Ramiro Calle, tal y como se indica en su Web es “Pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo "Shadak". Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapeuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia”.
Uno de los primeros libros que leí cuando supe que necesitaba información para la mente y el espíritu fue Ante la ansiedad y el estrés, de ese autor. Recuerdo que estaba en el jardín, dispuesta a devorarlo, cuando tuve que dejarlo porque sólo leer lo que me proponía para relajarme me hacía sentir peor. Era algo así como cuando desfalleces de cansancio y deseas dormirte, pero no puedes hacerlo de puro agotamiento. Pero volví a abrirlo, leía unas páginas cada día, hasta que comprobé que lo que antes me alteraba, ya me iba reconfortando. Después comencé a asistir a clases de Yoga, que me dejaban como la seda, y a escuchar CD de relajación. (sí, CD, no me como ninguna letrilla ni apóstrofo (que no apóstrofe) alguno :-), que las siglas no tienen plural).
Os recomiendo la escucha, en silencio y a solas, de este tipo de relajaciones guiadas, que te transportan a espacios apacibles o te invitan a hacer un recorrido por tu cuerpo, mientras la mente descansa y se limpia de tanto pensamiento tóxico que permitimos circule por ella.
Recuerdo especialmente una grabación de Ramiro Calle, en la que me llevaba a un estado “Alfa”, concentrándome en las palmas de mis manos, hasta que sentía un hormigueo y una ligereza, que me liberaba de 20 kilos de estrés.
Ahora, varios años después, cuando he accedido a la lectura de La Reconexión, he vuelto a experimentar en mis manos la energía universal, que me calma cuando aquel malestar que me dominaba llama tímidamente a mi puerta queriendo manipularme con alguna de sus artimañas: JA...
Uno de los primeros libros que leí cuando supe que necesitaba información para la mente y el espíritu fue Ante la ansiedad y el estrés, de ese autor. Recuerdo que estaba en el jardín, dispuesta a devorarlo, cuando tuve que dejarlo porque sólo leer lo que me proponía para relajarme me hacía sentir peor. Era algo así como cuando desfalleces de cansancio y deseas dormirte, pero no puedes hacerlo de puro agotamiento. Pero volví a abrirlo, leía unas páginas cada día, hasta que comprobé que lo que antes me alteraba, ya me iba reconfortando. Después comencé a asistir a clases de Yoga, que me dejaban como la seda, y a escuchar CD de relajación. (sí, CD, no me como ninguna letrilla ni apóstrofo (que no apóstrofe) alguno :-), que las siglas no tienen plural).
Os recomiendo la escucha, en silencio y a solas, de este tipo de relajaciones guiadas, que te transportan a espacios apacibles o te invitan a hacer un recorrido por tu cuerpo, mientras la mente descansa y se limpia de tanto pensamiento tóxico que permitimos circule por ella.
Recuerdo especialmente una grabación de Ramiro Calle, en la que me llevaba a un estado “Alfa”, concentrándome en las palmas de mis manos, hasta que sentía un hormigueo y una ligereza, que me liberaba de 20 kilos de estrés.
Ahora, varios años después, cuando he accedido a la lectura de La Reconexión, he vuelto a experimentar en mis manos la energía universal, que me calma cuando aquel malestar que me dominaba llama tímidamente a mi puerta queriendo manipularme con alguna de sus artimañas: JA...