿”Mis”?¿Podría decir del mismo modo “yo soy la que siente, o la que piensa...”?Pensar y sentir ya no son anécdotas. Pero tampoco son identidades.
Cada ser humano, mal que le pese, piensa y siente cosas muy similares a otro ser humano, Pero cada uno cree que sus pensamientos y sentimientos son originales. ¿Qué sentimos en definitiva?¿Amor, odio, deseo, ira, frustración, miedo? Sí. Eso es común a todos. Pero esos sentimientos son del primer escalón”.
Descansa en paz, querida Itziar.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Mal humor para ¿buenas decisiones?




En CincoDías.com aparece una noticia basada en un estudio de Joe Forgas, investigador y psicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en el que se afirma que “mientras la jovialidad fomenta la creatividad, la melancolía facilita la atención y el pensamiento reflexivo”. Parece ser que una persona irritable puede “lidiar con situaciones más estresantes que un individuo feliz, por la forma en la que el cerebro "promueve estrategias de procesamiento de información". El estudio indica también que el mal tiempo aclara ideas.

Puede ser, no digo rotundamente que no, porque cuando llegan los fríos o cuando tenemos algún problema que resolver lo interiorizamos todo más. Y, efectivamente, el buen estado de ánimo nos impulsa, como dice el investigador, a ser más creativos que resolutivos. Sin embargo, la creatividad lleva también implícita la búsqueda de soluciones innovadoras. No sé, estoy hecha un lío… :-)

Lo cierto es que, a medida que iba leyendo esta noticia, ¡se me iba poniendo una mala uva! :-))))) (debe de ser por tanta palabra densa), así que no sé si estoy en situación de tomar una buena decisión, o de hacer caso a mi querida amiga Raquel, que -lista como ella sola- me ha dicho esto cuando le hacía un comentario sobre el asunto:

“Puede ser que el mal humor facilite la toma de decisiones, pero no por ello las decisiones serán las mejores”.


jueves, 5 de noviembre de 2009

Creencias




"Lo malo de la vida es que no es lo que creemos pero tampoco lo contrario."(Pitágoras)

¡Vaya con Pitágoras! Qué razón tiene, pero... ¿en qué? :-)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

POESÍA



Le tengo un gran respeto a la poesía. Someterme al orden de la métrica y la rima, abordando las características estéticas del lenguaje y, además, convirtiendo las palabras en esencia espiritual, es un gran reto para el que hay que estar muy preparado.

En el libro que estoy leyendo, Fluir, reseñado en esta entrada, se compara la lectura de un poema para la mente, con un tiempo dedicado a hacer ejercicio para el cuerpo. Leer poesía, señala, es ideal para dar forma a la conciencia. El autor invita a dejar de ser su consumidor pasivo y “ordenar la experiencia personal en verso”. En algún momento habrá que intentarlo.
Por ahora, aquí dejo, para vuestro disfrute y el mío, un profundo poema del gran Antonio Machado:
TRES CANTARES ENVIADOS A UNAMUNO EN 1913
I
Señor, me cansa la vida,
tengo la garganta ronca
de gritar sobre los mares,
la voz de la mar me asorda.
Señor, me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor, me dejaste solo,
solo, con el mar a solas.
II
O tú y yo jugando estamos
al escondite, Señor,
o la voz con que te llamo
es tu voz.
III
Por todas partes te busco
sin encontrarte jamás,
y en todas partes te encuentro
sólo por irte a buscar.

sábado, 31 de octubre de 2009

Zapatero, a tus zapatos (II)


(Continuación de la entrada anterior)

He llevado las botas esta mañana, he aplicado la Opción C. Me ha dado una solución idónea, que no se me había ocurrido y, cuando le he dejado otro pequeño encargo, me ha dicho:
"Esto ya te lo regalo" ;-)
La primera de estas dos entradas la han leído dos personas delante de mí. Una ha dicho:
"¡Vaya comedura de tarro para ir al zapatero!".
La otra:
"Uhmmmm, no nos damos cuenta de estos pequeños detalles, pero son los que nos llevan por mal o por buen camino".
Diferentes puntos de vista, distintos modos de pensar... De las relaciones entre personas con diferentes percepciones de la realidad surgen los conflictos, en los que el tacto, la empatía y el uso de la inteligencia para el manejo de las emociones facilita mucho las cosas.
Añado este precioso vídeo que nos ha traido Pazzap en uno de sus comentarios:

viernes, 30 de octubre de 2009

Zapatero, a tus zapatos

(No, no me refiero aquí a José Luis Rodríguez... :-) Me aburre la política, tal y como está hoy día planteada, aunque bien podrían aplicarse los políticos lo que os cuento ahora).

Es fundamental aplicar la inteligencia emocional en la convivencia, porque influye definitivamente en que las cosas vayan bien o mal. Y eso ocurre en todos los niveles, desde las relaciones personales hasta las que tienen lugar en los negocios, en los hogares, en las naciones... El torpe manejo de las cosas que nos (con)mueven puede llegar a desencadenar nada menos que guerras en las que, partiendo de decisiones majaderas, que provienen de barullos emocionales, se llega a escenarios desastrosos.

Pongo un simple ejemplo de "andar por casa" (nunca mejor dicho, porque las protagonistas de este relato son unas botas):
Observaba esta mañana el deterioro de los tacones de mis botas preferidas y he pensado en llevarlas al zapatero para ver si puedo sacarles algo más de rendimiento. Mientras las metía en una bolsa, he reflexionado sobre el carácter de mi zapatero y he pensado en que, dependiendo de mi forma de abordarle, el resultado podría ser bien distinto:

OPCIÓN A:

- “Mira, traigo estas botas con el tacón pelado, pero creo que si les aplicas un tinte, tal vez pueda seguir usándolas”.

- “Que va, estas botas están para tirarlas”.
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. Mi entrada denota falta de educación y ausencia de respeto por su profesión, porque voy a lo mío, sin saludarle y anticipándole lo que debe hacer, sin contar con su opinión de especialista.

.Su respuesta, lógicamente, no va dirigida a las botas, sino a mí :-)

OPCIÓN B:

- “Hola, buenas tardes. Traigo estas botas para que las eches un vistazo, pero me da a mí que están para tirarlas”.

- " Buenas, sí, no creo que te duren mucho según las traes".

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. Al menos, he saludado, y, por eso, él me corresponde. Sin embargo, con la negatividad y desconfianza que quiero dejar el encargo, así se me devuelve.

. No le doy opción a expresarse, porque prácticamente le dicto la solución. Así que obtengo exactamente lo que he proyectado yo. ¡Y luego decimos que nos hacen esto o aquello…!.

OPCIÓN C:

- "Buenas tardes, Paco. Traigo estas botas para que me des tu opinión de experto sobre lo que podría hacerse con ellas porque quiero darles un poco más de uso. Las tengo mucho cariño, además de que no está la cosa para tirar nada".

- "Buenas tardes, Concha. Pues no, no estamos para tirar. Creo que podríamos ponerles una pieza y seguro que te duran un añito más".

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. Le saludo, dirigiéndome a él por su nombre, y así me responde él, amablemente. Le solicito su opinión de experto, porque realmente él es quien sabe sobre ello. Le informo de los motivos por los que aún no las he tirado.

. Así que se eleva su autoestima, porque se ve necesario y, además, empatiza conmigo al confiarme a él personalmente en los motivos de mi petición.

Con la opción C salgo satisfecha, con el problema resuelto.

El zapatero, reforzado y con trabajo.

Es un simple ejemplo, pero tratad de trasladarlo a cualquier otra situación de trato o convivencia, veréis como no cambia mucho la esencia del asunto. Cuando hay confianza, las cosas son algo diferentes, porque ahí juega un papel importante la lucha por el poder de la razón. A ello me referiré en otra entrada.

Prometo añadir a esta entrada el desenlace… incluso, aunque no haya dado con la opción adecuada :(- . ¡Yo lo que quiero es recuperar mis botas!

miércoles, 28 de octubre de 2009

Como el humo de ese tren...


Mientras esperaba a mi hijo este mediodía, escuchaba en la radio del coche una canción de Fito, “Antes de que cuente 10”:

“Puedo escribir y no disimular,
es la ventaja de irse haciendo viejo.
No tengo nada para impresionar
ni por fuera ni por dentro.

(…)

No voy a sentirme mal
si algo no me sale bien.
He aprendido a derrapar
y a chocar con la pared ,
que la vida se nos va
como el humo de ese tren,
como un beso en un portal
antes de que cuente 10”.

Tan cierto...

La experiencia, la expansión de la conciencia -tiempo atrás contraída, aturdida y engañada- te lo dice: no hay nada que demostrar, nadie a quien impresionar, nada que temer…

Sólo vivir. Disfrutar de la grandeza de lo instantáneo e ilimitado. Vida sencilla, bella, frágil, amiga y maestra… a golpe de punzada y calor.


sábado, 24 de octubre de 2009

Alegría universal

Acaba de llegarme este vídeo y quiero que esté presente en este blog, porque refleja la alegría y la fusión de la humanidad recorriendo el mundo:

¿Acaso esto es amor?


Cuando utilizamos a las personas, en función de nuestras necesidades, para que nos sirvan como objetos de consecución de nuestros propósitos, puede que un día nos encontremos como objetos, sólos y abandonados.
Hay muchos ejemplos de ello:

-Cuando queremos a los hijos sólo como un elemento de realización personal ejerciendo manipulaciones varias sobre ellos y, una vez que ya no nos sentimos sus salvadores (no alimentan nuestro ego), se esfuma ese interés y “amor” de antaño.

-Cuando pretendemos que nuestra pareja nos saque del aburrimiento vital, nos proporcione aquello de lo que carecemos y nos acompañe únicamente para no sentirnos solos.

-Cuando adoramos a un jefe para conseguir un puesto o un renombre, y se da el caso de que el jefe es degradado y entonces le negamos hasta el saludo.
-Cuando tratamos con exquisita amabilidad a nuestros clientes, pero les engañamos en precio o en calidad.

-Cuando adulamos a un “amigo” para obtener de él un pago por esas alabanzas, y dejamos de “admirarle” y le abandonamos cuando hay alguien que nos sirve más y mejor para nuestros planes.

Si regalamos globos de “amor”, vacuidad y egoísmo envasados en falso cariño, eso es, en el mejor de los casos, lo que obtendremos. Y es que…
"Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie."

(Thomas Jefferson)
Ahora bien, algo muy distinto es obtener aprendizaje consciente del prójimo, porque si esa es nuestra intención también la será ofrecer el nuestro. Eso sí es amor:

"Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él".
(Ralph Waldo Emerson)