Últimamente la sincronía me acompaña constantemente. Escribo algo personal, como en la anterior entrada, abro un libro y me encuentro con lo mismo dicho con otras palabras.
Copio aquí uno de los párrafos del libro La alquimia del corazón, de Michael Brown, muy conectado al fondo de donde he tratado de llegar en mi anterior entrada, basándome en mi experiencia:
“Como especie humana, hemos andado con pies de plomo, cautamente, por el mundo de la fabricación, y ahora hemos llegado a la puerta de la consciencia de la creatividad. Mientras que la fabricación es el arte de manipular y modificar el exterior, la creatividad es el arte de llegar a tener un dominio del interior.
(…)
Nuestra confusión actual surgede querer estar con un pie en cada uno de estos mundos. Todavía estamos tratando de hacer mental y físicamente aquello que sólo nuestro corazón puede lograr. Todavía estamos intentando hacer colectivamente lo que sólo puede lograrse individualmente”.