Maru Canales dice en su blog que va a escribir una carta de agradecimiento al año 2008 por todo lo que le ha aportado. Me parece una idea estupenda, que voy a copiar. Guillermo ha hecho, también en su blog, un repaso del año, que refleja fielmente su propia superación personal.
Ambos me han recordado que debo escribir mi carta de los deseos para el 2009. Lo vengo haciendo desde hace unos años. Conservo cada una de las cartas, que son una relación de los objetivos que pretendía ir alcanzando, un contrato firmado conmigo misma hacia mis sueños, tanto en el plano espiritual como material. Representan la idea de que mi vida es, hoy día, como quiero que sea.
Ambos me han recordado que debo escribir mi carta de los deseos para el 2009. Lo vengo haciendo desde hace unos años. Conservo cada una de las cartas, que son una relación de los objetivos que pretendía ir alcanzando, un contrato firmado conmigo misma hacia mis sueños, tanto en el plano espiritual como material. Representan la idea de que mi vida es, hoy día, como quiero que sea.
Dicen que uno tiene la prosperidad que cree merecer, así que el primero de los deseos de esa lista ha sido siempre el de mantener la confianza en mí. Lo demás es prácticamente el resultado de ello.
Al finalizar cada año, me sorprendo al leer el manuscrito porque compruebo que la mayoría de los deseos se han ido cumpliendo. Y los que no he logrado aún es porque me demandan mayor maduración y aprendizaje por mi parte. Siguen apareciendo señales que me indican por qué.
Os recomiendo este ejercicio mágico, que debe ser complementado con vuestro esfuerzo, un “esfuerzo” que deja de serlo cuando estáis empeñados en algo que os eleva:
"El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia."
Al finalizar cada año, me sorprendo al leer el manuscrito porque compruebo que la mayoría de los deseos se han ido cumpliendo. Y los que no he logrado aún es porque me demandan mayor maduración y aprendizaje por mi parte. Siguen apareciendo señales que me indican por qué.
Os recomiendo este ejercicio mágico, que debe ser complementado con vuestro esfuerzo, un “esfuerzo” que deja de serlo cuando estáis empeñados en algo que os eleva:
"El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia."
(Doris Lessing)