Me llega un texto que corresponde a una entrevista a Punset en La Contra de la Vanguardia. No sé a qué fecha corresponde, pero me ha resultado muy interesante, en especial estos fragmentos que he seleccionado y marcado con un epígrafe:
A MÁS AUTONOMÍA, MENOS ESTRÉS
- ¿Qué ha descubierto Sapolsky?
- Que la felicidad es un gradiente social: cuanto más sometido estás a decisiones ajenas en una escala jerárquica laboral o social, ¡mayor estrés, mayor infelicidad padeces!
- Entre dos altos ejecutivos riquísimos, ¿será más feliz el que mande sobre el otro?
- ¡Exacto! Y cuantas más personas decidan por encima de ti... ¡más estrés, peor salud y menos años vivirás tú! Y esto nos afecta a todos, seamos pobres, de clase media o ricos.
- Pues aquí sí tenemos un problema...
- Sí: a más jefes, subjefes, supervisores, instancias y ventanillas..., ¡menos felicidad!
- Por eso muchos taxistas me dicen: "¡Yo soy mi propio jefe!", ufanos de su estatus...
- ¡Con razón! Seligman lo constató con el experimento de las cinco ratitas: sometidas a aleatorias descargas eléctricas, sólo una disponía de una palanquita para desactivar las descargas de las cinco, ¡y fue esa ratita la que más tiempo vivió de las cinco!
- O sea: para ser feliz..., ¡la palanquita!
- En suma: ser el dueño de tus decisiones y verificar sus consecuencias es una clave básica de la felicidad. ¡Y por eso yo soy feliz!
A MÁS CREATIVIDAD, PASIÓN Y DISCIPLINA, MAYOR FELICIDAD
- ¡Ajá! Pero me hablaba usted de que tenía dos claves de la felicidad: ¿cuál es la otra?
- Que lo que hagas absorba tus cinco sentidos, y que eso que haces desarrolle tus inclinaciones innatas. A mí me pasa eso: ¿entiende ahora por qué yo no puedo ser más feliz?
- ¿Y si uno no sabe qué hacer consigo?
- Ah, por eso desde niños deberíamos disciplinar la concentración, el esfuerzo: la disciplina te ayuda a buscar lo que te gusta, a exigírtelo..., a buscarte tu propia felicidad.