Eduardo Punset, en su brillante libro, El alma está en el cerebro, dedica un capítulo a “La mente del psicópata”. Me pareció tan interesante la información que aportaba que hice, en su día, un resumen para incluirlo en uno de los libros que estoy escribiendo.
“Todo apunta a que esa falta de emociones provenga de una característica diferencial en el sistema nervioso: una falta de conexión entre el sistema límbico, la amígdala y la corteza prefrontal”, indica Punset en su exposición que os he resumido a continuación. En tal caso, me pregunto: ¿su problema tiene una explicación externa, que les hace comportarse cruelmente? O, como dice Punset en el mismo texto, “No todo el mundo es inherentemente bueno”. Ayudadme a despejar esa duda. Aquí aporto dicho resumen:
"Entre otros rasgos de un psicópata, señala Punset su ausencia de empatía emocional y su carencia de remordimientos. Establece una diferencia entre los psicópatas criminales o delincuentes y los que no lo son. Basándose en las investigaciones del Psicólogo Robert Hare, Punset comenta que un psicópata puede entrar en tu cerebro e intentar imaginar qué piensas; sin embargo, jamás podrá comprender cómo te sientes. Es como intentar explicarle los colores a un daltónico.
Parece ser que un psicópata puede llegar a relacionarse social e intelectualmente, pero ven y tratan a las personas como objetos.
Se consideran no como enfermos mentales, sino personas con un trastorno de la personalidad. Frente a una persona afectada por ansiedad o por depresión, cuyas emociones estás amplificadas, el psicópata se caracteriza por una falta de control de las suyas. En realidad, parece que no pudiera sentir o manejar sus propias emociones, incluidas las de culpa o remordimiento.
Pero la psicopatía no conduce necesariamente al asesinato. La inmensa mayoría de los psicópatas se manifiestan mediante el desarrollo de la manipulación y el engaño con las personas que les rodean. Sus trayectorias vitales dejan un rastro de personas atormentadas, perseguidas, violadas o traumatizadas.
Todo apunta a que esa falta de emociones provenga de una característica diferencial en el sistema nervioso: una falta de conexión entre el sistema límbico, la amígdala y la corteza prefrontal.
¿Es posible una terapia? Hare no cree efectivos en ellos programas de rehabilitación, dado que los resultados serían contrarios a lo que se espera, porque saben engañar muy bien. Cree que hay que incidir en el comportamiento, difícil, pero posible para reducir la propensión a la violencia (hasta hoy sólo se les ha encerrado).
No todo el mundo es inherentemente bueno, dice Punset, difícil de aceptar, aunque tampoco es que ellos sean inherentemente malos, sino que unas personas son más difíciles de socializar que otras, y los psicópatas son los más difíciles.
Uno de los problemas para tratares es que son difíciles de identificar, pudiéndose hallar en los equipos de gestión de una empresa, en los comercios o en la propia familia. Inteligente y malvado: el ser más peligroso, dice uno de los apartados de este capítulo”.
Nota: os recomiendo visitar el blog de Punset, que tengo enlazado en este blog, así como ver los programas REDES, que tiene alojados en su página.