"Cuando tu pensamiento sea provechoso haz que sea también original, diferente. Diseña una parcela en la que te construyas a ti mismo, distinta a la que te has encontrado. Sé actor y no solo espectador. De lo contrario, repetirás los mismos errores neuróticamente y la rueda del automatismo te devolverá al lugar inicial. Comienza por estar atento a lo que puedes aportar.
Si lo que consideras que te diferencia pudiera parecer extravagante recuerda que sólo los atrevidos abren brecha. Temer a la sociedad, a la familia o a las distintas jerarquías que sientes sobre ti, pero que realmente no son tu peso, supone perder tu particularidad, tu naturaleza específica, disipar tu frescura en favor de una idea externa, indefinida. Sobre ti sólo hay una posibilidad: elevarte”.
“Quienes han contribuido al progreso siempre se han sentido inicialmente insatisfechos con lo que tenían y han buscado y hallado respuestas desde la creatividad, desde la cuestión de lo conocido:
"La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas” (Erich Fromm).”
(Fragmentos de mi libro El don de vivir como uno quiere. Claves para lograrlo).