Difundo este maravilloso texto de Laura Foletto, publicado en su blog Abrazar la vida, en el que describe y compara de forma brillante los cambios que estamos viviendo. Cuanto más consciencia, más cuenta nos daremos de ellos:
“ Cada día más noto lo acelerado y profundo que está siendo este pasaje a la Nueva Energía. Antes, podíamos barrer muchos temas bajo la alfombra, en la esperanza de que desaparecieran o, por lo menos, de que estemos “preparados” para tratarlos. Ahora, parece que estamos preparados… porque nos estallan en la cara con poco aviso previo.
Antes, sepamos o no que tendríamos consecuencias de nuestras acciones, aparecían mucho tiempo después. Ahora, las tenemos a la vuelta de la esquina al otro día.
Antes, nos tomábamos años para analizar nuestros traumas más otros años para tratar de solucionarlos más otros para verdaderamente hacerlo. Ahora, los vemos claramente en poco tiempo y los sanamos en menos.
Antes, la información o los contactos o las situaciones para concretar algo se tardaban bastante. Ahora, es cuestión de pedirlos y el Universo responde (eso sí, hay que estar atentos y decir Sí a lo que brinda).
Antes, necesitábamos ir al fondo del pozo para resurgir. Ahora, no es necesario. Nos damos cuenta rápidamente las desviaciones y hacia adónde apuntar.
Antes, planificábamos obsesivamente todos los pasos y preveíamos cada posible contrariedad (sin darnos cuenta de que las estábamos programando). Ahora, trazamos un objetivo que nos surge desde el corazón y confiamos en que atraeremos lo que necesitemos para lograrlo.
Antes, el sufrimiento era casi la única forma de evolucionar y lo acumulábamos hasta límites insostenibles. Ahora, la conciencia nos evita gran parte de él y nos lleva por caminos más creativos y plenos.
Antes, nos quedábamos relamiéndonos las heridas, victimizados, durante meses o años. Ahora, recurrimos a nuestro poder y aprendemos.
Antes, creíamos que vivíamos intensamente si corríamos de un lado a otro, llenos de ocupaciones e intereses. Ahora, encontramos intensidad adentro, en decodificar lo que el exterior nos muestra del interior.
Antes, nuestra estimación estaba dada por el dinero, el status social, la familia, el trabajo. Ahora, nuestro valor está arraigado en nuestro Ser y su conexión a la Fuente, porque sabemos que de allí proviene todo”.