Meditación sencilla y corta, de 4 a 5 minutos, tomada de la página de Osho. Puede realizarse:
- Todas las noches, justo antes de dormir.
- Al despertar, cada mañana.
- Y en cualquier momento.
“Primer paso: Imagina un halo
Siéntate en la cama e imagina una aura alrededor de tu cuerpo, sólo a unos quince centímetros de tu cuerpo, con la misma forma del cuerpo...rodeándote, protegiéndote. Se convertirá en una capa protectora. Sin dejar este sentimiento, ponte a dormir, quédate dormido imaginando esa aura como una manta a tu alrededor que te protege de cualquier tensión que venga de fuera, de cualquier pensamiento que venga de fuera. Ninguna vibración externa puede penetrar en ti. Te quedarás dormido, pero lo que has imaginado entrará en el inconsciente para convertirse en una tremenda fuerza y energía.
Segundo paso: En la mañana...
En la mañana, cuando sientas que el sueño se ha ido, no abras los ojos: simplemente siente tu aura por todo el cuerpo protegiéndote. Hazlo durante cuatro o cinco minutos y luego levántate.
Tercer paso: Todo el tiempo...
Al tomar tu baño, al tomar el té, continúa recordándolo. En cualquier otro momento del día, cuando lo recuerdes, sentado en un automóvil o en el tren, o cuando no haces nada en la oficina, simplemente relájate en ello nuevamente.
(…)
Si estás solo, está bien. Si estás rodeado de gente meditativa, muy bien. Pero, cuando estás en el mundo, en el mercado, y las personas no son meditativas, sino que están muy tensas y ansiosas, tú empiezas a absorber esa energía.
Después de meditar uno tiene que crear un aura protectora. Algunas veces esto sucede automáticamente, otras veces no. Si a ti no te sucede automáticamente, tienes que procurártelo. En algún momento, entre tres semanas y tres meses, empezarás a sentirte muy poderoso”.