Algo está cambiando, y lo digo con intensa emoción y pleno convencimiento. Cada vez somos más los que creemos que, uno a uno, somos responsables de la realidad que se nos presenta y que tenemos un inmenso potencial individual por desarrollar, impulsado por la fuerza del amor.
Aquí os dejo una muestra de ello, a través de la lectura de alguno de los párrafos del libro El sorprendedor: