lunes, 3 de diciembre de 2012

El buen carácter unas veces se tiene y otras... se cultiva ;-)



Me dice una amiga, a quien conocí "por casualidad" hace tiempo en un centro comercial, que, cada vez que nos encontramos, siempre llevo puesta la sonrisa. Yo tengo también esa imagen de ella, así que quizá la traigamos "de fábrica" o tal vez nos contagiemos o es probable también que hayamos aprendido a resolver las cosas que nos impiden sonreír para ofrecer nuestra mejor cara. Todo puede ser :-).

Porque es cierto que no siempre tenemos motivos para sonreír, pero es posible hacerlo sin motivo... y ¡hay que ver lo saludable que es para uno mismo, lo que une con los demás, y todas las cosas positivas que derivan de regalarle una sonrisa, al menos una vez al día, a la vida!