domingo, 27 de marzo de 2011

VIVE Y DEJA VIVIR



Cuando alguien te haga sentir mal por lo que dices o lo que haces; cuando se aprecie en sus mensajes que no acepta tu modo de pensar, sentir o actuar; cuando ponga en ridículo tus palabras, no admita tu evolución, tus decisiones, si quieres estar aquí o allá, ser así o de otra manera, cuando eso te pase, sea de manera directa o mediante mensajes velados…
… simplemente, no lo permitas.
Sólo desea manipularte, aunque tal vez ni siquiera sepa por qué lo hace. Lo más probable es que te sienta en otro nivel y pretende que “desciendas” al suyo. Tienes todo el derecho del mundo a impedir ese manejo, mostrándote firme en tu forma de actuar, y haciendo caso omiso a quien no te acepta en tu momento vital. Estarás reafirmándote, así, en lo que eres y deseas y, de esta manera, nunca te verás en la “necesidad” de manipular a nadie.

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Publiqué este texto en 2008. Me reafirmo en lo que escribí, y lo complemento con esta idea:
"Da a la situación la posibilidad de resolverse sin tu intervención activa o tu resistencia" (extraída de esta reciente entrada).