sábado, 13 de octubre de 2012

Amor por el trabajo




En los últimos tiempos, por circunstancias obvias, todos valoramos más la posibilidad de tener un trabajo. En el concepto global de evolución hacia un mundo mejor, una de las funciones primordiales de cada trabajador es realizar su labor con amor, sin aferrarse al puesto, pero amando lo que hace; poniendo su esencia en cada actividad, y dejando a un lado el ego; enfocándose al bien común y no a su propio beneficio.

De ese modo, el beneficio de todos será el suyo, disfrutará en el trabajo y todo ello repercutirá en la rentabilidad de la empresa y en el cambio positivo de la sociedad y de la economía.

Parece contradictorio, pero para hacer bien tu trabajo has de soltar todo apego a él, porque esa es la única forma de que no te fijes en los resultados y disfrutes del proceso. Los resultados serán así positivos, dado que no estarán teñidos de egoísmo, sino de generosidad.

Tendrás, además, buenas relaciones personales y estarás generando con todo ello un ambiente cálido y motivador.

Puede que estés leyendo esto y pienses en personas de tu entorno de trabajo que no cumplen estas recomendaciones y que, por tanto, te resultaría difícil aplicarlas. El ambiente influye, pero recuerda que muchas veces somos espejos de lo que vemos. Por otra parte, si tienes confianza en ti, no juzgas y no exiges... esta actitud colaboradora y amable puede, incluso, llegar a ser contagiosa :-)