Una persona muy cercana a mí se dedica a la enseñanza. Lleva años practicando una educación integral. Se preocupa por la formación académica de los chavales, pero también por sus inquietudes y sus desvelos; por qué fallan y en qué aciertan, hasta el fondo de esas cuestiones. Les mira por lo que son más que por lo que hacen, y ellos lo aprecian.
Por eso, cuando leo textos sobre cómo debe ser la educación con conciencia, desde el Ser, no me son ajenos, y me encanta saber que cada vez hay más educadores sensibilizados con el necesario cambio. Aquí muestro algunos enlaces que contienen amplia información sobre cómo deberían ser las cosas en este sentido. Merece la pena darse una vuelta por ellos: