lunes, 6 de junio de 2016

No somos salvadores, sino experimentadores


No estoy aquí para salvar a nadie, ni para asumir los retos que han de superar otras personas. Sólo, para sentir mi luz, hacerme responsable de mi vida y caminar junto a los demás, aceptando que ellos también están en su derecho de experimentar su proceso vital.
No dificultaré así su disposición para advertir su luz infinita, sin verse sobrepasados por los problemas de otros o, en otro caso, estar en deuda con quien hubiera pretendido asumir, por error, la responsabilidad de su vida: un precioso regalo que sólo a cada uno le pertenece.