miércoles, 17 de febrero de 2010

Distingue, comprende y elige



Contágiate de lo bueno, no te contamines con lo "malo". Asume que en el mundo hay tinieblas y claridad, que hay personas dormidas y otras despiertas, que dentro de ti hay también un claroscuro (el Yin y el Yan), que tienes contradicciones internas, que todo está en todas partes… Pero distingue el bien del mal para redirigir tu vida o permitir que entre la luz, la que siempre estuvo en ti.

Estar dormido es: temer, juzgar, dañar, acaparar.
Estar despierto es: amar, comprender, sanar, compartir.

Si eliges el miedo, la reducción de ti mismo, el mal sueño en el que olvidas el amor, te ocultará la gracia de vivir.

Si optas por el amor, tu expansión y, con ella, la del universo, tu existencia se acercará a un idílico estado de pureza.

Y, cuando lo estés logrando, no derroches tus fuerzas en un inútil empeño en que los demás comprendan lo mismo que tú has entendido. La evolución es individual, aunque influya de modo determinante en el devenir de lo global.