jueves, 27 de septiembre de 2012

Entusiasmo



Cuando alguien dice “Me entusiasma esto o aquéllo” quizá no sepa que está diciendo: “Siento a Dios dentro de mí”. El término “entusiasmo” procede del latín enthusiasmus; el vocablo griego correspondiente, enthousiasmós, significa algo así como sentirse poseído por Dios. Es decir, cada vez que experimentamos entusiasmo estamos vibrando con la fuerza divina que nos impulsa a crear o a vivir con intensidad.

Siempre he sido muy entusiasta, antes de ahondar en mí, con menos serenidad, pero siempre con ilusión por cualquier cosa. Tal vez no tenga ningún mérito en ello; nací así, pero estoy segura de que, quien no lo "traiga de fábrica" puede potenciarlo y disfrutarlo (aunque quizá lo piense por el mismo entusiasmo que me inunda :-)))

Pero hay algo que sí creo con rotundidad: es fácil sentir entusiasmo cuando quien eres y quien crees ser se han fundido. Es decir, cuando has conectado contigo, tras un proceso de autoconocimiento, y has descubierto tu infinita fuerza y capacidad para desarrollar cualquier cosa que te propongas o, simplemente (y nada menos que...) para sentir en plenitud la alegría de vivir.