viernes, 29 de agosto de 2008

Ocupa tu lugar


Finalizan las vacaciones y comienza la vida de horarios y exigencias. Hay obligaciones ineludibles, pero hay algo que me he propuesto, porque he comprobado que da un excelente resultado en casa, en el trabajo y en cualquier parte: ser fiel a mis deseos, y pensar, antes de hacer, si lo que me lleva tanto tiempo y esfuerzo es realmente lo que quiero y debo, o si, en algunos casos, proviene de un residuo de servilismo, cuyo origen puede ser tratar de agradar a otras personas para recibir posteriormente.
Ayudar a los demás, ponerse en su piel y sentir al otro como parte de ti es algo saludable y necesario para mantener esa unidad universal que solemos romper tan a menudo con nuestro comportamiento interesado. Sin embargo, eso no es obstáculo para convivir logrando ese punto intermedio entre la exigencia y la pasividad, sin arrollar, sin competir, pero sí expresando y realizando lo que me hace sentir bien, desde la honestidad, y con la firmeza necesaria para defender mis derechos, en los más mínimos detalles y ante las situaciones más trascendentes.

Empatía sí, pero asertividad también, porque nadie puede ponerse en el lugar del otro sin haber ocupado antes el suyo.

domingo, 24 de agosto de 2008

Ommm

Dedicamos el verano a dar el merecido descanso al cuerpo y a la mente. En el primer caso, lo solemos conseguir, salvo cuando nos forzamos a recorrer más mundo del que nos da tiempo y más madrugones de viaje programado de los que debiéramos. El cuerpo cambia de hábitos y se prepara para la nueva temporada de trabajo. Pero… ¿qué pasa con la mente? ¿Dejamos que descanse realmente? ¿O seguimos dando vueltas a las mismas cosas que nos preocupan durante todo el año? Apuesto a que no le damos tregua…

Los pensamientos no son más que pensamientos, pero les otorgamos la categoría de dueños de nosotros. Sin embargo, dejarlos pasar… observarlos, manejarlos es posible y necesario para ese respiro de la mente. La meditación, ya sea en quietud o dinámica, pero siempre consciente, nos purifica y permite que nuevas ideas abran distintas posibilidades a nuestra vida.

Y yo… daré ejemplo, y, aunque ya llevo un tiempecito de vacaciones, os dejo por unos días para hacer lo propio, con mi cuerpo y con mi mente :-)

¡Besos, y hasta pronto!

jueves, 21 de agosto de 2008

El mérito de Ser


“Es impresionante lo que puedes conseguir si no te preocupas por quien se lleva el mérito”.
(Harry Truman)

La mejor manera de vivir el momento es gozar de lo que construyes, entregándote en cuerpo y alma a ello, y sabiendo que puede ser útil para la colectividad. Creo que eso es lo que llaman amor, y se ejercita desde “el Ser”, nunca desde “el tener”.

lunes, 18 de agosto de 2008

Hacia el éxito

En una entrevista, Federico Mayor Zaragoza, Presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, dijo, entre muchas otras frases cargadas de sensatez, ésta:
“Una sociedad que aplaza la adopción de medidas es una sociedad en decadencia”.
Considero que esa afirmación puede ser aplicable también a un ámbito menos genérico, refiriéndose, por ejemplo, a una empresa que posterga decisiones necesarias, a una familia que convive en conflicto sin poner soluciones y, por supuesto, ceñirse también a la individualidad:
“Una persona que aplaza la toma de conciencia sobre la responsabilidad de su vida está destinada al fracaso”.
Creo sinceramente que quien retrasa su propia movilización interior, cuando no está satisfecho consigo mismo o con lo que le rodea, lo hace porque desconoce (y, por tanto, teme) los resultados. Sin embargo, no hay nada que temer, y sí mucho que obtener. No hay nada que proporcione más estabilidad y felicidad que ser valiente e ir en busca de ti mismo para conocer verdaderamente quien eres y lo que deseas en esta vida. Es mucho más difícil vivir escondiéndose que mirándose abiertamente. Es mucho más lastimoso buscar culpables a tus desdichas que saber que puedes elegir aquello que te va a proporcionar el verdadero bienestar.
Ese acto de valentía, que comienza desde el instante en que comprendes que sólo tienes que pensar por ti mismo, te conducirá a disfrutar de la belleza de la existencia y a llevar altivo y fuerte sus reveses, con la esperanza de que todo, absolutamente todo, incluso la muerte, tiene razón de ser.

sábado, 16 de agosto de 2008

Salir del remolino

Hace unos días asistí a un evento deportivo en una plaza de toros. A lo largo del espectáculo, el animador, muy marchoso él, nos instaba a participar haciendo la “ola”, y nosotros respondíamos, encantados, porque, en general, creo que todos tenemos muchas ganas de juerga. Así que… si nos pedía tres olas, revoltosos… hacíamos ocho. Durante esta movilización, me llamó la atención algo. Estaba la plaza casi llena, salvo un tramo en el que había sólo dos personas. En una de esas “olas” me detuve a comprobar si esa pareja que no estaba mezclada con la masa hacía también esos aspavientos, y sucedió lo que me temía… no se inmutaban. Reparé entonces en que, paradójicamente, la masa estaba siendo más libre (entre comillas) y, a la vez, más dirigida, pero, en este caso, para salir del remolino de las costumbres. Nos sentíamos niños, y lo hacíamos en comunión con personas de todas las edades. La pareja que permanecía inmóvil se había mantenido en el mundo de lo normal (no digo dónde fue, por si me escriben diciéndome que me he colado por completo :-), quizá porque no podía confundirse con el gentío. El sentido del ridículo… supongo que tendría la culpa.
Creo que, en general, cuando nos desmarcamos y rompemos la rueda de las costumbres, salimos de la lógica, de lo común, de lo conocido… estamos contribuyendo a nuestra sanación. Cualquier acto cotidiano puede ser creativo: alterar el orden de los objetos que nos rodean, transitar por diferentes calles para ir al mismo lugar, plasmar en el papel una idea que nos ronda por la cabeza, y siempre cuestionárnoslo todo. Como indica el creativo Agustín Medina, en su libro Ideas para tener ideas, “La creatividad está siempre en las preguntas atrevidas, más que en las respuestas concretas”.

martes, 12 de agosto de 2008

Me respeto, me respetan

Lo que uno piensa de sí mismo es la imagen que proyecta y eso es también lo que recibe. Como te tratas, te tratarán. Si te respetas, todos te respetan, y si te respetas podrás respetar a todos y a todo.
Si pierdes la dignidad, faltándote el respeto, es porque cargas con la idea culpabilizadora de que si no cedes a los requerimientos de otros, incluso a costa de llegar a ser infiel a ti mismo, dejarán de quererte.
Y es justo lo contario…

sábado, 9 de agosto de 2008

Las ventajas de no reaccionar

"¡Qué a gusto me he quedado! Después de lo impertinente que se ha puesto, le he dicho cuatro verdades y me he quedado nuevo…".

Eso es porque no has probado a hacer un pequeño paréntesis entre lo que te ha molestado y tu respuesta. Creo que fue Buda quien nos recordó aquello de que si otros son los que hacen mal, ¿por qué nos sentimos mal nosotros? ¿No deberían sentirse mal ellos?

Las personas más débiles (con un ego más potente) reaccionan rápidamente ante lo que consideran una ofensa, porque así podrán mantener esa “fuerza” viva, de la misma manera que es también enérgico el ego de quien provoca el conflicto. Su identificación con lo que piensan, lo que creen confusamente que son, les sitúa en el campo de batalla ante cualquier circunstancia en la que creen salir perjudicados. Sin embargo, guerra más guerra sólo puede originar una guerra más cruel.

Es de sabios permitir que el enojo, la rabia o el dolor que procede del exterior queden fuera de nosotros. Inicialmente, los sentiremos, aún cuando no les demos expresión externamente e, incluso, aunque los dejemos pasar; pero, poco a poco, dejarán de ser emociones negativas, para convertirse en circunstancias observadas. Podemos resolverlas con palabras, igualmente, si es lo que deseamos, pero siempre esperando un tiempo para el análisis.

No reaccionar no es “pasar” de quien provoca una situación que te molesta, sino comprenderle, desde la mirada atenta y consciente. No culpar a la persona en su totalidad, sino considerar que, en ese momento, ha mostrado una actitud concreta, por la causa que fuera, que nada tiene que ver con su ser esencial.

A modo de bumerán, es muy probable que, mediante este ejercicio de consciencia, obtengas muchas ventajas, y la primera, que resulte difícil estar en medio de conflictos, porque tu "no reacción" irá debilitando, en silencio, el ego de quien reclamaba tu respuesta airada, quizás para encontrar fuera lo mismo que sentía dentro.

jueves, 7 de agosto de 2008

Consejero psíquico, una nueva figura de ayuda a la humanidad

Hola, amigos: aquí os dejo una entrevista, publicada en "La Contra de la Vanguadia", que me ha facilitado mi amigo Pau-Marc, una de las personas entrañables que escribía en el Blog del escritor Álex Rovira, hace unos años, en el que también me inicié yo en esto de abrir el alma a través de las palabras.

He marcado en negrita las frases que me parecen más significativas y sabias. Deseo que la disfrutéis tanto como yo:

Tom Heckel, consejero psíquico

"Empecé a gritar por la calle: ´¡Todos somos uno!´

"VÍCTOR-M. AMELA - 05/08/2008

Tengo 64 años. Nací en Washington y vivo en los Andes chilenos. Fui prófugo de la guerra de Vietnam, huí de mi país y me transformé en la India. Hoy soy consejero psíquico. Estoy separado y tengo una hija, Shanti (35). ¿La política? Telenovela. ¿Dios? Conciencia cósmica.

La gente le pregunta cosas.
Me preguntan acerca de ellos mismos, de sus anhelos, angustias, miedos, deseos...

Y usted ¿qué hace?
Escucho. En lo que me cuentan identifico la esencia de su conflicto... y percibo cómo podrían gestionarlo en su beneficio. Es un sentimiento que acto seguido formulo en palabras, en forma de consejo.

¿Y funciona?
Siempre les ayuda, sí. ¡Pero yo no hago más que leer la respuesta contenida en la pregunta que me traen! Todos llevamos encima el problema y su solución.

¿Sí? ¿Y cómo hace usted para verla?
Accedo a cierto estado de conciencia que conecta con la conciencia del que pregunta más allá de su raciocinio.

¿Eso es algo que hace usted a voluntad?
Sí, desde hace casi 40 años, pero cada vez con más facilidad y precisión, por práctica.

¿Cómo descubrió esa facultad?
En Katmandú, a fines de los años sesenta, espontáneamente experimenté una modificación de conciencia desde la que vi a las personas como esferas de luz interconectadas, y sentí que todos somos uno, y sentí un amor infinito por todo...

¿Tomó alguna sustancia psicoactiva?
¡No! Sucedió tras robar un paquete de incienso a un indio indigente. Verá, yo era cleptómano desde pequeñito, ¡robar me daba placer, era mi desafío...! Pero aquel día, no sé por qué, me di la vuelta y devolví lo robado a aquel pobre hombre. Y, súbitamente, algo cambió en mi estructura psíquica.

Compasión...
Sentí que por mi coronilla expulsaba una corriente oscura y que después entraba una luz dorada que bañaba cada célula de mi ser. ¡Qué amor, qué felicidad!

Un clásico arrobo místico.
Rebosante de gozo, empecé a gritar por la calle "¡Todos somos uno!", traspasado por una gran alegría y sensación de divinidad.

Uh, no sé qué diría un psiquiatra...
Ah, si eso me pasa en una calle de Nueva York, me encierran, me diagnostican esquizofrenia y me reencauzan con fármacos.

¿Y allí nadie le dijo nada?
No, porque por las calles de la India circulaban miles de locos, allí son parte de la normalidad. Mis amigos sí se inquietaron un poco. Pero entendieron que algo se había despertado en mí. Y empezaron a hacerme preguntas metafísicas. Y yo respondía desde un conocimiento al que me había conectado.

¿Era usted creyente?
No, no tenía ningún interés espiritual, sólo creía que la guerra de Vietnam era una salvajada en la que no quería participar. Y así lo había declarado, al ser llamado para alistarme, ante un oficial que montó en cólera mientras gritaba: "¡Si no estás dispuesto a luchar por tu país, no vivas aquí!". Y le hice caso: me largué de Estados Unidos.

¿Para irse a la India?
No, por aquel entonces ni se me ocurrió: fui a Europa, a buscarme la vida. Acabé desplazándome a Grecia, de allí a Turquía... donde conocí a un grupo de hippies que iban a la India, porque había buen rollo, montañas, buena hierba... Me uní a ellos, y así fui allí.

¿Y qué descubrió en la India?
Esa esquizofrenia creativa, esa exploración psíquica. Descubrí que conectaba con una conciencia no asociada a mi individualidad. ¡Me asombró que esa energía poderosísima me atravesara sin destruirme...! Aunque a punto estuvo de matarme.

¿Por qué?
Yo había lanzado al aire mi pasaporte y mi dinero, y peregrinaba por los caminos de la India. Vivía sólo de lo que me daban, tan abandonado a mis éxtasis que descuidaba mi cuerpo, mi salud física... y estuve al filo de la muerte varias veces.

¿Qué le salvó?
Unos santones hindúes me vieron y me llevaron con ellos a la selva. Durante un año me enseñaron a meditar, de tal modo que aprendí a conducir esos raptos místicos a voluntad, a entrar y salir de ellos. Sin ese aprendizaje yo hoy estaría muerto, seguro.

¿Qué hizo luego?
Vagué por la India, hasta irme a vivir durante meses a una cueva en la cordillera del Himalaya. Ahí, a punto de morir de inanición y frío, ya fuera del cuerpo físico, entendí que debía regresar para ofrecerme a los demás. Y eso hice.

Una historia exótica.
Integré mi locura y la hice útil. Y aquí estoy: todo fue bien cuando entendí que no debía sentir miedo ante lo que me pasaba, sino sólo gratitud. Es un consejo válido para ti, para todos: cada mañana, al despertarte, siente gratitud por estar vivo y por todo lo que tiene tu vida. ¡Al cabo del tiempo todo alrededor mejorará, ya lo verás! ¡Gracias!

Tras 40 años de escuchar consultas, ¿qué ha aprendido de la gente?
Que mucha gente sensible está despertando a un umbral de transformación, a otra perspectiva... A la pura compasión, ¡la energía más fuerte del universo!

Si no hubiese dejado su país, ¿quién cree que sería usted hoy?
Estudié Económicas y Derecho, y hoy sería un profesional de éxito, con una gran casa, coches, lujos, bienestar... pero infeliz, seguro. Ahora soy pobre y soy feliz, porque me siento parte de un plan divino en el que desempeño mi porción con alegría y confianza.

¿Ha logrado usted la perfección?
¿Lograr? La perfección es la aceptación de lo existente.

Generación JFK
Pertenece a la generación que sintió que el mundo se oscurecía el día del asesinato de JFK, "que nos sumió en una gran desilusión y depresión". A su vuelta de la India se instaló en Canadá y a su alrededor se arremolinó un millar de seguidores que bebía de sus palabras. Un día les dijo: "Tenéis dependencia de mí. ¡Largaos!" Hoy vive en Chile, y por su casa desfila gente de todo el mundo para consultarle de todo. Él les ayuda a encontrar salida a sus nudos psíquicos. "Vienen muchos psiquiatras, psicólogos y médicos a hablar conmigo, y aprendemos todos", me cuenta. En Baba Om. Una odisea mística (La Llave) explica su vida y propone que recuperemos conciencia de lo sagrado de la vida.

martes, 5 de agosto de 2008

El Ser de nuestros hijos


“Los hijos de todo el mundo son especiales, no entiendo de dónde salen tantos adultos mediocres”.
(Frase de la película Code 46)
Mi hijo está en esa edad en la que escucha música mientras come, mientras ve la televisión, mientras estudia, cuando se va a la cama y cuando se levanta, en el móvil, en el MP3, en el ordenador… Me gusta que se aficione a la música, porque, además del placer que supone para los sentidos, acrecienta la sensibilidad. Sin embargo, me pregunto si los adolescentes, que aún están en tierra de nadie, que están forjando su personalidad, no encontrarán en la música, también, un modo de evadirse del mundo que les estamos presentando los mayores. Esta es la musica que les llega de nosotros:
“Deja eso ya, niño”; “Como sigas así, no llegarás a ninguna parte”; “Fíjate lo bien que lo hace el hijo del vecino”; “Nunca recoges tus cosas”; “Calla que no oigo las noticias”. Y en las noticias… la crisis, la violencia, la contraposición, y… bueno… los deportes, que hasta los presentadores necesitan como colofón de tanto desastre. ¿Os habéis fijado cómo sonríen los presentadores del telediario cuando aparecen los de los deportes? Es porque ellos también demandan un cambio de ritmo…
¿Cómo no van a querer distraerse los adolescentes con la música?

Debemos orientarles, marcarles unos límites para que sean personas más seguras, y permitirles que se equivoquen para que aprendan y evolucionen, pero también tenemos la obligación de darles ejemplo de atención real, dirigiéndonos a ellos por lo que SON, seres de luz, que hemos traído a este mundo para colmarles de amor, y no para juzgarles permanentemente por lo que hacen. En realidad, nacen sin opinión respecto a este mundo y la toman de imágenes desafortunadas. Debemos esforzarnos por darles una buena educación académica, pero, sobre todo, buenas lecciones de vida. Difícil, lo sé, pero no imposible. Y la mejor manera de hacerles felices es siéndolo nosotros. De lo contrario, probablemente estaremos creando legiones de futuros adultos mediocres.

domingo, 3 de agosto de 2008

Cielo en la tierra


“Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad”.

Fiodor Dostoievski

Instante de unión con lo divino en este mundo, armonía en la que todo está en el tiempo y lugar precisos, sin que exista tiempo ni lugar.