¿Quién no ha pensado alguna vez en dejar la ciudad, cambiar radicalmente el estilo de vida y trasladarse al campo? No es fácil tomar esa decisión y tampoco llevarla a cabo, pero, tal y como podéis leer en la entrada "existe un movimiento mundial de retorno a los pueblos y a una vida más sencilla, anticonsumista y cercana a la Naturaleza dejando atrás muchos sinsentidos y sinsabores de la sociedad urbanita actual".
Me complace publicar, con su permiso, un caso real de este cambio de vida, realizado y publicado por los autores del Blog Alternativo, con los que colaboro de vez en cuando. Un ejemplo el suyo de valentía y recuperación de la libertad:
"Todo llega. Todo llega si tiene que llegar. Todo llega cuando tiene que llegar.
Hace casi 4 años, un matrimonio con un bebé de un año decidimos dar un giro a nuestra vida, dejar la cosmopolita Barcelona y la estabilidad laboral, desertar de muchos convencionalismos sociales y echarnos al monte.
Los planes no se cumplieron según nuestros deseos porque la Vida, que es mucho más sabia que uno, tiene su propia agenda y no suele consultarte, y gracias a ello, hoy existe este blog, nosotros tenemos las cosas más claras, hemos superado retos y pruebas vitales, y han ocurrido curiosas sincronicidades.
Si alguien me hubiese dicho hace tan solo 5 años que hoy escribiría en un blog alternativo desde un pueblo perdido de 200 habitantes, le habría preguntado si estaba borracho o loco.
Pero la vida da muchas vueltas y aquí estamos, viviendo el día a día con templanza y optimismo y construyendo nuestro futuro.
Pero la vida da muchas vueltas y aquí estamos, viviendo el día a día con templanza y optimismo y construyendo nuestro futuro.
Durante los años en que no se vendía nuestro piso de la ciudad -paso indispensable para nosotros para aligerar cargas- el mundo de los blogs se acercó a nosotros y decidimos inaugurar este espacio que diese cabida a una concepción alternativa del mundo: que hablase de vida sana, espiritualidad, denuncia del sistema, simplicidad y decrecimiento, crianza natural, ecología, recetas vegetarianas y más, y que tuviese los pies en la Tierra y la cabeza en el Cielo.
En este tiempo, no nos hemos arrepentido de la decisión de venir a un pueblo, al contrario, y llegamos hace 3 meses con mucha ilusión y habiendo aprendido la lección de la confianza y el fluir.
Y gracias a esta espera, tenemos huerta propia cerca de nuestra próxima casa (antes no existía esa opción), hay otras familias nuevas en el pueblo con historias y filosofía similares a la nuestra, existe un grupo de meditación y diksha, técnica energética de la India, que se reúne semanalmente (además de las clases esporádicas organizadas por la Asociación de Mujeres Rurales de distintos temas -Pilates, ganchillo, manualidades, hacer jabones y cremas caseras, flores secas, …-), hay agricultores ecológicos de los que aprender, y en una casa de la zona se realizan con cierta frecuencia talleres de desarrollo personal y terapias alternativas. ¡Y yo que pensaba que todo eso quedaría atrás al alejarnos de la ciudad!
Nosotros elegimos el pueblo de nuestros antepasados, en La Rioja Baja, el lugar donde veníamos de veraneo, pero de no haber existido este, habríamos escogido cualquier otro de los maravillosos pueblos que existen en España, pero con internet como condición irrenunciable.
En la actualidad somos okupas en casa de mis padres y con derecho a verduras de la huerta, mi marido se está iniciando como horticultor con resultados desiguales pero prometedores, Samael va a la escuela rural de 20 alumnos en total de diferentes edades entre los 3 y 12 años y en su clase solo hay 7 alumnos -¡todo un lujo!- , nos estamos construyendo nuestro próximo hogar tratando de incluir, en la medida de lo posible, criterios bioclimáticos y de bioconstrucción, y escribimos los artículos del blog con estas vistas desde la ventana…
No es oro todo lo que reluce y todo tiene sus ventajas e inconvenientes, que ya explicaremos cuando tengamos más experiencia, pero hay que ser consciente y responsable de las decisiones que tomamos y disfrutarlas al máximo.
No somos los únicos neorurales, "existe un movimiento mundial de retorno a los pueblos y a una vida más sencilla, anticonsumista y cercana a la Naturaleza dejando atrás muchos sinsentidos y sinsabores de la sociedad urbanita actual. En Francia son ya el 2% de la población y en España es una tendencia al alza, más allá de la crisis económica. Sin ir más lejos, nuestra compañera en el blog y amiga querida Itzi lleva varios años en un pueblo de Cantabria.
Lo que está claro es que el mundo está cambiando, caerán viejas estructuras a todos los niveles y serán sustituidas por otras mejores, y es hora de que cada uno reflexione sobre su vida, decida qué quiere hacer con ella y se ponga manos a la obra. En los pueblos o en las ciudades pero siguiendo nuestro corazón…".