En CincoDías.com aparece una noticia basada en un estudio de Joe Forgas, investigador y psicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en el que se afirma que “mientras la jovialidad fomenta la creatividad, la melancolía facilita la atención y el pensamiento reflexivo”. Parece ser que una persona irritable puede “lidiar con situaciones más estresantes que un individuo feliz, por la forma en la que el cerebro "promueve estrategias de procesamiento de información". El estudio indica también que el mal tiempo aclara ideas.
Puede ser, no digo rotundamente que no, porque cuando llegan los fríos o cuando tenemos algún problema que resolver lo interiorizamos todo más. Y, efectivamente, el buen estado de ánimo nos impulsa, como dice el investigador, a ser más creativos que resolutivos. Sin embargo, la creatividad lleva también implícita la búsqueda de soluciones innovadoras. No sé, estoy hecha un lío… :-)
Lo cierto es que, a medida que iba leyendo esta noticia, ¡se me iba poniendo una mala uva! :-))))) (debe de ser por tanta palabra densa), así que no sé si estoy en situación de tomar una buena decisión, o de hacer caso a mi querida amiga Raquel, que -lista como ella sola- me ha dicho esto cuando le hacía un comentario sobre el asunto:
“Puede ser que el mal humor facilite la toma de decisiones, pero no por ello las decisiones serán las mejores”.