Se habla mucho de eliminar el miedo, en sentido abstracto, como si se esfumara de una pasada: supera tus miedos, afróntalos, libérate de ellos, conquístalos, llévalos a tu terreno, sedúcelos... Pero todo el mundo se pregunta cómo hacerlo, porque voluntad no nos falta, pero hay tantas situaciones en las que nos sentimos vencidos por esos miedos, que nos perdemos...
Como en cualquier proceso, lo primero que hay que abordar es el conocimiento de aquello sobre lo que se desea actuar. He leído mucho sobre este aspecto, y desde muchos puntos de vista, pero, al final, cuando quiero recordar qué es lo que me lleva al lugar donde no deseo estar, siempre acudo a mi admirado E. Tolle. En El poder del ahora describe el origen del miedo desde dos vertientes (*), que quiero compartir con vosotros:
1. La identificación con la mente
“Mientras esté identificado con su mente, el ego gobernará su vida... el ego es muy vulnerable e inseguro, y se ve a sí mismo constantemente amenazado... Para el ego la muerte está siempre a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de su vida. Por ejemplo, incluso algo aparentemente tan trivial y “normal” como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y hacer ver que el otro está equivocado –defendiendo la posición mental con la que usted se ha identificado- se debe al miedo a la muerte... Estar equivocado es morir. Se han hecho guerras por esto e innumerables relaciones se han roto. Una vez que usted ha dejado de identificarse con su mente, que tenga o no razón no influye en el sentido que tenga de usted mismo, así que la necesidad compulsiva e inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, no aparecerá. Usted puede establecer clara y firmemente cómo se siente o qué piensa, pero no habrá agresividad o actitud defensiva en ello”.
2. La sensación de carencia de totalidad
“Otro aspecto de dolor emocional es una sensación profundamente arraigada de carencia de totalidad, de no estar completo... Las personas se embarcan a menudo en una persecución compulsiva de gratificaciones para el ego y de cosas con las cuales identificarse para llenar el vacío que sienten dentro... Pero incluso cuando alcanzan todas esas cosas descubren pronto que el vacío está todavía allí. Entonces están realmente en problemas, porque no pueden engañarse más a sí mismos. Bueno, pueden y lo hacen, pero se vuelve más difícil.
Las identificaciones más habituales del ego guardan relación con las posesiones, con el trabajo, con el estatus y reconocimiento social, con el conocimiento y la educación, con la apariencia física, con las habilidades personales, con las relaciones, con tu historia personal y familiar, con los sistemas de creencias, y también con las identificaciones colectivas: nacionales, raciales, religiosas y otras. Ninguna de estas identificaciones eres Tú. ¿Te da miedo saberlo? ¿O te produce alivio? Antes o después tendrás que renunciar a todas esas cosas. Quizá aún te resulte difícil de creer, y ciertamente no te estoy pidiendo que creas que tu identidad no se halla en ninguna de estas cosas. Llegarás a saber la verdad de mi afirmación por ti mismo. A más tardar, lo sabrás cuando sientas que la muerte se acerca. La muerte te desnuda de todo lo que no eres tú. El secreto de la vida es “morir antes de morir” y descubrir que no hay muerte”.
(*) He eliminado frases entre párrafos, para hacer más ligero el comentario. Lo ideal es leer el libro por completo. Es una verdadera joya del “despertar”.
1. La identificación con la mente
“Mientras esté identificado con su mente, el ego gobernará su vida... el ego es muy vulnerable e inseguro, y se ve a sí mismo constantemente amenazado... Para el ego la muerte está siempre a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de su vida. Por ejemplo, incluso algo aparentemente tan trivial y “normal” como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y hacer ver que el otro está equivocado –defendiendo la posición mental con la que usted se ha identificado- se debe al miedo a la muerte... Estar equivocado es morir. Se han hecho guerras por esto e innumerables relaciones se han roto. Una vez que usted ha dejado de identificarse con su mente, que tenga o no razón no influye en el sentido que tenga de usted mismo, así que la necesidad compulsiva e inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, no aparecerá. Usted puede establecer clara y firmemente cómo se siente o qué piensa, pero no habrá agresividad o actitud defensiva en ello”.
2. La sensación de carencia de totalidad
“Otro aspecto de dolor emocional es una sensación profundamente arraigada de carencia de totalidad, de no estar completo... Las personas se embarcan a menudo en una persecución compulsiva de gratificaciones para el ego y de cosas con las cuales identificarse para llenar el vacío que sienten dentro... Pero incluso cuando alcanzan todas esas cosas descubren pronto que el vacío está todavía allí. Entonces están realmente en problemas, porque no pueden engañarse más a sí mismos. Bueno, pueden y lo hacen, pero se vuelve más difícil.
Las identificaciones más habituales del ego guardan relación con las posesiones, con el trabajo, con el estatus y reconocimiento social, con el conocimiento y la educación, con la apariencia física, con las habilidades personales, con las relaciones, con tu historia personal y familiar, con los sistemas de creencias, y también con las identificaciones colectivas: nacionales, raciales, religiosas y otras. Ninguna de estas identificaciones eres Tú. ¿Te da miedo saberlo? ¿O te produce alivio? Antes o después tendrás que renunciar a todas esas cosas. Quizá aún te resulte difícil de creer, y ciertamente no te estoy pidiendo que creas que tu identidad no se halla en ninguna de estas cosas. Llegarás a saber la verdad de mi afirmación por ti mismo. A más tardar, lo sabrás cuando sientas que la muerte se acerca. La muerte te desnuda de todo lo que no eres tú. El secreto de la vida es “morir antes de morir” y descubrir que no hay muerte”.
(*) He eliminado frases entre párrafos, para hacer más ligero el comentario. Lo ideal es leer el libro por completo. Es una verdadera joya del “despertar”.