domingo, 14 de octubre de 2012

Ingredientes para el desarrollo de una idea:



-Confianza en uno mismo.
-Especialización.
-Entusiasmo (en la etimología y semántica griegas: tener a Dios dentro).
-Perseverancia (sin esfuerzo, sino proveniente de la propia pasión).
-Capacidad para compartir.

Modo de iniciarlo:
- Dar el primer paso...
- Con esas premisas, lo que haya de suceder, será lo mejor.

Y, en la base de todo, el punto inicial: CONFIANZA Y AMOR EN Y POR UNO MISMO; de ahí la importancia de incidir en el trabajo interior, en el autoconocimiento; de ahí tanta literatura, psicología y filosofía al respecto; de ahí lo reconfortante de llegar a conseguirlo.