sábado, 14 de mayo de 2011

Al vacío "lleno" lo llamamos amor


"Cuando buscamos la felicidad en el exterior prácticamente estamos negando que la tengamos en nuestro interior. Buscar la felicidad porque no seamos felices es uno de los orígenes de nuestros conflictos. Nos volvemos adictos a las cosas y a las personas que pueden llenar este vacío. Si lo hacen, sentimos la felicidad durante un tiempo hasta que finalmente se sustituye por un vacío más grande. A este vacío lleno lo llamamos amor. Sin embargo, el verdadero amor no quiera nada; simplemente es y se comparte. Al "ser" amor dejamos de desear la felicidad.
(...)
Las relaciones que existen simplemente porque dos personas piensan que se necesitan una a la otra para ser felices estan destinadas a terminar en separación. Se sienten muy mal cuando están separadas y estupendamente cuando están juntas. Cuando termina la adición, dejamos de buscar tomar prestada la felicidad de los demás".

(De Rasgar el velo de la dualidad, de Andreas Moritz).