sábado, 31 de octubre de 2009

Zapatero, a tus zapatos (II)


(Continuación de la entrada anterior)

He llevado las botas esta mañana, he aplicado la Opción C. Me ha dado una solución idónea, que no se me había ocurrido y, cuando le he dejado otro pequeño encargo, me ha dicho:
"Esto ya te lo regalo" ;-)
La primera de estas dos entradas la han leído dos personas delante de mí. Una ha dicho:
"¡Vaya comedura de tarro para ir al zapatero!".
La otra:
"Uhmmmm, no nos damos cuenta de estos pequeños detalles, pero son los que nos llevan por mal o por buen camino".
Diferentes puntos de vista, distintos modos de pensar... De las relaciones entre personas con diferentes percepciones de la realidad surgen los conflictos, en los que el tacto, la empatía y el uso de la inteligencia para el manejo de las emociones facilita mucho las cosas.
Añado este precioso vídeo que nos ha traido Pazzap en uno de sus comentarios:

viernes, 30 de octubre de 2009

Zapatero, a tus zapatos

(No, no me refiero aquí a José Luis Rodríguez... :-) Me aburre la política, tal y como está hoy día planteada, aunque bien podrían aplicarse los políticos lo que os cuento ahora).

Es fundamental aplicar la inteligencia emocional en la convivencia, porque influye definitivamente en que las cosas vayan bien o mal. Y eso ocurre en todos los niveles, desde las relaciones personales hasta las que tienen lugar en los negocios, en los hogares, en las naciones... El torpe manejo de las cosas que nos (con)mueven puede llegar a desencadenar nada menos que guerras en las que, partiendo de decisiones majaderas, que provienen de barullos emocionales, se llega a escenarios desastrosos.

Pongo un simple ejemplo de "andar por casa" (nunca mejor dicho, porque las protagonistas de este relato son unas botas):
Observaba esta mañana el deterioro de los tacones de mis botas preferidas y he pensado en llevarlas al zapatero para ver si puedo sacarles algo más de rendimiento. Mientras las metía en una bolsa, he reflexionado sobre el carácter de mi zapatero y he pensado en que, dependiendo de mi forma de abordarle, el resultado podría ser bien distinto:

OPCIÓN A:

- “Mira, traigo estas botas con el tacón pelado, pero creo que si les aplicas un tinte, tal vez pueda seguir usándolas”.

- “Que va, estas botas están para tirarlas”.
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. Mi entrada denota falta de educación y ausencia de respeto por su profesión, porque voy a lo mío, sin saludarle y anticipándole lo que debe hacer, sin contar con su opinión de especialista.

.Su respuesta, lógicamente, no va dirigida a las botas, sino a mí :-)

OPCIÓN B:

- “Hola, buenas tardes. Traigo estas botas para que las eches un vistazo, pero me da a mí que están para tirarlas”.

- " Buenas, sí, no creo que te duren mucho según las traes".

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. Al menos, he saludado, y, por eso, él me corresponde. Sin embargo, con la negatividad y desconfianza que quiero dejar el encargo, así se me devuelve.

. No le doy opción a expresarse, porque prácticamente le dicto la solución. Así que obtengo exactamente lo que he proyectado yo. ¡Y luego decimos que nos hacen esto o aquello…!.

OPCIÓN C:

- "Buenas tardes, Paco. Traigo estas botas para que me des tu opinión de experto sobre lo que podría hacerse con ellas porque quiero darles un poco más de uso. Las tengo mucho cariño, además de que no está la cosa para tirar nada".

- "Buenas tardes, Concha. Pues no, no estamos para tirar. Creo que podríamos ponerles una pieza y seguro que te duran un añito más".

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. Le saludo, dirigiéndome a él por su nombre, y así me responde él, amablemente. Le solicito su opinión de experto, porque realmente él es quien sabe sobre ello. Le informo de los motivos por los que aún no las he tirado.

. Así que se eleva su autoestima, porque se ve necesario y, además, empatiza conmigo al confiarme a él personalmente en los motivos de mi petición.

Con la opción C salgo satisfecha, con el problema resuelto.

El zapatero, reforzado y con trabajo.

Es un simple ejemplo, pero tratad de trasladarlo a cualquier otra situación de trato o convivencia, veréis como no cambia mucho la esencia del asunto. Cuando hay confianza, las cosas son algo diferentes, porque ahí juega un papel importante la lucha por el poder de la razón. A ello me referiré en otra entrada.

Prometo añadir a esta entrada el desenlace… incluso, aunque no haya dado con la opción adecuada :(- . ¡Yo lo que quiero es recuperar mis botas!

miércoles, 28 de octubre de 2009

Como el humo de ese tren...


Mientras esperaba a mi hijo este mediodía, escuchaba en la radio del coche una canción de Fito, “Antes de que cuente 10”:

“Puedo escribir y no disimular,
es la ventaja de irse haciendo viejo.
No tengo nada para impresionar
ni por fuera ni por dentro.

(…)

No voy a sentirme mal
si algo no me sale bien.
He aprendido a derrapar
y a chocar con la pared ,
que la vida se nos va
como el humo de ese tren,
como un beso en un portal
antes de que cuente 10”.

Tan cierto...

La experiencia, la expansión de la conciencia -tiempo atrás contraída, aturdida y engañada- te lo dice: no hay nada que demostrar, nadie a quien impresionar, nada que temer…

Sólo vivir. Disfrutar de la grandeza de lo instantáneo e ilimitado. Vida sencilla, bella, frágil, amiga y maestra… a golpe de punzada y calor.


sábado, 24 de octubre de 2009

Alegría universal

Acaba de llegarme este vídeo y quiero que esté presente en este blog, porque refleja la alegría y la fusión de la humanidad recorriendo el mundo:

¿Acaso esto es amor?


Cuando utilizamos a las personas, en función de nuestras necesidades, para que nos sirvan como objetos de consecución de nuestros propósitos, puede que un día nos encontremos como objetos, sólos y abandonados.
Hay muchos ejemplos de ello:

-Cuando queremos a los hijos sólo como un elemento de realización personal ejerciendo manipulaciones varias sobre ellos y, una vez que ya no nos sentimos sus salvadores (no alimentan nuestro ego), se esfuma ese interés y “amor” de antaño.

-Cuando pretendemos que nuestra pareja nos saque del aburrimiento vital, nos proporcione aquello de lo que carecemos y nos acompañe únicamente para no sentirnos solos.

-Cuando adoramos a un jefe para conseguir un puesto o un renombre, y se da el caso de que el jefe es degradado y entonces le negamos hasta el saludo.
-Cuando tratamos con exquisita amabilidad a nuestros clientes, pero les engañamos en precio o en calidad.

-Cuando adulamos a un “amigo” para obtener de él un pago por esas alabanzas, y dejamos de “admirarle” y le abandonamos cuando hay alguien que nos sirve más y mejor para nuestros planes.

Si regalamos globos de “amor”, vacuidad y egoísmo envasados en falso cariño, eso es, en el mejor de los casos, lo que obtendremos. Y es que…
"Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie."

(Thomas Jefferson)
Ahora bien, algo muy distinto es obtener aprendizaje consciente del prójimo, porque si esa es nuestra intención también la será ofrecer el nuestro. Eso sí es amor:

"Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él".
(Ralph Waldo Emerson)

jueves, 22 de octubre de 2009

FLUIR


El best seller Fluir, de Mihaly Csikszentmihaly (profesor de psicología en la universidad de Chicago) desmenuza con maestría la Psicología de la felicidad, como reza su subtítulo. La obra analiza lo que denomina “estados de experiencia óptima”, “momentos en los que uno se siente poseído por un profundo sentimiento de gozo creativo”, llegando a un estado de conciencia que denomina flow, fluir. He ido refiríéndome a él en las últimas entradas; ahora os dejo algunas de las frases y párrafos que he señalado durante su lectura:


“La irracionalidad adulta es, a menudo, el resultado de las frustraciones infantiles”.

“La civilización se construye sobre la represión de los deseos individuales”.

“Las personas que saben controlar su experiencia interna son capaces de determinar la calidad de sus vidas, eso es lo más cerca que podemos estar de ser felices”.

“En ciertos momentos de la historia, las culturas han dado por sentado que una persona no era totalmente tal hasta que aprendía a dominar sus pensamientos y sentimientos. (..) En otros periodos históricos, como el que ahora estamos viviendo, la capacidad de controlarse a sí mismo no se tiene en tal alta estima. A las personas que lo intentan se las considera ridículas. (...). Pero dicte lo que dicte la moda, parece que los que se toman en serio dominar lo que dice su conciencia viven una vida más feliz”.

“La forma y el contenido de la vida dependen de cómo utilicemos la atención”.

“La conciencia es información intencionadamente ordenada”.

“Es al estar totalmente involucrados en cada detalle de nuestras vidas, sea bueno o malo, cuando encontramos la felicidad, no intentando buscarla directamente”.

“Contrariamente a lo que creemos normalmente (...) los mejores momentos de nuestra vida, no son momentos pasivos, receptivos o relajados (...) Suelen suceder cuando el cuerpo o la mente de una persona han llegado hasta su límite en un esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil que valiera la pena”.

“Cada uno tiene una idea, aunque sea vaga, de lo que le gustaría conseguir antes de morirse. Lo cerca o lo lejos que lleguemos a conseguir este objetivo se convierte en la medida de la calidad de nuestra vida; si al menos lo hemos conseguido en parte, sentiremos felicidad y satisfacción”.

domingo, 18 de octubre de 2009

Inteligencia creativa


Hace unos minutos, he leído esta entrada en el extraordinario blog Plano Creativo, con el título: “Demostrar que la inteligencia y la creatividad van de la mano”:

"Ken Robinson: Gran parte del trabajo que realizo con algunas organizaciones consiste en demostrar que la inteligencia y la creatividad van de la mano. Estoy convencido de que no se puede ser creativo y no actuar inteligentemente

¿Cuál cree que es la forma más elevada de inteligencia?

Ken Robinson: Pensar de manera creativa

El Elemento, descubrir tu pasión lo cambia todo".

Cuando vivía de una manera más superficial, antes de leer este tipo de textos o incluso de haber indagado en mí, siempre decía que la gente buena es inteligente, porque saben qué hacer y qué no para no dañar a otras personas. Más tarde supe que el sentido del humor es otra de las grandes potencias de la inteligencia; sólo hay que ver cómo contribuye a alegrar la vida de tantos.

Ahora comparto también esta teoría de Ken Robinson. Las personas creativas nos hacen vibrar y nos inducen a seguirlas y a tratar de aplicar nuestra inteligencia para aportar belleza y hacer que el mundo avance.
El progreso está hoy día muy ligado a la creatividad, y la buena noticia es que todos somos creativos.

jueves, 15 de octubre de 2009

Consciencia/Inconsciencia




En los últimos años he visto claramente la interrelación pensamiento-realidad.

Antes, este fenómeno también se daría, pero no era consciente de ello. Estaba demasiado preocupada por resolver los conflictos que creaba mi pensamiento :-).
"Todo lo que experimentamos -gozo o dolor, interés o aburrimiento, se representa en la mente como información. Si somos capaces de controlar esa información, podemos decidir cómo será nuestra vida. El estado óptimo de experiencia interna es cuando hay orden en la conciencia. Esto sucede cuando la energía psíquica (o atención) se utiliza para obtener metas realistas y cuando las habilidades encajan con las oportunidades para actuar".

lunes, 12 de octubre de 2009

Revolución espiritual


“El cambio espiritual más grande es liberarse del miedo y desarrollar la confianza”.

“El miedo personal se expande hasta la inseguridad social y política. De modo que el primer paso hacia la revolución espiritual consiste en observar en nuestras vidas el fenómeno del miedo”.


(Citas de Satish Kumar, escogidas del artículo “La vía de la sencillez elegante”, en la revista Mente Sana , nº 52).

viernes, 9 de octubre de 2009

Palabras de Vida


Una entrada del blog de Joman, que también participa con sus comentarios en este blog (esto es lo que se denomina interactu- (o -accio)-ar , hablaba del proceso de reconocimiento a través de las palabras. Añadí a esa entrada un comentario con el párrafo del artículo “Errores”, de Juan José Milllás, que guardo desde hace tiempo, y que versa sobre los enigmas de las palabras. El artículo completo fue premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes 2002. Me conmovió leerlo en su día, y sigue haciéndolo ahora:

"El corazón mata, pero las palabras también. Si a usted, por ejemplo, le asignan la palabra mujer, corre el peligro de perecer a manos de un marido (llevamos 38 mujeres muertas en lo que va de año). Y si le asignan el término inmigrante, tiene bastantes posibilidades de ahogarse al cruzar el Estrecho en una balsa. Vamos al cardiólogo cuando nos duele el corazón, pero no se nos ocurre acudir al gramático cuando nos duele la vida. Y hacemos bien, porque lo cierto es que cada uno debería ser su propio gramático. Acabo de comprar una novela titulada Cuando éramos mayores, de Anne Tyler (Alfaguara), cuya primera frase dice así: 'Érase una vez una mujer que descubrió que se había convertido en la persona equivocada'. No puedo decirles cómo sigue porque llevo varios días intentando digerir ese comienzo tan terrible como esperanzador".

miércoles, 7 de octubre de 2009

Gestos de Amor



“Un acto de amor, de generosidad o afecto, por insignificante que parezca, contribuye a crear un espacio armonioso, relajado y gozoso en el que la persona o personas receptoras de ese amor descubren el que tienen dentro de sí y ven, por tanto, la posibilidad de repartirlo entre otros. Se forja, de esta manera, una cadena de cordialidad en la cual a veces no obtienes la respuesta del eslabón al que has entregado tu amor, pero seguro que te llegará por cualquier otra parte. La vida es un boomerang; antes o después, de forma directa o indirecta, recoges lo que has sembrado. La vida te rocía con el mismo tipo de especia que has ido espolvoreando”.

A veces... basta con una mirada en un lugar aparentemente frío:

“A ninguno se nos escapan, por ejemplo, las miradas huidizas cuando viajamos en cualquier medio de transporte en el que hemos de estar a un palmo de personas desconocidas; cuando, casualmente, se cruzan las miradas, el cambio de dirección de los ojos es instantáneo. Seguro que todo sería más fácil si las aguantáramos; probablemente, ese instante de conexión, de intercambio con un “extraño” podría acercar los mundos de personas necesitadas de afecto”.

(Fragmentos de mi libro Palabras para el Bienestar)


Nota: Me ha sugerido esta entrada una fotografía de un blog que sigo, el de Victoriano Izquierdo, un joven talento de 18 años con inquietudes: http://lacomunidad.elpais.com/pixel-fugaz/2009/9/30/miradas-metro

sábado, 3 de octubre de 2009

Educar para la felicidad


Estos días, como veis, estoy más parlanchina, pero todo lo que voy escribiendo corresponde prácticamente al mismo tema: emprender, perseguir tus sueños y disfrutar de tus dones. Ahora, que me he despertado antes de lo normal, me apetece compartir con vosotros una reflexión que, de lo contrario, hubiera quedado aprisionanda entre mi cabeza y la almohada… :-)

Aunque muchas veces sentimos que nos equivocamos como padres, y seguro que lo haremos (pero recordemos aquello de lo “terrible” de equivocarse de una de las anteriores entradas…), creo que esos pequeños esfuerzos que todos hacemos por comprenderles y ayudarles van dando sus frutos. En enero de este año publiqué esta entrada: La música, puente entre generaciones, una de las que más me gustan, y que me surgió de lo más profundo. En ella cuento cómo mi hijo sacó mi vieja guitarra del trastero, la limpió, la puso las cuerdas y la afinó. Es imprescindible que leías esta entrada, clicando en el título o AQUÍ , para sacarle el jugo a la que ahora he escrito.

Pues bien, desde entonces he ido comprobando cómo perseguía su anhelo, tocando su bajo, empapándose de tablaturas, adecentando el local en el que ensayan..., hasta que un buen día fue reclamado por otro grupo musical, distinto al inicial, formado por chavales con algo más de experiencia que él. Este verano dieron su primer concierto, entre otros cuantos grupos del pueblo (me encanta ver que la juventud tiene inquietudes que van más allá del botellón). Mientras les escuchaba, con el vello de punta, pensaba en la importancia de alentar sus aficiones y respetar el enfoque que quieren dar a su vida, siempre que tengan un objetivo (lo mismo sucede en su desarrollo académico y profesional; no me cansaré de repetir la importancia de dejar que elijan lo que les haga felices, sin pensar en las famosas “salidas”, que luego pueden ser encerronas. De eso hablaré en otra entrada, porque tiene “miga”. Si están centrados en lo que desean, ellos mismos encontrarán las salidas a su medida).
Me siento orgullosa de haberle alentado con mi ejemplo, en el sentido de que si te enfocas hacia algo que te apasiona con entusiamo puedes conseguirlo, y da igual el éxito social, si para ti ya lo es. Cuando veo su evolución con el bajo, siento que lo de menos son los discursitos que haya podido darle, porque ellos se abstraen hasta llegar a derivar tus palabras en un “bla, bla, bla”, sino el mensaje que les trasmites cuando comprenden que tu esfuerzo e ilusión te han llevado a ser más feliz. Lo importante es lo que ven, y si por algo me gusta haber evolucionado es porque, al igual que tantas personas que lo van haciendo (entre ellas vosotros, porque de lo contrario no aguantaríais mis “charletas” :-), estamos preparando el terreno para que las generaciones que nos siguen confíen en que las cosas pueden ser de otro modo, que hay más vida que las crisis y las pandemias, y que ellos tienen en sí mismos el mayor de los tesoros, el de su infinita energía para continuar siendo lo que fueron al venir a este mundo: seres de luz, completos y felices.
(Ahora sólo me queda preguntarle a mi hijo si me permite poner una foto del concierto. Si no aparece hoy… ¡es una señal de que ya me estoy pasando de ponerle en el punto de mira! ;-).

viernes, 2 de octubre de 2009

Inseparable dúo

Últimamente todo lo que cae en mis manos me recuerda que nuestra misión en la vida, que estará relacionada con aquello para lo que nos sintamos capacitados (lo que tenemos para ofrecer), debe estar basada en dos principios, en los que creo absolutamente:

- Pasión.
- Finalidad de servicio.

Son dos ingredientes imprescindibles para el éxito, porque si uno de ellos no se tuviera en cuenta, nuestro proyecto fracasaría, y cuando hablo de proyecto no me refiero sólo a un asunto puntual, sino también al mismo proyecto de vida.

Si desarrollamos algo con pasión, pero lo hacemos con afán de protagonismo o por mero egoísmo, para llenar nuestro vacío, y sin tener en cuenta el beneficio que pueda suponer hacia el exterior, la idea morirá o será tan pobre que terminará extinguiéndose, algunas veces con la peor de las derrotas: la misma pérdida de ilusión que creíamos tener.

Pero si nuestro afán de servicio no se sustenta en el respeto por uno mismo, mediante el desarrollo de las propias habilidades (de nuestros dones innatos), seguramente, en un momento determinado, nuestras fuerzas se agotarán, porque nos hemos desatendido demasiado. Si profundizamos verdaderamente en esa dejadez de nuestra persona en pro de los intereses de otros, tal vez nos encontremos con el mimo egocentrismo del punto anterior, esta vez disfrazado de servilismo.

Somos cocreadores del mundo, pero inicialmente debemos recrearnos, llenarnos de nosotros para poder servir honestamente a los otros.

jueves, 1 de octubre de 2009

Lo "terrible" de equivocarse


Tras El código del dinero (libro que no me cansaré de recomendar), estoy leyendo, sin buscarlo, sino porque “casualmente” una amiga me lo puso sobre la mesa, otro con un planteamiento parecido. El título es De empleado a millonario, con el subtítulo “Lo que no te enseñaron en la escuela acerca del dinero”. Sé que un título tan directo, en el que se habla de millonarios y dinero puede “tirar para atrás” a los lectores de un blog de corte metafísico como éste, pero el contenido, al igual que el del primer libro comentado, va directo a la conciencia y la profundidad del ser humano, habla de la ley de la prosperidad y, sobre todo, de la intención de servicio a la humanidad en cualquiera de las acciones que emprendamos. También desde mi punto de vista, esa es la base de cualquier proyecto, sea de la magnitud que sea.

Quiero compartir con vosotros algunas líneas de este libro sobre la dificultad para ser uno mismo como consecuencia de la educación que hemos recibido, en un entorno “regido por un catálogo de principios concebidos para mantener el orden (...) en lugar de unas bases que asegurarían un ambiente que sustentara el aprendizaje natural de los estudiantes”. Estos son algunos de los concisos y certeros ejemplos que indica su autor, Gregory Cajina, referidos a este aspecto:

-“Se enseña a tener un horario rígido (..) con pausas para comer, aunque el ritmo biológico de la persona sea diferente.

- Se recompensa la capacidad de memorizar (no necesariamente comprender, no necesariamente cuestionar, debatir o analizar).

- Se muestra que aquel que atiende en clase y se porta bien (portarse bien: callar, no cuestionar la visión del maestro, no moverse) tendrá más puntos.

-Se establecen unas bases de competencia entre compañeros y, por tanto, la percepción de que el máximo premio representa un recurso finito, y por consiguiente, escaso. Esa visión se emulará posteriormente en la vida profesional: para que yo gane, alguien debe perder.

- Fomenta la individualidad.

-El objetivo final del sistema no es aprender a ser y pensar de manera independiente, sino estudiar y aprobar.

En las escuelas aprendemos lo terrible que es equivocarse: un error, un punto menos. Más errores, menos puntos. Muchos errores, fracaso monumental.

¿Es así como los humanos aprendemos de manera natural?”

Reflexionemos...