sábado, 7 de junio de 2008

El despertar de la risa


Cuando, en una pareja, uno de los dos comienza su búsqueda interior, pueden darse varias circunstancias. En el momento en que que uno se transforma, cambia todo lo que le rodea, y, en este caso, unas veces se rompen relaciones y otras se enriquecen, precisamente por lo que comentaba en un post anterior sobre los diferentes niveles de energía o de conciencia. En mi libro, Palabras para el Bienestar, detallo, paso a paso, el proceso sufrido por ambos. Pero ahora quiero resaltar lo mucho que ayuda relativizar el momento y, sobre todo, no apegarse ni siquiera al propio despertar, sino tratar de extraer lo bueno que te aporta dentro de la situación que te toca llevar.
El sentido del humor es fundamental precisamente para relativizar. Reírse de uno mismo y de tu propio desarrollo personal te devuelve los beneficios de no aferrarte ni siquiera a aquello que estás descubriendo.

Me vais a permitir que personalice y os deje una muestra de una de las conversaciones que he tenido con mi marido (que tiene mucho sentido del humor). He de reconocer que tener a tu lado a alguien que está en un proceso de cambio y trata de comunicarlo puede resultar cargante para quien está en otra perspectiva, aunque también creo que es enriquecedor, pero, si nos reímos, todos salimos ganando:-)

Íbamos paseando por el campo (la cosa no es siempre tan bucólica ¿eh?) y le dije que se parara a contemplar el cielo y todo lo que nos rodeaba, porque ese era el ahora, precioso instante y que era todo lo que teníamos. A lo que él me respondió:
“Di que sí, vamos a disfrutar "el ahora", y si luego no tenemos para cenar, pues nos aguantamos:-). Después, entre que recordamos el momento y tal, nos entra sueño, y ya no necesitamos cenar. Por la mañana, volvemos a vivir el momento, y punto". :-)

Muerta de risa, pero yo seguía a lo mío, así que, le dije que percibiera cómo la naturaleza habla. Sabía que me exponía a otra respuesta similar, pero me arriesgué, y así fue, porque él me respondió:
“Ya ves que si habla, como que acabo de pisar un cardo y me ha devuelto un taco”. :-)
Como broche, cuando me dijo que me veía mejor últimamente, le comenté que era porque me había encontrado conmigo. “Habérmelo dicho – me indicó- porque ¡ESTABAS AQUÍ!”.
No descarto escribir un librito con nuestras conversaciones, centrado en este aspecto. Para los que conocéis a los hermanos Calatrava :-), algo parecido a ellos...