El 26 de mayo de 2008 me puse ante el ordenador y escribí el primer post en este propio blog. Había escrito durante tres o cuatro años en diversos foros, en todos ellos expresando lo que estaba sintiendo desde lo profundo; pero aquel día, cuando llegué a casa del trabajo -por entonces sobre las siete de la tarde- decidí crear un espacio de expresión propio, que llamé Silencio activo. Mi primera entrada fue la referida al libro que había publicado un año antes, Palabras para el Bienestar, y fue esa misma tarde. Comprobaréis, si clicáis en el enlace, que escribía sobre un camino hacia tu interior. Era un modo de ordenar mi mente en la búsqueda de “algo” que, hoy en día, sé que está en mí, en todos, que ya Es. Por entonces, descubrí que había otro modo de vivir y, para mí, fue una sorpresa que me iba llevando en volandas hacia nuevas revelaciones. Hoy en día ya no me dirijo hacia ningún camino, sino que estoy en lo que soy. Como decía David Testal, en un maravilloso taller (del que he venido removida y renovada) al que he asistido el pasado fin de semana, “Soñar”: “Todo es interior. El mundo es interior. El Universo es interior, y vivimos en la sociedad que somos”.
Del pasado 23 de agosto data la última entrada anterior a esta. Lo tengo un poco parado, y ello se debe a que estoy en otros proyectos y quizá también a lo que expreso en esa entrada, "Sin maestros ni lecciones", que no creo que sea tiempo de lecciones, sino de juego y expansión de dones. Y explorándolos estoy :-)
Claro que seguiré escribiendo aquí y en otros espacios y papeles, con distintas percepciones, sensaciones y modos de abordar la escritura, porque me es imposible prescindir de las palabras. Con ellas juego, interactúo (¡vaya verbo…! inter-actuar. No había caído en su sentido teatral), y me expando, mientras capto al vuelo la energía que me trae cada una de ellas.
