sábado, 28 de junio de 2008

¿Tienes un sueño por cumplir?

Aunque nuestros sueños estén ocultos, están en nosotros desde el momento en el que vinimos a mundo. Cada uno sabe, en lo más profundo, qué es aquello para lo que ha nacido o, al menos lo que llenaría su vida de entusiasmo. Cuando, por miedos, inseguridades o prejuicios, retenemos nuestros dones nos estamos privando de muchos momentos de dicha. No importa el alcance ni el peso del sueño que nos gustaría hacer real. Puede ser de una magnitud tremenda, ser notorio, afectar a la trayectoria de tu vida, y puede tratarse de una “pequeña” ilusión, que te ronda por la cabeza y no le prestas la atención que merece.
Nuestros sueños quedan enterrados, en ocasiones, porque se nos ha educado en el “ser” en un sentido puramente profesional, familiar y social: “eres un buen estudiante, un buen abogado o un buen ciudadano, un buen hijo, un buen padre”. Por el papel estandarizado que vas a desempeñar, pero pocas veces se nos ha hecho ver lo que constituye nuestro "yo" más profundo, del que despegan las ilusiones: eres una persona digna, autosuficiente, valiosa, capaz de emprender lo que desees y de conseguirlo, preparado para disfrutar de tus logros y de aprender de tus fracasos. Hemos obviado la belleza de la vida, porque nos han mostrado la “lucha”. No nos han dado a entender suficientemente lo que tan bien expresa el cantautor Facundo Cabral en esta preciosa cita:
“Si somos hijos del amor, hemos nacido para la felicidad, lo demás son pretextos”.

martes, 24 de junio de 2008

Sonrisas de Bombay

Leí Sonrisas de Bombay, de Jaume Sanllorente, editado por Plataforma Editorial, hace unos meses, cuando iba por su 3ª edición; ahora está en la 9ª. Lo leí en una sola tarde, porque no podía parar ante la narración transparente, bella, generosa y honesta de este joven periodista catalán, que ha dado su vida plena por los pobres de Bombay. Ni una gota de “tener” y todo un océano de “Ser”. Puede dar amor, porque rebosa amor.
Cuando finalicé su lectura, me detuve en las fotografías centrales del libro, una y otra vez, tal y como cuenta que hacía el propio Jaume, cuando se revitalizaba mirando las imágenes de sus niños. Continuaba apegada al libro, que me mostraba una situación agridulce (dolor-amor), porque me resultaba reconfortante comprobar que hay personas íntegras y solidarias con el resto de la humanidad.
Ésta es su ONG, http://www.sonrisasdebombay.org/ y, a través de esta entrevista, se puede entender el alcance de su proyecto:

lunes, 23 de junio de 2008

El desapego


Cuando tenemos hambre o sed buscamos aquello que calme nuestra ansia, pero, una vez cubiertas nuestras necesidades momentáneas, volvemos a experimentar la sensación de vacío. Algo así sucede con los apegos en el ámbito de las relaciones humanas.
Si nos apegamos al reconocimiento y a la atención permanente de otros, tras conseguir ese objetivo más inmediato, quedamos nuevamente desiertos, porque lo que solicitamos y conseguimos es sólo amor de repuesto. Nuestra existencia gira, así, en torno a círculos de exigencia, posesión y vacío.
Sin embargo, cuando nos maravillamos de la vida y estamos agradecidos de ella nos sentimos plenos de amor. No reclamamos nada y podemos ofrecer todo. El desapego, la generosidad, nos devuelve gratuitamente más amor. Nuestra vida gira en torno a círculos de gratitud, plenitud y paz.
En el desapego no se pide, no se exige, y, sin embargo, se vive con sentimiento de abundancia y prosperidad.

viernes, 20 de junio de 2008

¡Desprográmate! ¡Sé tú mismo!

Alguien me contó la historia de un chico que se sentía infeliz y fue a visitar a un maestro para que le diera las claves para una mejor vida. El sabio maestro le dijo que se acomodara y, seguidamente, le sirvió té en una taza hasta que el líquido se derramó y cayó en el plato. El chico le preguntó el motivo por el que hacía eso, a lo que él le respondió: “Esto mismo sucede dentro de ti; si no limpias tu mente de las viejas creencias que te han llevado a la infelicidad, nunca habrá sitio para otras nuevas”.

Los hábitos, a fuerza de repetirse, se convierten en “nuestras” creencias, que consideramos inamovibles. Pero sí es posible modificarlas o sustituirlas. Para invertir nuestro patrón de pensamiento se ha de ser consciente primero de que estamos programados, como explica sabiamente Anthony de Mello en su libro Autoliberación Interior:

“Lo importante es ser capaz de darte cuenta de que no eres más que un yo­yo, siempre de arriba para abajo, según tus problemas, tus disgustos o depre­siones; que eres incapaz de mantener una estabilidad. Darte cuenta de que te pasas la vida a merced de personas, de cosas o situaciones. Que te manipulan o tú puedes manipular. Que no eres dueño de ti ni capaz de mirar las situaciones con sosiego, sin enfados ni ansiedad.
Toda esa actitud sólo depende de tu programación. Estamos programados desde niños por las conveniencias socia­les, por una mal llamada educación y por lo cultural. Vivimos por ello programa­dos y damos la respuesta esperada ante situaciones determinadas, sin pararnos a pensar qué hay de cierto en la situación, y si es consecuente con lo que de verdad somos esa respuesta habitual y mecá­nica".

"Lo que haces como hábito te hace dependiente porque te lo han programado. Sólo lo que surge de dentro es tuyo y te hace libre”.

miércoles, 18 de junio de 2008

La sabiduría, salvación del caos


En una entrevista a Deepak Chopra, realizada hace unos meses en el Portal del Coaching, http://www.portaldelcoaching.com/, afirmaba que estudiosos del evolucionismo aseguran que la etapa de la supervivencia del más apto ha de dar paso a la de la supervivencia del más sabio.

Las relaciones de lucha se sustituirían así por las de simbiosis. La confrontación, la competición (que no es más que tratar de quedar sobre el otro) dejaría paso al intercambio y al enriquecimiento mutuo.

En este sentido, presenta a la sabiduría como la salvación del caos actual.
¿No os parece una teoría maravillosa?

lunes, 16 de junio de 2008

El regalo de la vida


“Artista no es el que canta o pinta
sino el que hace de su vida un arte”.


Concha Buika (http://www.buika.net/)

Dichoso el que respira el aire, bebe el agua, pasea por la pradera, conversa, descansa, avanza y saborea todos estos placeres, sin esperar que grandes acontecimientos, notorios reconocimientos y formidables recompensas le liberen de un ansioso viaje.

domingo, 15 de junio de 2008

Entrega


“Todo lo que hice en mi vida para ayudar a los demás es solamente una gota en el océano, pero si no lo hubiera hecho al océano le faltaría una gota”.

(Madre Teresa de Calcuta)

sábado, 14 de junio de 2008

Los tiranos no sienten respeto por sí mismos


No saben que son príncipes, disfrazados de dragones. No saben que, con el tiempo, han ido perdiendo esa calidad humana con la que todos nacemos. Y como no lo saben… sufren. Los tiranos no sienten amor por sí mismos. Tan solo se sienten mal, y desean que quienes les acompañan también lo estén. Porque un tirano quiere encontrar fuera de sí lo mismo que tiene dentro, descontento, malestar.

Puedes dar con un tirano en tu propia casa, en tu trabajo y hasta en la perfumería de la esquina. Sí, ese señor con cara de pocos amigos que nunca tiene en su tienda lo que vas buscando, aunque lo tenga...

Hay tiranos de todo tipo. Están los reconocidos socialmente, a esos que se les llama “malas personas”, y aquéllos que son dóciles en determinados ambientes, normalmente en los que se sienten débiles, y que, sin embargo, si dominan un lugar más seguro para ellos se vuelven manipuladores y molestos. Éstos tampoco saben que son príncipes disfrazados de sapitos, pero lo son. Y sufren, y están descontentos con su vida, pero no saben por qué.

Van tirando, obteniendo la energía de aquellos a quienes admiran y, por ello, tiranizan. Y no saben por qué lo hacen. Quizá tan solo porque les ven felices. En algún momento de su vida sienten ciertos remordimientos por su comportamiento con sus víctimas, porque comprenden que ellos no se lo merecen, pero prefieren seguir chupando la sangre a quienes ven bondadosos, pero vulnerables. Es una manera cómoda de descargarse.
Son príncipes disfrazados de dragones y sapitos, que encontrarían su reinado tan sólo con buscar dentro de sí lo que tienen dormido.
Y es una pena que retrasen la búsqueda, porque, si lo hicieran, lograrían tener lucidez, equilibrio, seguridad, sensibilidad ante los problemas ajenos, alegría ante los éxitos, espíritu de colaboración, capacidad para contagiar emociones positivas, para motivar y contribuir a extraer lo mejor del otro, facilidad de comunicación con todos los seres humanos
y para percibir lo mejor de ellos y de sí mismos.
Gozarían de mirada limpia, rostro sereno y caminar sosegado.
Y ya no sufrirían, ni harían sufrir a nadie más.

jueves, 12 de junio de 2008

Alejandro Jodorowsky

Hay diversas opiniones sobre él. Es diferente, y esa es una de las singularidades de este escritor, cineasta y mago de la vida, que sella con originalidad todo cuanto toca.

Le conozco a través de la lectura de dos de sus libros: Psicomagia y Cabaret Místico, así como por diversas entrevistas en los medios. Sus palabras destilan experiencia, consciencia y sentimiento lúdico de la vida.
De Psicomagia destaco una frase corta pero contundente:

“El mundo es poético, chocante y vivo”.

Del prólogo de Cabaret Místico este párrafo:

“Cuando me sentí cansado de parir obras que eran sólo espejo de mis egos, abandoné durante dos años el arte. Al olvidarme de mí mismo, me cayó encima el dolor del mundo. Envueltos en su laborioso acontecer, no siendo sino pareciendo, los ciudadanos, como yo, habían perdido la alegría de vivir”.

Tras escuchar una de las entrevistas que le hizo Fernando Sánchez Dragó, en el programa “Las Noches Blancas”, extraje estas perlas, que muestran todo un tratado vital. Quizás no nos hiciera falta hacer ni saber mucho más:

“El manantial de la eterna juventud es vivir dando gracias, no pidiendo”.

“Sin humor no hay sabiduría. La personas graves son idiotas”.

“Las enfermedades son gritos de amor y de prohibición”.

“No me preocupo de ser querido u odiado. Me preocupo de amar”.

martes, 10 de junio de 2008

¿Quién se queja? Quien está fuera de lugar

Las cosas no son como son, sino como las percibimos, y nosotros no somos como somos, sino como queremos ser. Lo que va sucediendo en nuestra vida no es lo que la condiciona, sino que nuestra vida está condicionada por lo que vamos eligiendo en ella.

Entonces...

¿Hemos acertado con la misión de nuestra vida y el lugar que ocupamos en ella?

Aquí os dejo unos párrafos extraordinarios del artículo “La búsqueda de la verdad del hombre”, del filósofo Rafael Alvira, en los que reflexiona lúcidamente sobre ello:

“La verdad del hombre está, como dice Séneca, en ocupar el lugar para el que ha sido llamado: la naturaleza nos ha destinado a un lugar específico. ¿Cuál es? El de ser humano. Todos nacemos siendo hombres, pero tenemos que llegar a ser humanos. Según la Filosofía clásica la verdad se refiere al ser. Ser lo que tenemos que ser: esa es nuestra verdad; y, por el contrario, no haberlo conseguido supone que se ha vivido en la falsedad.

Ocupar el propio sitio significa tener dignidad. Muchas veces se dice: “esa persona es indigna de ocupar tal cargo”. Se puede expresar lo mismo al indicar: “ese no es su sitio”. Es digno quien está en el sitio adecuado a sus capacidades. Y eso no es nada accidental, sino que es de importancia decisiva.

Ocupar el sitio justo no tiene relevancia sólo para la persona que lo encuentra, sino también para los que están a su alrededor. Las personas que no están en su sitio o están vacías, o son vanidosas, o tienen un malhumor permanente, y todas se inclinan a una queja continua. ¿Quién se queja?: el que está fuera del lugar, real o imaginativamente”.

lunes, 9 de junio de 2008

El pasado

“Todo tiempo pasado fue anterior” (Groucho Marx )


Recuerda el pasado para aprender de tus errores y revivir tus aciertos, pero no te instales en él porque no te guste tu presente.

domingo, 8 de junio de 2008

Hacer consciente


"Cuando vives a través del ego, siempre reduces el momento presente a un medio para un fin. Vives para el futuro, y cuando consigues tus objetivos, no te satisfacen, o al menos por mucho tiempo.

Cuando prestas más atención a lo que haces que al resultado futuro que quieres conseguir con ello, rompes el viejo condicionamiento del ego.

Entonces tu hacer no sólo es mucho más eficaz, sino infinitamente más alegre y satisfactorio".

Del sanador libro El silencio habla, de Eckhart Tolle

sábado, 7 de junio de 2008

El despertar de la risa


Cuando, en una pareja, uno de los dos comienza su búsqueda interior, pueden darse varias circunstancias. En el momento en que que uno se transforma, cambia todo lo que le rodea, y, en este caso, unas veces se rompen relaciones y otras se enriquecen, precisamente por lo que comentaba en un post anterior sobre los diferentes niveles de energía o de conciencia. En mi libro, Palabras para el Bienestar, detallo, paso a paso, el proceso sufrido por ambos. Pero ahora quiero resaltar lo mucho que ayuda relativizar el momento y, sobre todo, no apegarse ni siquiera al propio despertar, sino tratar de extraer lo bueno que te aporta dentro de la situación que te toca llevar.
El sentido del humor es fundamental precisamente para relativizar. Reírse de uno mismo y de tu propio desarrollo personal te devuelve los beneficios de no aferrarte ni siquiera a aquello que estás descubriendo.

Me vais a permitir que personalice y os deje una muestra de una de las conversaciones que he tenido con mi marido (que tiene mucho sentido del humor). He de reconocer que tener a tu lado a alguien que está en un proceso de cambio y trata de comunicarlo puede resultar cargante para quien está en otra perspectiva, aunque también creo que es enriquecedor, pero, si nos reímos, todos salimos ganando:-)

Íbamos paseando por el campo (la cosa no es siempre tan bucólica ¿eh?) y le dije que se parara a contemplar el cielo y todo lo que nos rodeaba, porque ese era el ahora, precioso instante y que era todo lo que teníamos. A lo que él me respondió:
“Di que sí, vamos a disfrutar "el ahora", y si luego no tenemos para cenar, pues nos aguantamos:-). Después, entre que recordamos el momento y tal, nos entra sueño, y ya no necesitamos cenar. Por la mañana, volvemos a vivir el momento, y punto". :-)

Muerta de risa, pero yo seguía a lo mío, así que, le dije que percibiera cómo la naturaleza habla. Sabía que me exponía a otra respuesta similar, pero me arriesgué, y así fue, porque él me respondió:
“Ya ves que si habla, como que acabo de pisar un cardo y me ha devuelto un taco”. :-)
Como broche, cuando me dijo que me veía mejor últimamente, le comenté que era porque me había encontrado conmigo. “Habérmelo dicho – me indicó- porque ¡ESTABAS AQUÍ!”.
No descarto escribir un librito con nuestras conversaciones, centrado en este aspecto. Para los que conocéis a los hermanos Calatrava :-), algo parecido a ellos...

jueves, 5 de junio de 2008

"Me han dado la categoría de..."


-“Me han dado la categoría de responsable de área”.

No, disculpa, nadie te ha dado nada, ni tampoco te lo ha quitado. La categoría te la das exclusivamente tú; tienes que desarrollar una actividad, cumplir un cometido o llevar una responsabilidad, pero, incluso en el caso de que te consideres un incompetente para la labor que realizas y tu situación profesional te parezca un regalo (conseguido, quizás, por tus malas tretas) también ha sido “gracias” a ti. Si, por el contrario, quien ha actuado desacertadamente es quien te dirige, tuya será también la responsabilidad de permitirlo.

Son sólo palabras, pero con una gran carga inconsciente de victimismo, que se manifiesta igualmente fuera del terreno profesional.

- “Sin ti no soy nada”. “Si me dejas, me quedaré vacío”.

Puedes estar seguro/a de que, en ese caso, tampoco te sentías nada, y ya estabas vacío, antes de que fueras abandonado. Era egoísmo lo que te ataba a quien creías tu complemento, un apego disfrazado de amor, amor de relleno. Puedes quedar desolado y triste ante la pérdida, pero nunca vacío si tú ya estás lleno de amor.

- “Me han aprobado el examen”. “Me han suspendido”.

De ningún modo. Tu trabajo te ha llevado a aprobar o tu dejadez a suspender, pero eres tú el artífice de tal situación.

¡Despierta! ¡Entérate! Incluso en el caso de que la indolencia, inseguridad o ineficacia de otras personas hayan contribuido a que te encuentres en una situación dolorosa o complicada para ti, tuya es también la responsabilidad de tomar las decisiones precisas para salir de ella. La filosofía oriental recomienda acostumbrarse a sustituir el “me han hecho” por el “me he hecho”, aunque, por supuesto, dirigido al autoanálisis para la mejora y no a la culpa. Es un buen ejercicio para madurar.

Siempre me ha llamado la atención cuando alguien que habla sobre su elevado nivel de colesterol, junto a este dato, añade la coletilla “es hereditario” :-) Aunque lo sea, puede que haya en ese enunciado una ligera sacudida de responsabilidad sobre su alimentación o estilo de vida, al menos de cara a los demás.

Una amiga terapeuta describía en su blog cómo algunos pacientes llegan con una gran necesidad de “repartir culpas” y solicitan que se bucee en quienes han intervenido en su infancia, en su círculo de relaciones o en su país para encontrar la causa de sus males. Cuando se les indica que tienen que comenzar por ellos mismos buscan a otro terapeuta que les dé la razón :-).

El origen de esta incapacidad de hacernos cargo de nosotros se encuentra casi siempre en una gran inseguridad, en una ausencia de fortaleza interior, que impide que tomemos las riendas de nuestra vida, fijando siempre la mirada en lo externo a nosotros. Sin embargo, cuando nos sentimos capaces de solucionar nuestros problemas y lo hacemos, somos un problema menos para el mundo. Los grandes conflictos del mundo son la suma de muchas irresponsabilidades individuales.

lunes, 2 de junio de 2008

La sencillez del "ahora"

El pasado domingo estuve escuchando la conferencia que dio Eckhart Tolle en septiembre de 2007, en Barcelona, con motivo del Forum de la Excelencia, y en el contexto de la transformación de la conciencia humana. Quise haber asistido entonces porque su libro, El poder del ahora, supuso para mí un antes y un después en mi modo de entender la vida, pero no me fue posible. Mi amigo Blas (saludos si me lees) me pasó el texto íntegro de esa conferencia, pero quería escucharle directamente, así que compré el DVD que comercializa la editorial Alfaomega (http://www.alfaomega.es/).

En perfecto castellano, Tolle volvió a fascinarme por la sencillez de sus palabras y, a la vez, por la profundidad de su contenido. Explicaba lúcidamente la base de todos sus escritos: no existe otra cosa que el ahora. Buscamos estudios científicos que nos expliquen el funcionamiento del cerebro y del mundo, métodos y dogmas que nos lleven a la felicidad y nos marquen la senda hacia una vida plena, y, sin embargo, hay algo extremadamente sencillo que nos serena y que nos resulta muy difícil practicar en el día a día: la permanencia en el presente, sin que los pensamientos repetitivos nos distraigan de él. Es evidente, el ayer fue ahora y el mañana será ahora, porque lo único que tenemos es el momento en el que estamos y somos. Cuando razonamos esta idea nos sentimos bien, porque vemos con claridad que esto es así, y todo el mundo lo entiende. Sin embargo, nos cuesta retener esta evidencia mucho tiempo, mejor dicho, la soltamos en el mismo instante en que nuestra mente se dispersa en “problemas” creados por ella misma. Tolle tiene la solución. Sabe el porqué de esa dispersión. Aquí os dejo algunas de las frases (más o menos textuales), que iba anotando, a medida que le escuchaba:

Problema:

“El ser humano se identifica con los pensamientos, y no sabe que hay dentro de él una dimensión mucho más profunda”.

“Nos identificamos con el diálogo interior de lo que represento, de lo que pienso, con nuestra pequeña historia personal”.

“El falso “yo” vive en permanente estado de insatisfacción. Cree que el futuro es más importante que el presente, porque considera que le servirá para completarse, y nunca se ve lleno, creando así una enfermedad: el estrés”. Bromea diciendo que la palabra "estrés" se ha adoptado en español, porque no ha dado tiempo a crear otro término semejante :-)

Solución:

“Tienes la capacidad de ir más allá de tu pensamiento”.

“Has de llegar a un estado de alerta consciente, de inteligencia no condicionada, que te permita vivir el ahora y ser feliz en él”.

“Podrás vivir así la dimensión del mundo y la espiritual de forma paralela”.

“Vive sin interpretar el momento. Sólo vívelo”.

Los niños pequeños y los animales no están condicionados por los pensamientos, afirma. Por eso nos magnetizan, porque no vemos en ellos una mirada de juicio ni tampoco dirigida hacia el tiempo psicológico, el inventado: el pasado y el fututo.

Cita una frase que vio en la pegatina de un coche: “Dios, conviérteme en el ser humano que mi perro cree que soy”. :-)