La cantante Concha Buika brilla allá donde canta o deja salir de su boca palabras llenas de humanidad y respeto por sí misma y por el mundo. Ya le dediqué esta entrada, en su día: Concha Buika, Vida Vivida . Hoy, en la entrevista concedida a La Contra, deja caer frases como las que entrecomillo en esta entrada, que curan el alma y despiertan a la vida. Creo, como ella, que quien supera el victimismo comienza a “fabricarse una historia maravillosa”. El victimismo hace daño a quien lo sufre, pero también esparce mucho dolor fuera de sí:
“El victimismo es una cara de la culpabilidad. Eres víctima hasta que la edad, el estómago o la conciencia te obligan a crecer”.
“Me comprometí a quererme, cuidarme, honrarme y respetarme en la salud y en la enfermedad hasta el final”.
“Si lo que necesitas es una historia maravillosa, fabrícala, píntala, cántala, cuéntala”.
Y sólo hay una forma de que el victimismo desaparezca, el trabajo de la autoestima:
- Mírate al espejo cuando te levantes y siéntete digno, fuerte, libre, capaz de todo.
-Sal a la calle y camina con elegancia y firmeza, sin prisa por llegar, pero seguro de alcanzar tu destino.
-Trata con las personas conservando tu dignidad y ofreciendo tu sabiduría. Ponte en su lugar, pero no permitas que te manejen.
-Cuando recuestes tu cabeza en la almohada, dedícate unos minutos para saborear tus éxitos y aprender de tus debilidades.
-Reconcíliate contigo y con el mundo, si lo necesitas, y descansa sereno y deseoso de que amanezca un nuevo día, en el que no seas víctima ni verdugo, sino un ser humano completo que ha dado consigo mismo.
¡Felices sueños y un alegre despertar!