No sé muy bien cómo enfocar lo que quiero expresar en esta entrada, así que, sin centrarme en el hecho concreto que me ha conducido a escribir en este momento, diré que creo firmemente en el poder de la visualización, en la fuerza de los deseos sentidos, en las favorables consecuencias de actuar con responsabilidad, generosidad y dignidad; de ser consecuente y coherente, de ir de frente y con buena fe y, sobre todo, de ser leal a uno mismo.
No hay que hacer mucho más para que la vida nos vaya trayendo justo lo que necesitamos en cada etapa. Bueno, sí: seguir siendo responsable, coherente, generoso y digno; como dijo Machado en su retrato:
"En el buen sentido de la palabra, bueno".