La creatividad es amor manifestado en la obra del hombre en este mundo. Origina belleza de muy diversas formas. Es mágica, imprevisible e infinita.
Tiene poder terapéutico, porque nos equilibra situándonos en el presente. Nos rescata del remolino de pensamientos improductivos, nos despierta a la vida e incrementa nuestra energía.
Se presenta en el arte más sofisticado, pero también en el más sencillo acto cotidiano.
Es innovación y progreso. Rompe la rutina, cuestiona las certezas, pero no las juzga; pregunta, pero trae consigo la respuesta. Es desafiante, pero no agresiva; nunca produce tristeza, sino gozo.
No pide, da, regenera, sugiere, amplía las posibilidades. Es la salvación del caos y una ventana abierta a la luz y la ilusión.
Y todos somos potencialmente creativos.