Esta entrevista de La Contra completa mi anterior entrada, porque nos recuerda que debemos recuperar lo que tuvimos y volver a ser lo que fuimos: participar de la belleza universal, trayendo nuestra esencia.
Así lo indica también Eric Pearl, autor del libro La Reconexion: “Muchas culturas hablan de un tiempo en el que éramos seres más completos pero, en un momento dado, nos separamos de la totalidad”. (...) Ahora debemos “reconectarnos con algo que originalmente teníamos”.
Vivimos en una etapa en la que se está produciendo una transformación global de la conciencia, contrarrestando el mismo caos del que participamos. Aunque parezca que todo se encamina hacia el desorden, cada vez más personas se suman al concepto de unidad. Por ese motivo, si estás emprendiendo el camino interior constatarás que te vas encontrando con mucha gente en tu sintonía, a la que no les resulta extraño hablar del poder de la energía, de la fuerza de lo inmaterial y de la necesidad de un nuevo rumbo de la humanidad, en el que se respete también al medio físico que nos acoge.
Entrevista de la Contra
"Steve Taylor, investigador de la evolución histórica de la psique humana
"Hace 6.000 años se disparó el ego y empezaron las guerras"
VÍCTOR-M. AMELA - 28/08/2009
Tengo 41 años. Nací y vivo en Manchester. Soy profesor de desarrollo personal en la Universidad de Manchester. Estoy casado y tengo dos hijos, de 5 y 3 años. Soy ecosocialista. Creo en el Espíritu, que lo permea todo. Durante milenios vivimos armónicamente y sin opresiones
¿Expulsados del paraíso?
El mítico relato bíblico de la expulsión del jardín del Edén es metáfora de algo que de verdad sucedió. Otros relatos míticos coinciden.
¿Cuáles?
Los griegos y los romanos evocaron una pretérita edad de oro. Y los chinos, una remota edad de la virtud perfecta.
Mitos.
Que investigaciones históricas, paleoantropológicas y arqueológicas apuntalan.
¿Ah, sí? ¿Qué dicen las investigaciones?
Que hubo un tiempo sin guerras, sin desigualdades sociales, sin opresión sobre las mujeres, sin represión sexual y en armonía entre nosotros y con el entorno natural.
¿Qué indicios hay de vida tan beatífica?
No hay poblados fortificados, el arte no plasma batallas, los enterramientos son comunales y sin armas, no hay tumbas individuales de caudillos, guerreros o potentados...
¿De qué tiempo está hablándome?
De la mayor parte de la existencia de nuestra especie: hasta hace sólo 6.000 años vivíamos en esas comunidades recolectoras cazadoras que con poquitas horas al día se procuraban sustento, no acumulaban tierras ni propiedades, no sometían a otros...
¿Estoy oyendo a un nuevo Rousseau?
El ser humano no siempre ha sido lobo para sí mismo, ni su vida bárbara y cruel.
¿Y por qué se nos acabó la buena vida?
Hace 6.000 años se dio la "explosión del ego", y eso nos llevó a la "caída".
Explíqueme eso.
Sitúese en Saharasia, la franja terrestre que discurre desde el Sáhara hasta el Gobi, pasando por el sur del mar Negro.
Ya estoy.
Durante milenios fueron fértiles tierras con agua, bosques, pastos, sabanas con caza... de las que vivían plácidamente pueblos indoeuropeos y semitas. Pero hace 6.000 años...
¿Alguien mordió alguna manzana?
Casi perecemos por no poder morder nada: un drástico cambio climático desertizó esas tierras, agostó la vegetación, ahuyentó a los animales... Y, para sobrevivir, la psique de esos pueblos se alteró: se exacerbó el ego.
¿Por qué? ¿Con qué consecuencias?
Hasta entonces cada individuo era empático con los demás, integrado y osmótico con el entorno. Pero, desde entonces, el ego individual se desgajó y se acorazó. Con un intelecto desgajado del cuerpo, un individuo desgajado de su entorno y personas menos empáticas con sus congéneres... brotó la codicia, la guerra sistemática, el caudillismo, las jerarquías, la opresión de unos sobre otros, la sumisión de la mujer, la represión sexual, el trabajo duro, la explotación de la naturaleza, la conquista... y los primeros imperios: Egipto, Sumer...
¡Hombre, la civilización!
Nuestra egótica era, con gran avidez de propiedades individuales y gran inventiva: la rueda, el arado, las matemáticas, ¡la ciencia!
Guerra, ciencia, ¿hijas gemelas del ego?
Este ego que erige pirámides y catedrales y crea terapias génicas y naves espaciales, paga con el sudor de neurosis y conflictos...
¿Descendemos nosotros de aquellos pueblos saharasiáticos "caídos"?
Así es: su ansia llevó a los indoeuropeos a expandirse por Europa, India, Persia y China, y a los semitas porÁfrica,Arabia y Mesopotamia. Arrasaron a su paso a los pacíficos pueblos "precaídos" que encontraron...
¿Qué pueblos, por ejemplo?
De los pueblos de la vieja Europa precaída, los de Malta y los de la Creta minoica fueron los que más perduraron, dada su insularidad. Vea el arte cretense, colorista y vitalista, que exalta la naturaleza, la sensualidad... Aquellos pacíficos cretenses serían machacados, hace 3.800, años por los aqueos, fieros indoeuropeos.
¿No ha llegado hasta nuestros días algún pueblo de psicología preegótica?
Sólo quedan algunas comunidades ínfimas en las selvas de Malasia y de Borneo, en las islas Andamán (Índico), en el Amazonas, en África...
¿Cómo es la psique "no caída"?
Desde la "caída" nos sentimos desasosegados, incómodos, no nos soportamos, no sabemos estar sin hacer algo... ¡Antes no era así!: nos sentíamos muy integrados en el grupo y la naturaleza, tranquilos.
¿Cómo puede usted saberlo?
Un estudio en la sala de espera de un médico australiano consignó que los pacientes anglosajones se agitaban inquietos, impacientes por la espera, mientras los aborígenes permanecían sosegados, como si para ellos no discurriera el tiempo... La psique "precaída" vive integrada en el presente, no lo disgrega de pasado y futuro.
¿Y aztecas e incas, tan jerárquicos, imperialistas, con sacrificios humanos...?
Es verdad: provenían también de zonas que pasaron de fértiles a áridas, y su psique procedió de modo similar a la indoeuropea.
¿Y los indios norteamericanos, qué?
Eran en su mayoría "precaída"... hasta que contactaron con europeos, que los contaminaron de su ego. No era el caso aún de los iroqueses en el siglo XVIII, cuyo sistema igualitario y cuya liga de naciones iroquesas ¡inspiró la democracia y la confederación estadounidense!
Creí que la democracia era griega...
¿Con mujeres sometidas y con esclavos? ¡No, no! Fue la democracia iroquesa, a través de la revolución americana, la que alumbraría luego la Revolución Francesa.
"La caída"
"Hace 6.000 años se disparó el ego y empezaron las guerras"
VÍCTOR-M. AMELA - 28/08/2009
Tengo 41 años. Nací y vivo en Manchester. Soy profesor de desarrollo personal en la Universidad de Manchester. Estoy casado y tengo dos hijos, de 5 y 3 años. Soy ecosocialista. Creo en el Espíritu, que lo permea todo. Durante milenios vivimos armónicamente y sin opresiones
¿Expulsados del paraíso?
El mítico relato bíblico de la expulsión del jardín del Edén es metáfora de algo que de verdad sucedió. Otros relatos míticos coinciden.
¿Cuáles?
Los griegos y los romanos evocaron una pretérita edad de oro. Y los chinos, una remota edad de la virtud perfecta.
Mitos.
Que investigaciones históricas, paleoantropológicas y arqueológicas apuntalan.
¿Ah, sí? ¿Qué dicen las investigaciones?
Que hubo un tiempo sin guerras, sin desigualdades sociales, sin opresión sobre las mujeres, sin represión sexual y en armonía entre nosotros y con el entorno natural.
¿Qué indicios hay de vida tan beatífica?
No hay poblados fortificados, el arte no plasma batallas, los enterramientos son comunales y sin armas, no hay tumbas individuales de caudillos, guerreros o potentados...
¿De qué tiempo está hablándome?
De la mayor parte de la existencia de nuestra especie: hasta hace sólo 6.000 años vivíamos en esas comunidades recolectoras cazadoras que con poquitas horas al día se procuraban sustento, no acumulaban tierras ni propiedades, no sometían a otros...
¿Estoy oyendo a un nuevo Rousseau?
El ser humano no siempre ha sido lobo para sí mismo, ni su vida bárbara y cruel.
¿Y por qué se nos acabó la buena vida?
Hace 6.000 años se dio la "explosión del ego", y eso nos llevó a la "caída".
Explíqueme eso.
Sitúese en Saharasia, la franja terrestre que discurre desde el Sáhara hasta el Gobi, pasando por el sur del mar Negro.
Ya estoy.
Durante milenios fueron fértiles tierras con agua, bosques, pastos, sabanas con caza... de las que vivían plácidamente pueblos indoeuropeos y semitas. Pero hace 6.000 años...
¿Alguien mordió alguna manzana?
Casi perecemos por no poder morder nada: un drástico cambio climático desertizó esas tierras, agostó la vegetación, ahuyentó a los animales... Y, para sobrevivir, la psique de esos pueblos se alteró: se exacerbó el ego.
¿Por qué? ¿Con qué consecuencias?
Hasta entonces cada individuo era empático con los demás, integrado y osmótico con el entorno. Pero, desde entonces, el ego individual se desgajó y se acorazó. Con un intelecto desgajado del cuerpo, un individuo desgajado de su entorno y personas menos empáticas con sus congéneres... brotó la codicia, la guerra sistemática, el caudillismo, las jerarquías, la opresión de unos sobre otros, la sumisión de la mujer, la represión sexual, el trabajo duro, la explotación de la naturaleza, la conquista... y los primeros imperios: Egipto, Sumer...
¡Hombre, la civilización!
Nuestra egótica era, con gran avidez de propiedades individuales y gran inventiva: la rueda, el arado, las matemáticas, ¡la ciencia!
Guerra, ciencia, ¿hijas gemelas del ego?
Este ego que erige pirámides y catedrales y crea terapias génicas y naves espaciales, paga con el sudor de neurosis y conflictos...
¿Descendemos nosotros de aquellos pueblos saharasiáticos "caídos"?
Así es: su ansia llevó a los indoeuropeos a expandirse por Europa, India, Persia y China, y a los semitas porÁfrica,Arabia y Mesopotamia. Arrasaron a su paso a los pacíficos pueblos "precaídos" que encontraron...
¿Qué pueblos, por ejemplo?
De los pueblos de la vieja Europa precaída, los de Malta y los de la Creta minoica fueron los que más perduraron, dada su insularidad. Vea el arte cretense, colorista y vitalista, que exalta la naturaleza, la sensualidad... Aquellos pacíficos cretenses serían machacados, hace 3.800, años por los aqueos, fieros indoeuropeos.
¿No ha llegado hasta nuestros días algún pueblo de psicología preegótica?
Sólo quedan algunas comunidades ínfimas en las selvas de Malasia y de Borneo, en las islas Andamán (Índico), en el Amazonas, en África...
¿Cómo es la psique "no caída"?
Desde la "caída" nos sentimos desasosegados, incómodos, no nos soportamos, no sabemos estar sin hacer algo... ¡Antes no era así!: nos sentíamos muy integrados en el grupo y la naturaleza, tranquilos.
¿Cómo puede usted saberlo?
Un estudio en la sala de espera de un médico australiano consignó que los pacientes anglosajones se agitaban inquietos, impacientes por la espera, mientras los aborígenes permanecían sosegados, como si para ellos no discurriera el tiempo... La psique "precaída" vive integrada en el presente, no lo disgrega de pasado y futuro.
¿Y aztecas e incas, tan jerárquicos, imperialistas, con sacrificios humanos...?
Es verdad: provenían también de zonas que pasaron de fértiles a áridas, y su psique procedió de modo similar a la indoeuropea.
¿Y los indios norteamericanos, qué?
Eran en su mayoría "precaída"... hasta que contactaron con europeos, que los contaminaron de su ego. No era el caso aún de los iroqueses en el siglo XVIII, cuyo sistema igualitario y cuya liga de naciones iroquesas ¡inspiró la democracia y la confederación estadounidense!
Creí que la democracia era griega...
¿Con mujeres sometidas y con esclavos? ¡No, no! Fue la democracia iroquesa, a través de la revolución americana, la que alumbraría luego la Revolución Francesa.
"La caída"
Sostiene Steve Taylor que guerrear, oprimir al otro y abusar de la naturaleza no son conductas de origen, sino patologías derivadas de un ego desmandado hace sólo 6.000 años. Acopia ingentes datos para ilustrar su tesis, expuesta en el ensayo La caída (La Llave), simplista para unos y luminoso para otros. Es un relato plausible y consolador: significa que hoy podemos revertir nuestro excesivo ego para volver a vivir en armonía contigo mismo, con tus congéneres y con la naturaleza. ¡Bella esperanza! Parte de tal empeño lo consigna Taylor en su estudio Creando el tiempo (La Llave), sobre la posibilidad de manejar nuestra propia percepción del tiempo.., quizá otra creación de la psique".