Puedes elegir ser de ese tipo de personas que comentan negativamente lo que sucede, que tienen datos de todo tipo sobre lo mal que van las cosas y lo peor que irán, pero que no hacen prácticamente nada para que algo cambie. Por el contrario, puedes participar activamente en la mejora de la situación, comenzando por pulir esa joya que tienes guardada en lo más hondo de ti y que, a veces, te envía el mensaje de que puedes vivir de un modo más estimulante.
Si vislumbras tu fuerza y tus posibilidades, pero no te permites desarrollarlas, si te da miedo analizarte, porque lo que te encuentres suponga un esfuerzo o un cambio, no tienes ningún derecho a quejarte de nada, ni de la crisis ni de las injusticias que ves a tu alrededor ... porque estás haciendo exactamente lo mismo que criticas. No profundizas, sólo te dejas llevar por la vida que "te ha tocado". Te hablo desde el conocimiento de las dos fases y te aseguro que merece la pena dejar una vida a medias para sentirla en su plenitud.
No deberías dejar pasar ni un solo día sin hacer nada por ti, porque, con esa postura tan “ cómoda” o tan apocada, sin darte cuenta, estás limitando también el desarrollo del mundo.
Moviliza a ese ser tan válido que eres y encontrarás la recompensa en el mismo instante en que decidas liberarte de de tu propio bloqueo.
Completo mi entrada (aunque bien pudiera ser al contrario), con este magnífico texto de Chopra, que he capturado del blog Plano Creativo:
“Lo que más anhelamos en la vida no es comida, dinero, éxito, posición, seguridad o sexo; ni siquiera el amor del sexo opuesto. Una y otra vez conseguimos estas cosas y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en ocasiones más de lo que estábamos al principio. Lo que más anhelamos es un secreto que se revela sólo cuando estamos dispuestos a descubrir una parte oculta de nuestro ser. En las antiguas tradiciones sapienciales, este empeño se comparó con la recolección de la más hermosa perla, una manera poética de expresar que debemos nadar bajo las aguas superficiales” sumergirnos en nuestro ser y buscar pacientemente esa perla invaluable.
La perla también recibe el nombre de esencia, hálito de Dios, agua de vida o néctar sagrado, lo que con la trivialidad propia de la era científica llamamos “transformación”. Transformación significa cambio radical de forma, como cuando la oruga se transmuta en mariposa. En el ámbito humano significa convertir temor, agresión, duda, inseguridad, odio y vacío en sus opuestos. ¿Es esto posible? Lo indudable es que el anhelo secreto que carcome nuestra alma es totalmente ajeno a cuestiones externas como dinero, posición o seguridad; nuestro ser interior reclama un significado, el final del sufrimiento y respuestas a enigmas como amor, muerte, Dios, alma, bien y mal. Una vida superficial jamás responderá a estas preguntas ni satisfará las necesidades que las suscitan.”
Deepak Chopra
Completo mi entrada (aunque bien pudiera ser al contrario), con este magnífico texto de Chopra, que he capturado del blog Plano Creativo:
“Lo que más anhelamos en la vida no es comida, dinero, éxito, posición, seguridad o sexo; ni siquiera el amor del sexo opuesto. Una y otra vez conseguimos estas cosas y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en ocasiones más de lo que estábamos al principio. Lo que más anhelamos es un secreto que se revela sólo cuando estamos dispuestos a descubrir una parte oculta de nuestro ser. En las antiguas tradiciones sapienciales, este empeño se comparó con la recolección de la más hermosa perla, una manera poética de expresar que debemos nadar bajo las aguas superficiales” sumergirnos en nuestro ser y buscar pacientemente esa perla invaluable.
La perla también recibe el nombre de esencia, hálito de Dios, agua de vida o néctar sagrado, lo que con la trivialidad propia de la era científica llamamos “transformación”. Transformación significa cambio radical de forma, como cuando la oruga se transmuta en mariposa. En el ámbito humano significa convertir temor, agresión, duda, inseguridad, odio y vacío en sus opuestos. ¿Es esto posible? Lo indudable es que el anhelo secreto que carcome nuestra alma es totalmente ajeno a cuestiones externas como dinero, posición o seguridad; nuestro ser interior reclama un significado, el final del sufrimiento y respuestas a enigmas como amor, muerte, Dios, alma, bien y mal. Una vida superficial jamás responderá a estas preguntas ni satisfará las necesidades que las suscitan.”
Deepak Chopra