"Hay mucha gente que no cree en nada, pero que tiene miedo de todo".
(Friedrich Hebbel)
Quizá hayáis experimentado esas miradas algo irónicas o esas palabras aliñadas con cierto desdén cuando, en la vida cotidiana, habéis tratado de exponer vuestras opiniones respecto a las ventajas de dirigirse hacia lo más profundo de uno mismo. Mi consejo, si me lo aceptáis, es que no tratéis de convencer a quien no está dispuesto a poner de su parte, a quien no quiere evolucionar, a quien no puede, o a quien no sabe que puede hacerlo, de la misma manera que nunca debemos tratar de contentar a quien elige vivir en el descontento. Yo hice ambas cosas, sin obtener buenos resultados.
Se enseña mucho más con los hechos que con las palabras. Las palabras las busca quien las necesita.
Aún así, me sigo asombrando de las legiones de personas que siguen buscando fuera lo que sólo tienen dentro.