Hace unos días llegó a mis manos el libro Holacracia, un sistema que redistribuye el poder de decisión en una organización, en la que cada uno tiene sus roles. No es anarquía, simplemente aprovecha la energía de las personas para darles más posibilidades de acción. Es un sistema apoyado por emprendedores como los fundadores de Blogger, Twitter, y Medium.
Hoy hemos realizado un trabajo en equipo desde este concepto, en una “microempresa” en la que tres personas hemos elaborado un producto: un folleto publicitario. Una de esas tres personas ha aportado las directrices técnicas, otra ha realizado el diseño del producto y yo he redactado los textos. Lo hemos hecho con entusiasmo y agilidad, con la intención de obtener un resultado satisfactorio y que beneficiara a la empresa y a los clientes. Para ello, hemos dado lo mejor de nosotros, nuestras capacidades.
Y en ello hemos fluido porque nuestra energía vibra en la misma frecuencia, y el concepto del trabajo es, en todos los casos, el mismo: el éxito está en disfrutar del proceso, mientras se trata (a veces se logra, a veces no tanto) de aportar la mayor calidad y utilidad final. En todo ello me basé también para redactar mi libro La gestión de la vida en el trabajo.