Entro en el blog. Repaso algunas de las entradas, desde el año 2008 hasta las últimas. Me llama la atención el cambio de percepción en algunas de mis reflexiones. Veo más ingenuidad en ciertas entradas, más pasión en otras de aquella misma época; más necesidad de hablar sobre mí (vaya... ahora también lo estoy haciendo:-), tal vez más entusiasmo y menos serenidad.
Seguro que, dentro de cuatro años, si vuelvo a pasearme entre las líneas y los espacios de esta pantalla, me seguiré sorprendiendo de la evolución de las palabras, fieles seguidoras de un proceso de transformación interior del que nadie queda libre, sea consciente o inconscientemente.