"Podemos aprender la técnica zen, aprender a meditar, aprender ese recurso que nos ayude a controlar nuestras vidas y ver cómo evolucionamos estando con las mismas personas de siempre, pero sin reaccionar de la misma manera. En mi caso, puedo estar felizmente con mi hermana y ella lanzándome dardos y yo felizmente cambiando de tema, sonriendo. Cuando un niño tiene una pataleta para llamar la atención y no le haces caso ¿Qué hace? Se calla. Dice: "Bueno, como esto no funciona voy a buscar a otro que me haga caso". Es el juego del ping pong. Si alguien hace ping, no hagas pong. Entonces, cuando hacen unos cuantos ping, ping, ping, ping, dicen "Me voy a buscar otro pong por ahí".
Es muy fácil; es muy divertido. ¿Queremos cambiar nuestras vidas?Observemos nuestra realidad y cambiemos nosotros. En ese cambio dejamos de reaccionar sin control, de saltar. Controlamos el carácter y el ego. Si nos pinchan, nos quedamos igual. Si alguien intenta hacernos daño y no le damos permiso, no nos puede hacer daño. Si me viene una persona a la consulta gritando puedo reaccionar con mi ego diciendo: "Más despacio, que la consulta es gratuita, no me vengas así" o puedo decir: "Esta persona necesita más ayuda que ninguna". Una reacción es de ego y otra reacción es de evolución. Podemos cambiar y no entrar al modo defensivo".