¡Qué bueno, ese momento en el que sabes que puedes hacer "eso" que te gusta hacer! 
 Y lo sabes porque no supone ningún esfuerzo, sino vuelo y disfrute. 
 Y el gozar y el volar no implican a nadie más que a ti. 
 Y esa libertad de mandar en ello y administrarlo a tu gusto, unas veces te emociona, hasta tener un nudo en la garganta (como ahora), y otras te ilusiona y proyecta el futuro en arcoiris.
 Es la energía creativa, manifestada.