Acabé de leer el libro de Ana María Oliva,
Lo que tu luz dice. De cada uno de los libros que han llegado a mí en la última década he extraído, al menos, una "cosa", que ha contribuido a mi felicidad. De este libro, más de una. Me ha ayudado a entender, desde su punto de vista científico-humanista, el porqué de muchas cuestiones que mi intuición ya me había ido acercando. Lo tengo completamente subrayado.
Aquí os dejo un par de párrafos:
"Desde el entendimiento de las hondas y su coherencia, es muy fácil comprender por qué en determinadas circunstancias me encuentro con personas o lugares que me dejan exhausta. Su energía y la mía están librando de forma que se genera una interferencia destructiva. No se trata de que tengan mala energía; ocurre que, en ese momento, mi patrón vibratorio y el suyo no son coherentes, están invertidos, y la energía de los dos se anula.
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Todo esto no implica ninguna valor personal. Lo bueno de la energía es que no juzga. En un mundo cuántico basado en las interacciones energéticas; no existe lo bueno o lo malo; sólo hay interacciones que nos armonizan o que no lo hacen".
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"Cuando no sigo el principio básico de la unidad, lo primero que ocurre es que entro en la dualidad, en una intención de predominio, en juicios, y como consecuencia pueden ocurrir dos cosas: siento apego o experimento rechazo. Cualquiera de las dos me va a llevar a una lucha".
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" Hay una realidad que trasciende toda técnica, la verdadera salud es la armonía del Ser".