miércoles, 29 de julio de 2009

La expresión de la divinidad


Acabo de recibir esta perla al abrir uno de los mensajes que me envía a diario Joaquín Tamames desde la Fundación Ananta.

"Nos habla Aïvanhov de la posibilidad de aumentar nuestro estado vibracional hasta que nuestra materia exprese también la divinidad. Nuestro trabajo verdadero es traer nuestra esencia (el espíritu) a la materia con la que nos manifestamos, intentar aflorar nuestro Yo superior aquí en la tierra".

Y así lo siento. Hemos venido a este mundo a fundirnos con lo divino, de lo que partimos y lo que somos. Esto se manifiesta a través de nuestro comportamiento, nuestra actitud y, a veces, mediante nuestra sola presencia.

La propia luz, que emana del trabajo interior, de la honestidad y de la intención de ayudar a los demás seres humanos esclarece los lugares por los que transitas y ofrece una imagen resplandeciente de ti. Y cuando esto sucede, la gente quiere estar contigo, porque estás trayendo el cielo a la tierra.