viernes, 28 de agosto de 2009

El ego desatado

Esta entrevista de La Contra completa mi anterior entrada, porque nos recuerda que debemos recuperar lo que tuvimos y volver a ser lo que fuimos: participar de la belleza universal, trayendo nuestra esencia.
Así lo indica también Eric Pearl, autor del libro La Reconexion: “Muchas culturas hablan de un tiempo en el que éramos seres más completos pero, en un momento dado, nos separamos de la totalidad”. (...) Ahora debemos “reconectarnos con algo que originalmente teníamos”.
Vivimos en una etapa en la que se está produciendo una transformación global de la conciencia, contrarrestando el mismo caos del que participamos. Aunque parezca que todo se encamina hacia el desorden, cada vez más personas se suman al concepto de unidad. Por ese motivo, si estás emprendiendo el camino interior constatarás que te vas encontrando con mucha gente en tu sintonía, a la que no les resulta extraño hablar del poder de la energía, de la fuerza de lo inmaterial y de la necesidad de un nuevo rumbo de la humanidad, en el que se respete también al medio físico que nos acoge.
Entrevista de la Contra
"Steve Taylor, investigador de la evolución histórica de la psique humana
"Hace 6.000 años se disparó el ego y empezaron las guerras"
VÍCTOR-M. AMELA - 28/08/2009

Tengo 41 años. Nací y vivo en Manchester. Soy profesor de desarrollo personal en la Universidad de Manchester. Estoy casado y tengo dos hijos, de 5 y 3 años. Soy ecosocialista. Creo en el Espíritu, que lo permea todo. Durante milenios vivimos armónicamente y sin opresiones

¿Expulsados del paraíso?

El mítico relato bíblico de la expulsión del jardín del Edén es metáfora de algo que de verdad sucedió. Otros relatos míticos coinciden.

¿Cuáles?

Los griegos y los romanos evocaron una pretérita edad de oro. Y los chinos, una remota edad de la virtud perfecta.

Mitos.

Que investigaciones históricas, paleoantropológicas y arqueológicas apuntalan.

¿Ah, sí? ¿Qué dicen las investigaciones?

Que hubo un tiempo sin guerras, sin desigualdades sociales, sin opresión sobre las mujeres, sin represión sexual y en armonía entre nosotros y con el entorno natural.

¿Qué indicios hay de vida tan beatífica?

No hay poblados fortificados, el arte no plasma batallas, los enterramientos son comunales y sin armas, no hay tumbas individuales de caudillos, guerreros o potentados...

¿De qué tiempo está hablándome?

De la mayor parte de la existencia de nuestra especie: hasta hace sólo 6.000 años vivíamos en esas comunidades recolectoras cazadoras que con poquitas horas al día se procuraban sustento, no acumulaban tierras ni propiedades, no sometían a otros...

¿Estoy oyendo a un nuevo Rousseau?

El ser humano no siempre ha sido lobo para sí mismo, ni su vida bárbara y cruel.

¿Y por qué se nos acabó la buena vida?

Hace 6.000 años se dio la "explosión del ego", y eso nos llevó a la "caída".

Explíqueme eso.

Sitúese en Saharasia, la franja terrestre que discurre desde el Sáhara hasta el Gobi, pasando por el sur del mar Negro.

Ya estoy.

Durante milenios fueron fértiles tierras con agua, bosques, pastos, sabanas con caza... de las que vivían plácidamente pueblos indoeuropeos y semitas. Pero hace 6.000 años...

¿Alguien mordió alguna manzana?

Casi perecemos por no poder morder nada: un drástico cambio climático desertizó esas tierras, agostó la vegetación, ahuyentó a los animales... Y, para sobrevivir, la psique de esos pueblos se alteró: se exacerbó el ego.

¿Por qué? ¿Con qué consecuencias?

Hasta entonces cada individuo era empático con los demás, integrado y osmótico con el entorno. Pero, desde entonces, el ego individual se desgajó y se acorazó. Con un intelecto desgajado del cuerpo, un individuo desgajado de su entorno y personas menos empáticas con sus congéneres... brotó la codicia, la guerra sistemática, el caudillismo, las jerarquías, la opresión de unos sobre otros, la sumisión de la mujer, la represión sexual, el trabajo duro, la explotación de la naturaleza, la conquista... y los primeros imperios: Egipto, Sumer...

¡Hombre, la civilización!

Nuestra egótica era, con gran avidez de propiedades individuales y gran inventiva: la rueda, el arado, las matemáticas, ¡la ciencia!

Guerra, ciencia, ¿hijas gemelas del ego?

Este ego que erige pirámides y catedrales y crea terapias génicas y naves espaciales, paga con el sudor de neurosis y conflictos...

¿Descendemos nosotros de aquellos pueblos saharasiáticos "caídos"?

Así es: su ansia llevó a los indoeuropeos a expandirse por Europa, India, Persia y China, y a los semitas porÁfrica,Arabia y Mesopotamia. Arrasaron a su paso a los pacíficos pueblos "precaídos" que encontraron...

¿Qué pueblos, por ejemplo?

De los pueblos de la vieja Europa precaída, los de Malta y los de la Creta minoica fueron los que más perduraron, dada su insularidad. Vea el arte cretense, colorista y vitalista, que exalta la naturaleza, la sensualidad... Aquellos pacíficos cretenses serían machacados, hace 3.800, años por los aqueos, fieros indoeuropeos.

¿No ha llegado hasta nuestros días algún pueblo de psicología preegótica?

Sólo quedan algunas comunidades ínfimas en las selvas de Malasia y de Borneo, en las islas Andamán (Índico), en el Amazonas, en África...

¿Cómo es la psique "no caída"?

Desde la "caída" nos sentimos desasosegados, incómodos, no nos soportamos, no sabemos estar sin hacer algo... ¡Antes no era así!: nos sentíamos muy integrados en el grupo y la naturaleza, tranquilos.

¿Cómo puede usted saberlo?

Un estudio en la sala de espera de un médico australiano consignó que los pacientes anglosajones se agitaban inquietos, impacientes por la espera, mientras los aborígenes permanecían sosegados, como si para ellos no discurriera el tiempo... La psique "precaída" vive integrada en el presente, no lo disgrega de pasado y futuro.

¿Y aztecas e incas, tan jerárquicos, imperialistas, con sacrificios humanos...?

Es verdad: provenían también de zonas que pasaron de fértiles a áridas, y su psique procedió de modo similar a la indoeuropea.

¿Y los indios norteamericanos, qué?

Eran en su mayoría "precaída"... hasta que contactaron con europeos, que los contaminaron de su ego. No era el caso aún de los iroqueses en el siglo XVIII, cuyo sistema igualitario y cuya liga de naciones iroquesas ¡inspiró la democracia y la confederación estadounidense!

Creí que la democracia era griega...

¿Con mujeres sometidas y con esclavos? ¡No, no! Fue la democracia iroquesa, a través de la revolución americana, la que alumbraría luego la Revolución Francesa.


"La caída"
Sostiene Steve Taylor que guerrear, oprimir al otro y abusar de la naturaleza no son conductas de origen, sino patologías derivadas de un ego desmandado hace sólo 6.000 años. Acopia ingentes datos para ilustrar su tesis, expuesta en el ensayo La caída (La Llave), simplista para unos y luminoso para otros. Es un relato plausible y consolador: significa que hoy podemos revertir nuestro excesivo ego para volver a vivir en armonía contigo mismo, con tus congéneres y con la naturaleza. ¡Bella esperanza! Parte de tal empeño lo consigna Taylor en su estudio Creando el tiempo (La Llave), sobre la posibilidad de manejar nuestra propia percepción del tiempo.., quizá otra creación de la psique".

El propósito del Universo es Tu propósito



“Los astrónomos han descubierto pruebas que parecen que el universo empezó a existir hace quince mil millones de años, en una gigantesca explosión, y que desde entonces se ha estado expandiendo. No solo se ha expandido, sino que también ha crecido en complejidad y se ha hecho cada vez más diferenciado. Algunos científicos creen también que, con el tiempo, este movimiento de la unidad a la multiplicidad se invertirá. Entonces, el universo dejará de expandirse y empezará a contraerse, hasta retornar por fin a lo no manifestado, a la inconcebible nada de lo que surgió… y puede que se repita el ciclo de nacimiento, expansión, contracción y muerte una y otra vez. ¿Con qué propósito? “¿Por qué el universo se toma la molestia de existir?”, pregunta el físico Stephen Hawking, sabiendo al mismo tiempo que ningún modelo matemático puede proporcionar respuesta.

Pero si miras hacia adentro, en lugar de solo hacia afuera, descubrirás que tienes un propósito interior y otro exterior, y, dado que somos un reflejo microcósmico del macrocosmos, la conclusión es que también el universo tiene un propósito interior y otro exterior inseparables de los tuyos. El propósito exterior del universo es crear forma y experimentar la interacción de las formas: la representación, el sueño, el drama, o como quieras llamarlo. Su propósito interior es despertar a su esencia sin forma; traer esa esencia –la conciencia– al mundo de la forma y de ese modo transformar el mundo…

(Eckhart Tolle, en Un nuevo mundo Ahora)

martes, 25 de agosto de 2009

Sumergirse en la naturaleza


Si disfrutas contemplando un paisaje casi como una experiencia espiritual ten por seguro que estás despierto a la vida, y para eso has de haber recorrido una travesía de maduración en la que has aprendido a ponderar cada cosa con ecuanimidad.

No es lo mismo mirar que ensimismarse, como no lo es oír que escuchar.

domingo, 23 de agosto de 2009

De vuelta al trabajo

A unos días de emprender la vuelta al trabajo, me he detenido a pensar en la importacia de la inteligencia emocional en este entorno, y en la cantidad de problemas, malentendidos e injusticias que podrían evitarse con un adecuado manejo de las relaciones interpersonales. Le damos muy poca importancia a esto, pero es la base para un desarrollo positivo de las personas y, sin exagerar, de ello deriva gran parte del éxito económico del negocio.

Tenemos una visión parcial de la vida que nos hace creer que sólo pasada la jornada laboral comienza nuestro disfrute, y eso sucede porque vamos al trabajo a “cumplir”, sintiéndonos fuera del proyecto en el que participamos (quizá porque no nos sintamos o no nos hagan sentirnos parte del objetivo empresarial). Sin embargo, es muy importante saberse eslabón de una cadena, verse necesario, aunque no imprescindible. Es fundamental trabajar en cooperación, con ilusión y con la aportación de nuestro conocimiento y de nuestra imaginación y que, además de percibirlo así individualmente, sea reconocido globalmente.

Todo esto no es una utopía; es más que posible, porque algunos ya lo han logrado. Para ello, es clave la posición de los mandos, porque su modo de actuar (el uso de su inteligencia en favor de las emociones positivas) influirá decididamente en la interconexión y no en la fragmentación.

Un buen ambiente laboral generado por personas con una escala de valores basada en la coherencia, la valentía, la honestidad y la justicia, y enfocado hacia la integración hará posible la relación armónica entre los trabajadores, y se verán reforzados también los vínculos con clientes y proveedores. Desaparecerán así los miedos (que tanto dolor generan), que proceden de un sentimiento de escasez y de temor a ser superado por otros, postura muy común en quienes se mueven exclusivamente en el plano de la competición o de la confrontación, y no en el de la sinergia y la unión de fuerzas.

Por ello, las personas con responsabilidad sobre otros en el entorno laboral deben cuidar del bienestar de los que conforman la plantilla, habiéndose preocupado primeramente de cuidar de sí mismos, como condición indispensable para que puedan hacerlo con su equipo de trabajo (nadie puede dar lo que no tiene). Lo ideal es automotivarse y aportar lo mejor de ti, porque sabes que ese es el camino, pero no todo el mundo ha dado con esa fuerza interior que le lleva a moverse con estímulo por sí mismo. A veces, se necesita el empuje de otras personas preparadas para elevar la autoestima de quienes poseen capacidad y talento suficiente pero aún no lo han descubierto.

Sé lo complicado que puede parecer concebir un mundo laboral de color de rosa, dadas las dificultades con que nos encontramos cuando están en juego personalidades tan distintas, cada una con su carga genética, ambiental, educacional… (dificultades no muy diferentes de las que tenemos en otros espacios en los que tratamos con personas: familia, amistades…), pero también estoy convencida de que es posible llegar a emprender la nueva etapa con ánimo de crecer y disfrutar de nuestra evolución, pareja a la de la empresa en la que nos desarrollamos. Será así, siempre que este modelo integrador sea el elegido por los dirigentes y aceptado y entendido por todos los miembros de la empresa.

Como siempre, en la actitud individual está el éxito general. ¡Ánimo!

viernes, 21 de agosto de 2009

El balneario


El paraíso debe de ser algo parecido a un balneario. De allí vengo y así lo creo por estas razones:
-Música relajante en cualquiera de sus recintos.
-Nada de prisas, conflictos ni tensiones.
-Trato amable y cordial entre los hospedados y el personal de atención al cliente.
-Todo el mundo vestido con un albornoz blanco y un gorro azul, como ángeles, evitando así las diferencias sociales y culturales que la vestimenta establece entre las personas.
-Ambiente tranquilo y sensación de sosiego incluso en el caminar.

Sí, el paraíso debe de ser algo así, aunque… si la estancia fuera eterna... una “miajita” de marcha complementaria no vendría mal ;-)

domingo, 16 de agosto de 2009

La salud es la conciencia


Continúo con esta necesaria etapa de letargo y relax y, de vez en cuando, con un ojillo cerrado y el otro más despabilado, me detengo en algunos textos. He encontrado esta joya del sabio Jodorowsky (¡cómo puede encerrar tantas perlas este hombre!) en el blog Plano creativo, y he abierto la cortina de mi blog, apenas lo justo para dejaros este regalo. Tanta verdad encierran estas palabras que sería injusto que me las quedara sólo para mí:

“Los mismos problemas son las soluciones.
La enfermedad es también la cura de la enfermedad.
La curación comienza por la aceptación de la enfermedad
y su transformación en aliada de la Conciencia.
La salud es la Conciencia”.”

miércoles, 12 de agosto de 2009

Alegría y Felicidad



La felicidad consiste en sentirte dueño de ti.
La alegría es momentánea; se desvanece cuando su motivo se aleja de nosotros. El verdadero júbilo es el que procede de la paz del espíritu y no el que proviene de unas palabras que esperas de alguien, de un momento de diversión en compañía, de una noticia buena, de asegurar una relación, de conseguir algún objeto de deseo. Todo eso es también gratificante, pero si pretendemos basar sólo nuestra felicidad en esos logros exteriores ella se esfumará tan pronto como lo que esperamos no coincida con lo que tenemos.

Es tan importante entender que la alegría duradera eres tú… que con ella se atraviesan duros golpes, que se aprende a fuerza de equivocarte, que hace que te estremezcas de gozo sin una causa desencadenante y que nunca termina, porque vive mientras sientas la chispa de tu vida…

Precisamos de vínculos afectivos, porque no hemos nacido para estar aislados, pero los podrás consolidar y disfrutar cuando comprendas que absolutamente nadie te va a hacer sentir tanta paz y bienestar como tú mismo. Y te descubres cuando dejas de buscarte en otros. Vales tanto…, tienes tanto poder…. Toda la fuerza universal está en ti, así que es absurdo que persigas tesoros guardados por aquellos a quienes tanto admiras. Obsérvales. Ellos te atraen porque ya saben todo esto.

Desde ese desapego, tan alejado del desafecto, nunca sufrirás en exceso la pérdida de algo o de alguien y, por esa misma razón, estarás extremadamente agradecido por tener la posibilidad de intercambiar amor con cualquier ser que se cruce en tu camino.

“La diferencia entre la alegría y la felicidad es que la alegría es un líquido y la felicidad un sólido”


(Jerome David Salinger)


domingo, 9 de agosto de 2009

Asegurando la salud...

Hola, queridos amigos virtuales:

En estos días de vacaciones del blog (de las mías aún me quedan…) estoy asegurando mi salud. He comenzado por romper la rutina, que no lo es, porque me apasiona lo que vengo haciendo últimamente: leer, escribir, interiorizar, indagar, profundizar, imaginar, crear partiendo de la nada y llegando hasta el todo. Me estimula, sí. Me da vida, me hace sentirla y me conduce a proyectarla. Pero de todo hay que “desapegarse”.
A lo largo de esta semana, me he dedicado a disfrutar de los placeres superficiales: vaguear, caminar sin rumbo, tomar aperitivos, charlar sobre banalidades, saborear chocolates, madrugar por el placer de oler la madrugada, mirar las estrellas sin prisa por recogerme, estar a solas conmigo, sin mirarme dentro, sentirme sin analizarme, tomar perspectiva de lo que me gusta y de lo que no me gusta, sin perseguir nada en concreto.
Le estoy dando al cuerpo lo que me pide, comandado por el alma. Soy su vehículo, aunque me dejo llevar sin fuerza motriz; relativizo cualquier circunstancia que me sucede (hasta la caída de la moto de mi hijo :-(). Me preparo en calma, sin ansiedad, para reenfocar cualquier aspecto o patrón que precise modificar tras este periodo de descanso. Ahora no hay trabajo, sólo quietud (¿el mejor de los trabajos?). Paz.
Creo que esta es una postura de sano egoísmo, y también de generosidad, porque cuidarme y tratarme con cariño, proporcionándome lo que ahora necesito, es una manera de garantizar parte de la felicidad de quienes me rodean.
Y no pensaba escribir aún, pero me lo pedía el alma... ya os digo ;-)
Continúo...

domingo, 2 de agosto de 2009