miércoles, 7 de octubre de 2009

Gestos de Amor



“Un acto de amor, de generosidad o afecto, por insignificante que parezca, contribuye a crear un espacio armonioso, relajado y gozoso en el que la persona o personas receptoras de ese amor descubren el que tienen dentro de sí y ven, por tanto, la posibilidad de repartirlo entre otros. Se forja, de esta manera, una cadena de cordialidad en la cual a veces no obtienes la respuesta del eslabón al que has entregado tu amor, pero seguro que te llegará por cualquier otra parte. La vida es un boomerang; antes o después, de forma directa o indirecta, recoges lo que has sembrado. La vida te rocía con el mismo tipo de especia que has ido espolvoreando”.

A veces... basta con una mirada en un lugar aparentemente frío:

“A ninguno se nos escapan, por ejemplo, las miradas huidizas cuando viajamos en cualquier medio de transporte en el que hemos de estar a un palmo de personas desconocidas; cuando, casualmente, se cruzan las miradas, el cambio de dirección de los ojos es instantáneo. Seguro que todo sería más fácil si las aguantáramos; probablemente, ese instante de conexión, de intercambio con un “extraño” podría acercar los mundos de personas necesitadas de afecto”.

(Fragmentos de mi libro Palabras para el Bienestar)


Nota: Me ha sugerido esta entrada una fotografía de un blog que sigo, el de Victoriano Izquierdo, un joven talento de 18 años con inquietudes: http://lacomunidad.elpais.com/pixel-fugaz/2009/9/30/miradas-metro