viernes, 6 de abril de 2012

El despertar


Un día te das cuenta de que algo no funciona, que la vida no es lo que te han contado ni lo que has experimentado a través de los sentidos.

Te preguntas el porqué de las cosas, qué te hace sufrir, vibrar, sentir... ¿quién eres? ¿hacia dónde vas?

Entras en el plano psicológico, de análisis de los comportamientos, pero, sobre todo, de autoanálisis.

Te rebelas contra tu pasado, sueltas lastre, necesitas respuestas que, poco a poco, vas encontrando en ti misma.

Atraviesas una fase de euforia y necesidad de comunicar a todos tus descubrimientos ¿por qué no lo ven? piensas... Sólo así se puede ser feliz...

Llega el sosiego y la comprensión: cada uno tiene su momento de cambio, su ritmo, sus elecciones, su camino, al que llega de uno u otro modo, cada cual el suyo, y todos son válidos.

Entras en un proceso espiritual, de conexión con la fuente de amor, de consciencia; tu modo de compartir es menos ruidoso, pero más efectivo.

Comprendes que TODO es lo mismo y que, aunque te sientas de vez en cuando confundida, todo es como debe ser.