Gracias por tener un techo y un hogar confortable.
Gracias por las personas que me quieren.
Gracias por mis maestros y alumnos de vida. Todos lo somos.
Gracias por despertar con nuevas ilusiones cada día.
Gracias por poder desarrollar mi creatividad y mis conocimientos, en la vida, en el trabajo.
Gracias por lo que me queda por aprender y experimentar.
Gracias por haber sabido distinguir entre culpabilidad y responsabilidad.
Gracias por haber llegado a comprender la importancia de la gratitud.
En mi libro La calma está en ti, escribo:
"Gracias al amanecer,
gracias al anochecer
y, a lo largo del día,
disfrutar y aprender".