NECESITA...
Padres que alienten y ejemplifiquen, no que adiestren.
Adultos que trabajen sus inseguridades antes de presentarse ante sus hijos.
Maestros que enseñen a aprender, no que obliguen a saber.
Gestores de sistemas que aborden las emociones y la creatividad.
Jefes que impulsen, no que empujen.
Líderes de cualquier grupo que se hayan liderado antes a sí mismos, sólo seguros de sí podrán impulsar.
Empleados felices y autoestimulados con lo que hacen, no amargados por lo que podrían hacer.
Políticos comprometidos, antes que con nadie, consigo mismos.
Personas que respeten y amen el medio en el que viven.
Seres humanos que se sienten completos, libres y felices, porque sólo así podrán sembrar armonía.
Niños y jóvenes ilusionados por la vida, al comprobar que todo lo anterior se está llevando a efecto.
Cada uno debe responsabilizarse del papel que le toca jugar y desarrollarlo de la manera más íntegra posible. Así se cambia el mundo.