miércoles, 16 de febrero de 2011

Una sola cosa


Llevo unos días algo dispersa. Suelo organizarme bien y tengo bastante energía; la creatividad me la multiplica, me mantiene despierta y me ofrece un escenario infinito, en el que tengo total libertad para desarrollar mi propio “espectáculo”: una representación ininterrumpida para deleitarme y compartirla con quien así lo desea. Es lo bueno de este arte de escribir, que, aunque nadie te aplaude, sabes que lanzas las palabras al viento y las recoge quien las necesita.

Aún así, sin que decaiga mi nivel de entusiasmo, reconozco que llevo unos días algo despistada, y es que debo recordar esta maravillosa frase, que ha caído en mis manos también
cuando la he necesitado:

“La esencia del Zen es, sencillamente, hacer una cosa cada vez" (Eckhart Tolle).