martes, 26 de enero de 2010

Habla contigo




No hables tanto con tantas personas sólo por hablar.

Ellos no te están escuchando.

Porque saben que no hablas para ellos.

Saben que hablas sólo para ti.

Quédate a solas con tu silencio.

Es muy reconfortante.

Piensa en todo lo que has sido capaz de hacer a lo largo de tu vida.

Mírate, eres tan valioso…

Tienes tantas posibilidades de ser feliz con sólo explorar en ti…

¿Lo ves? Brillas.

Fíjate en el brillo de tus ojos. Los ojos lo dicen todo.

¿Estás bien contigo?

Pues, entonces, tus ojos brillan.

Has venido a la Tierra para algo más que para caminar impávido por ella.

Tampoco has venido para protestar por haber nacido.

No eres diferente a aquellos a quienes admiras, con los que te comparas, con los que te ves tan pequeño.

Eres grande, poderoso, lo tienes todo, eres todo. Yo sí lo veo.

¿Quién te ha hecho creer que no es así?

¿Él? ¿Ella? ¿Ellos?

No les hagas caso.

Nunca hablaron consigo mismos.