Es difícil conservar la paz interior entre personas que
viven en el mundo de la lucha y del miedo, y de las que no puedes alejarte por
un motivo u otro, que están ligadas a tu vida, probablemente porque te estén
abriendo, día a día el libro de la lección que te toca aprender. Es complicado mantener la paz en esas condiciones, pero también la mejor manera de reforzarla.
Se trata de no reaccionar, de no
participar en posibles batallas, de comprender que todos hemos estado
asustados alguna vez, que lo estamos en tantas ocasiones, y que, cuando es así, no somos lo que somos sino lo que
parecemos ser, que no hacemos lo que debemos, sino lo que creemos nos hace
parecer más fuertes.
"Las personas más difíciles de amar son las que más amor
necesitan", se dice en la película El guerrero pacífico. La mejor forma de
amarles es comprenderles; la mejor forma de amarte es no entrando en el juego
de la pugna. La mejor forma de eliminar el miedo es dándole la vuelta y
encontrando en su envés el amor.