"La práctica del Silencio debe ser aprendida; mejor dicho, debe ser aprendida la práctica de dejar lo que no es Silencio, pues sólo así se presenta el Silencio. El Silencio no es algo que nosotros podamos manejar o manipular; el Silencio es algo que siempre está ahí y sólo hay que descubrirlo; y se descubre cuando se quita lo que lo cubre, cuando se quita todo lo que lo oculta a nuestra conciencia.
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Mediante la práctica se va ganando la capacidad de trasladarse más hacia dentro, hacia el fondo, pero después uno descubre que no es trasladarse, es dejar de estar fuera.(...)
Lo curioso de esta práctica del Silencio es que, cuando llega a vivirse, nunca más se olvida, es como si la conciencia realmente hubiera nacido a una nueva dimensión. Cuando se toca fondo, cuando la experiencia es realmente de Silencio, aquello deja en uno algo tan profundo que jamás desaparece. Y a medida que se va trabajando y actualizando este Silencio, queda cada vez más presente y uno se da cuenta de que es idéntico a la propia Identidad, y entonces se vive en este Silencio".
Del dossier de Las Jornadas de Antonio Blay
Recomiendo especialmente su libro Energía personal.